miércoles, 13 de febrero de 2019

¿CUÁNTA DISTANCIA HAY ENTRE TU ALMA Y EL SOL? : TRIBUTO A SILVANIA. Reseña

¿CUÁNTA DISTANCIA HAY ENTRE TU ALMA Y EL SOL?
TRIBUTO A SILVANIA
Trilce Discos
(2018)
Desde su presentación, en formato de vinilo de 7”, con la imagen de una mágica pareja besándose en un paraje onírico, pintado por el tributado Mario Silvania, este disco compacto concita la atención de manera inmediata, y más aún cuando uno lo saca de su sobre plástico y se da con la sorpresa que se trata de un gatefold con la imagen de nuestros héroes en plena performance distribuida en dos cuerpos, así como otras fotografías de sus rostros como inserto, además de las impecables postales correspondientes a cada una de las bandas invitadas para homenajear a uno de los dúos que enarbolaron la vanguardia sonora durante los 90s. Y, adicionalmente, un pin que ya está enganchado en uno de mis sacos predilectos.

Hasta aquí, en el aspecto físico, el trabajo de Antonio Gutiérrez y la gente de Trilce Discos resulta un verdadero golazo de media cancha, notándose a todas luces el esmero y la dedicación, pero sobre todo la pasión puesta a toda marcha por honrar la obra del dúo, quienes también imponían ese mismo fervor al trabajo artístico de sus respectivos registros fonográficos.

Como es sabido, Silvania, con Mario a la cabeza, retornó sorpresivamente el año pasado con un nuevo single tras un largo periodo de silencio. En este contexto, se anunció la producción de este disco, que reúne a diversos proyectos sonoros que se han visto influenciados por la obra el dúo Mendoza-Revilla. 

El título de este álbum tributo, tiene su raíz justamente en las líricas del tema “Sueño aerostático”, extraído de su emblemático EP Miel Nube Hiel (1991), considerado en su categoría como el mejor de ese año por Radio Nacional de España y disco del mes por Cadena 100. 
Yendo a la música, podemos dividirla en dos partes, las bandas que han llevado los temas de Silvania a su propio campo sónico y aquellas que optaron por ejecutar con exactitud las versiones originales. Vayamos con las primeras, estas alzan vuelo con los sintetizadores y las voces etéreas de Blue Velvet para la bella “Solineide”, culminándola con emotivas sonoridades.  Prosiguen las enigmáticas ambientaciones sintéticas de Laikamorí, con perturbador canto incluido, además de hipnóticas cuerdas, para sacar del cuadro “Trilce”. Siguen, los Mollendinos de Paisaje 3 para impregnar su psicodélico “trip-gaze” a una electro “Oval”.

Impecables postales de las bandas con sus respectivas fichas técnicas
Gomas reduce sus dosis de lúdico pop, para hacerlas transitar por terrenos un tanto más melancólicos, al versionar “El día del cielo”, marcando el ritmo de la misma, el cadencioso bajo de Tete Leguía. Los españoles de Uke, reproducen “Maldoror” de manera minimalista y siniestra a golpe de piano y voz.  Los trujillanos de Verano del 83, llevan la mágica “Marlene de las galaxias” a sus frescos ambientes pop de tintes nostálgicos. Luego, los Catervas apelando a su actual sonoridad, tan celebrada por la crítica tras su último disco, ejecutan “Un bosque en la memoria”. La dupla ecuatoriana de Sexores con su seductor e íntimo “synth-pop” armonizan “Eva sobre Eva”. Veronik con su consabido y alucinante Theremyn emulando a la voz humana, se encarga de trabajar la surreal “Niño unicornio”, mientras que los Puna con su atmosférico y ruidoso pop tributan “Mar amar”. 

Las versiones más arriesgadas, son las reproducidas por los versátiles Grupo Miel para “Nudo de cielo” y Theremyn_4, con una remozada versión de “Lección de vuelo”, donde José Gallo deja evidencia de su amplia experiencia con los remixes, añadiéndole a la pista cuotas de ¿dark-house?

Finalmente, nos queda comentar sobre las bandas que apostaron por reproducir las pistas originales tal cual. Empezamos con los españoles Linda Guilala, trío que logra cautivarnos con su “noise-pop” para una ejecución perfecta, y conmovedora, de la majestuosa “Sé Girasol”. Nuestros compatriotas Taneli Lucis replican con pulcritud “Sueño aerostático”. Mientras que el argentino Rol Lux, sin salirse un ápice de la línea lo hacen con “Raymi”. 

Nuestra expectativa frente al advenimiento de un disco tributo, siempre será que las bandas partícipes, lleven los temas del tributado a sus propios territorios sonoros, transformando la pista, y de esa manera devolviéndole, por decirlo de alguna manera, el favor a su homenajeado, más que una impecable ejecución fiel a la original.  

Discrepancias a parte, creemos que estos aspectos para nada aminora el balance final de este trabajo. Reiteradas felicitaciones al proyecto emprendido por Antonio Trilce y las bandas participantes, porque vaya que, tributar a Silvania, no es tarea fácil, es realmente un reto muy grande y la mayoría de los músicos lo ha hecho con gran proeza.


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