TRIBUTO
A SILVANIA
Trilce Discos
(2018)
Desde
su presentación, en formato de vinilo de 7”, con la imagen de una mágica pareja
besándose en un paraje onírico, pintado por el tributado Mario Silvania, este
disco compacto concita la atención de manera inmediata, y más aún cuando uno lo saca de su sobre
plástico y se da con la sorpresa que se trata de un gatefold con la imagen de nuestros héroes en plena performance distribuida en dos cuerpos, así como otras fotografías de sus
rostros como inserto, además de las impecables postales correspondientes a cada
una de las bandas invitadas para homenajear a uno de los dúos que enarbolaron
la vanguardia sonora durante los 90s. Y, adicionalmente, un pin que ya está enganchado
en uno de mis sacos predilectos.
Hasta
aquí, en el aspecto físico, el trabajo de Antonio Gutiérrez y la gente de
Trilce Discos resulta un verdadero golazo de media cancha, notándose a todas
luces el esmero y la dedicación, pero sobre todo la pasión puesta a toda marcha por honrar la
obra del dúo, quienes también imponían ese mismo fervor al trabajo artístico de
sus respectivos registros fonográficos.
Como
es sabido, Silvania, con Mario a la cabeza, retornó sorpresivamente el año
pasado con un nuevo single tras un largo periodo de silencio. En este
contexto, se anunció la producción de este disco, que reúne a diversos proyectos
sonoros que se han visto influenciados por la obra el dúo Mendoza-Revilla.
El
título de este álbum tributo, tiene su raíz justamente en las líricas del tema
“Sueño aerostático”, extraído de su emblemático EP Miel Nube Hiel (1991),
considerado en su categoría como el mejor de ese año por Radio Nacional de
España y disco del mes por Cadena 100.
Yendo
a la música, podemos dividirla en dos partes, las bandas que han llevado los
temas de Silvania a su propio campo sónico y aquellas que optaron por ejecutar
con exactitud las versiones originales. Vayamos con las primeras, estas alzan
vuelo con los sintetizadores y las voces etéreas de Blue Velvet para la bella
“Solineide”, culminándola con emotivas sonoridades. Prosiguen las enigmáticas ambientaciones
sintéticas de Laikamorí, con perturbador canto incluido, además de hipnóticas cuerdas, para sacar del cuadro
“Trilce”. Siguen, los Mollendinos de Paisaje 3 para impregnar su
psicodélico “trip-gaze” a una electro “Oval”.
Impecables postales de las bandas con sus respectivas fichas técnicas |
Las
versiones más arriesgadas, son las reproducidas por los versátiles Grupo Miel para “Nudo de
cielo” y Theremyn_4, con una remozada versión de “Lección de vuelo”, donde José
Gallo deja evidencia de su amplia experiencia con los remixes, añadiéndole a la
pista cuotas de ¿dark-house?
Finalmente, nos queda comentar sobre las bandas que apostaron por reproducir las pistas
originales tal cual. Empezamos con los españoles Linda Guilala, trío que logra
cautivarnos con su “noise-pop” para una ejecución perfecta, y conmovedora, de
la majestuosa “Sé Girasol”. Nuestros compatriotas Taneli Lucis replican con pulcritud “Sueño aerostático”. Mientras que el argentino Rol Lux, sin salirse
un ápice de la línea lo hacen con “Raymi”.
Nuestra expectativa frente al advenimiento de un disco tributo, siempre será que las bandas
partícipes, lleven los temas del
tributado a sus propios territorios sonoros, transformando la pista, y de esa manera devolviéndole, por decirlo de alguna manera, el favor a su homenajeado, más que una impecable ejecución fiel a la original.
Discrepancias a parte,
creemos que estos aspectos para nada aminora el balance final de este trabajo.
Reiteradas felicitaciones al proyecto emprendido por Antonio Trilce y las
bandas participantes, porque vaya que, tributar a Silvania, no es tarea fácil, es realmente un reto muy grande y la mayoría de los músicos lo ha hecho con gran proeza.