BRUNO
KARNEL
(2018)
Con
bastante agrado (y muchísima sorpresa) recibimos días atrás este trabajo de
Bruno Karnel, un músico francés, enamorado del Perú, tres visitas a nuestra
tierra y el apropiarse de un charango para colocarlo como protagonista
principal de su obra, así lo sentencia.
La
propuesta de Karnel, para este EP, reposa en su atractiva mistura de cuerdas,
de rasgos acústicos y eléctricos, destacando el ya mencionado charango, sus
riffs y punteos de guitarras eléctricas, así como la mandolina, ensayando una
especie de “rock-folk”, fusionado con folklore andino, aunque también el
francés nos ha confesado sus influencias Steven Wilson y Peter Gabriel, además
de su predilección por el folk progresivo de los setentas.
Satelitte
3, es el tercero de una serie de episodio sonoros en EP,
que se iniciaron en noviembre pasado y que anuncia cuarta entrega próximamente,
pero la carrera de Burnel se remonta hacia el 2011, con Mirages, otro trabajo
peculiar del francés fue su experimental e instrumental A-Kubos (2013), le siguen
Insolence
(2016) y 3 contes +1 (2017), entre otros. Retornando al registro que
concita esta reseña, la magnética sonoridad que expulsa la mandolina para “Après-demain”,
resulta irresistible, al conseguir ensayar música de alta estimulación
espiritual, y que rápidamente alcanza el éxtasis sonoro con esos explosivo
arranque vernacular, merced al charango, que se practica para “Nuit des
Olmèques (Olmèques Part V)”, donde el instrumento andino, sirve de sostén para
que se suceden un vaivén de riffs y punteos de guitarras eléctricas.
En la
reflexiva “Adour”, nuevamente el charango se encarga de indicar la pauta, para
que luego cristalinos y ensoñadores arpegios se sucedan con cuerdas eléctricas,
replicándose en simultaneo. Sin duda, este instrumental se sitúa entre lo mejor
del disco. Para “Et pourtant, elle tourne” desfilan unos coquetos y etéreos
tambores, por donde transitan marcados riffs de guitarras eléctricas y melodías
de charango, que luego rivalizaran ásperos guitarrazos, como ambientando una
pugna entre la tempestad y la calma.
Finalmente,
la baladística y totalmente acústica, “Au gré de tes planètes (trio acoustique)”,
cantada a dúo con Sonia Lambert, se encarga de cerrar el registro, donde somos
testigos, de cómo la música de Karnel busca alejarnos de la cotidianeidad, en
pos de exóticos parajes, aquellos que solo su instrumentación vernacular es
capaz de conseguir.
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