SCALA
MEGA HERTZ
WILDER
GONZALES AGREDA
Super Space Records
(2016)
En esta nueva entrega, el músico experimental de Los
Olivos, nos prepara un enajenado menú más espacial y cósmico, distante de los
abstractos sonidos terrestres presentados en Lima Norte Metamúsica
(2014), llegando aun a lo alienígena, persistiendo en sonar insano, arriesgado
y complejo, pero en esta ocasión apoyándose de sonoridades IDM, electrónicas y
ciertos trazos ambient.
Un repetitivo y desconcertante “men”, replicado de
principio a fin por una enfermiza voz robótica, marca desde el arranque la
insania de la propuesta musical de Gonzáles, sucediéndose sobre su
interpretación androide, una serie de beats, descoloridos teclados, coquetas
sonoridades a lo Chemical Brothers y esos extraños y densos ruidos y voces (suenan
como a robot con arcadas) tan dementes que gozan de su predilección. La metálica
“MF3”, no por practicar sonidos heavy metal ni nada por el estilo, sino por
estar constituida sobre una serie de metales que resuenan inconexamente, crean
una ambientación maquinal, sobre la cual Wilder proclama delirantemente “mental…mental
es toda” y sus armoniosas (y lunáticas) onomatopeyas, conciben realmente una “marcianada”.
La cosa se torna algo mágica con los fantasiosos sonidos
iniciales de “Wil Volador”, pero estos se vuelven cada vez más enigmáticos hasta
llegar a lo misterioso, algunos toques de piano free-jazz por ahí y cíclicos golpes
sintéticos que logran incrustarse en el subconsciente. Tras la sensación soporífera
pieza, irrumpe la extraterrestre, “Ultratawa: Trans Andean Express”, cuyas sonoridades
ufológicas se asemejan a las desarrolladas por los Boards of Canada, expulsándose
chispazos IDM y la electrónica desarrollada por Silvania en su etapa terminal,
pre-mutación Ciëlo, además de algunos ruidos maquinales dispuestos a lacerar
los oídos y darnos de mazazos con sus atronadores golpes electrónicos.
Sobre terrenos inhóspitos y colindantes con lo
espeluznante, se dispara la compleja “Himeneo”. Luego, la sísmica “I Will Never
Forget You 90’s”, de la que salen expulsados teclados cósmicos, se replican
siniestras líneas de “synth” sobre ambientaciones desérticas, asomándose sobre
el minuto siete, un escalofriante estallido maquinal (¿hemos sido encontrados
por “aliens”?), logrando una sugestiva recreación de lo desconocido. La misteriosa
“Ø”, edificada sobre lóbregos teclados, como Wilder lo dice en su letra,
intenta recrear la sensación del vacío, hacer una descripción musical de este, envolviéndonos
con su lúgubre sonoridad.
Nuevamente este artesano de la experimentación consigue otro disco “impuro”, alejado de los paradigmas sonoros convencionales, pero radical y de vanguardia. Otra obra meritoria más para este transgresor del sonido, en lo que va de sus dos décadas de tenaz persistencia en sus propias convicciones sonoras.
Nuevamente este artesano de la experimentación consigue otro disco “impuro”, alejado de los paradigmas sonoros convencionales, pero radical y de vanguardia. Otra obra meritoria más para este transgresor del sonido, en lo que va de sus dos décadas de tenaz persistencia en sus propias convicciones sonoras.
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