SANTINO
SANTIGO VEGA
INDEPENDIENTE
(2016)
El
joven guitarrista de la banda de surf-rock Banana Child, Santino Vega, nos
entrega su primer trabajo solista, titulado simplemente Santino, una producción sencilla sin más aspiraciones que la de transmitir de manera breve pero contundente
su objetivo (vaya uno a saber si lo tiene), de compartir su música “casera” e íntima,
oscilante entre el pop y el folk fantasmal, embargada por la nostalgia, sueños
y frustraciones, apelando a guitarras electroacústicas, teclados y una voz
fantasmal, que por ratos suena lánguida, a través de sus seis brevísimos temas.
Resultando muy atrayente lo que nos
propone el músico.
Asimismo
destacar la serie de títulos sarcásticos o fatalistas para sus canciones, que
también podrían ser producto de un arranca de franqueza como “En mi mente hay
una avalancha de problemas”, “Catarsis en Do Mayor”, “Si no puedo manejar mi
vida, menos un auto”, “Mi perro se perdió el 2 de junio y hasta ahora no lo
encuentro” o interés por lo extraterrestre en “Abducción” (única pieza
electrónica del disco).
Espectral
y cavernosa es la ambientación que nos presenta la nostálgica “Películas de
amor”, cuyos teclados y guitarra acústica construyen una agradable melodía, enganchándonos
en primera con su folk de “ultratumba”. El precario sonido de “En mi mente hay
una avalancha de problemas” para nada interrumpe atmósfera retro-pop, cuasi “nuevaolero”.
Los puenteos de una carismática acústica se exhiben mágicos en “Pequeñito”, casi
arrulladores, hasta “hawaianos” por instantes, para luego enrarecerse, hasta ralentizándose,
sonorizando por lo que se deja escuchar, una remembranza a la infancia.
Una
sencilla marcha de guitarra acústica que irradia la intimidad de la habitación
donde fue grabada se plasma en “Catarsis en Do Mayor”, seguirá la new wave “Si
no puedo manejar mi vida, menos un auto”, única pieza donde se incluye bajo y
suena sofisticada con respecto al resto de la obra. Una loa acústica a la fémina
dueña, no sabemos si de su corazón o de un amor platónico se presenta en “No
hay nada más bonito”, mostrando algunos coqueteos de bossa nova. Punteos ondulantes
que se transforman en distorsión en la taciturna (y confesional) “Mi perro se
perdió el 2 de junio y hasta ahora no lo encuentro”, pero los punteos volverán para
hacerse coloridos e intentar sonar esperanzadores.
Finalmente
la rara “Abducción”, se sale del cuadro con su sonorización electrónica, no era
para menos con su título de clara alusión ufológica.
Buen
debut de Santino, logrando convencer con lo justo y necesario, mostrándose creativo y convincente con escasez de recursos (todo fue
grabado en su casa con una interface JAM Apogee y un micrófono Shure Sv100).
Anhelamos que siga dando rienda a suelta a su instinto de no hacer más de lo
mismo y ser auténtico.