ENTRE LA TEMPESTAD Y LA
CALMA POR SEGUNDA VEZ
Pareciendo algo cíclico,
repetitivo, o como ya planteado de antemano, Nick Cave & The Bad Seeds nos
ofrecen para la década de los noventas la misma ¿fórmula? Musical utilizada
durante los ochentas, es decir pasar de lo salvaje, perturbador y sombrío a lo
apacible, sosegado y calmado, iniciando la década de la misma forma que lo
hicieron en los ochentas. Muestra de ello son álbumes como Henry’s Dream y Let Love In, donde regresan a aquel sonido
crudo y sucio, pero sin llegar a la paranoia primitiva de sus comienzos, y
terminan el decenio (aunque tempranamente) con el tierno The Boatman’s Call (1997).
Me explico mejor, era como ir del From Here To Eternity al The
Good Son nuevamente.
Aunque esa tempestad y calma
sonora no es tan radical ni marcada entre los diferentes álbumes producidos en
los noventas, estos climas sonoros se van intercalando entre las diversas canciones
de los mismos, es decir no podemos afirmar que hay un álbum que sea de puras
canciones duras ni otro de canciones delicadas, salvo The Boatman’s Call.
Lograr hacer cuatro grandes álbumes
en solo 7 años es algo muy destacable, cada uno de ellos derrochando madurez y
solidez musical. La experiencia en la brega son plasmados a la perfección en
los extraordinarios Let love In (1994) y Murder
Ballads(1996). Nick Cave & The Bad Sees, dan muestras de que aún
tenían mucha creatividad por ofrecer así como corazones por desgarrar, cerebros
que patear y cuerpos que sacudir con su delirante propuesta lirica y sonora.
HENRY’S DREAM (1992)
El séptimo álbum de Nick Cave
& The Bad Seeds significó para muchos fans el retorno del lado más radical
y visceral de la banda, un alivio tras el “shock” que significó para ellos The
Good Son, fue un esperanzador renacimiento hacia el crudo y áspero
sonido que los cautivó varios años atrás.
Como ya era una costumbre para
cada nuevo álbum, la formación experimentó algunos cambios, Kid Congo Powers
dejó la banda e ingresó el bajista Martin P. Casey, pasando Harvey a la
guitarra, otro arribo fue el del pianista Conway Savage.
Henry’s Dream es melancólico, conmovedor,
triste pero también vibrante, en donde la temática gira entre el pecado y el
sufrimiento. De arranque el disco golpea los sentidos con la escalofriante “Papa Won’t Leave You,
Henry”. Nick sigue derrochando dramatismo en sus interpretaciones, como
solemnidad en el canto de “Christina The Astonishing” y gritos apasionados en
“I Had A Dream, Joe”, los chillidos de “Jack The Ripper” o los canticos
estruendosos de “Brother, My Cup Is Empty”. Las delicadas “Straight To You” y “The
Loom Of The Land” son muestras de amor y ternura en medio del torbellino. El
álbum es una nueva pesadilla sónica para el disfrute.
LET LOVE IN (1994)
UNA OBRA MAESTRA (con
mayúsculas), un álbum memorable el que hicieron Nick y sus malas semillas,
desde la primera vez que lo escuché, sentí que se me escarapelaba el cuerpo con
esas líneas sombrías y tenebrosas de “Do You Love Me” o el latigazo sonoro de
“Loverman”, era suficiente para sentir que estaba ante un gran disco.
Let Love In es un álbum de texturas
increíbles, de escultural brillantez, intenso y deslumbrante, en donde sale
algo de la cruel belleza del pasado. El resultado fue un disco cuya fortaleza y
cohesión aventajó en algo lo previamente alcanzado por los Bad Seeds, y
cimentado lo que vendría a continuación.
Para Blixa Bargeld este álbum
significó un “gran y maduro registro que
representa el comienzo de un nuevo periodo para los Bad Seeds”, de otro
lado para Mick Harvey “Let Love In era un ejemplar Bad Seeds álbum, tomamos lo que habíamos aprendido de Henry’s Dream que fue solo hacer lo que
habíamos mejorado, es decir dejar de ser flojos y decirnos ‘eso es suficiente’”.
Let Love In sería una experiencia de
aprendizaje para la banda, Blixa explicaría que
“con cada grabación trataba de
encontrar algo nuevo que podía hacer, buscando nuevas maneras de tocar la
guitarra porque soy un anti-guitarrista” ello se ve cristalizdo en temas
como “Red Rigth Hand” o “Loverman”.
Nick Cave hizo algunos bocetos
para las canciones en Londres con Rowland S. Howard y James Johnston de Gallon
Drunk, incluyendo una muy primera versión de la frenética “Thisty Dog”. “Do You
Love Me” fue escrita en también en Londres, en una barraca a la espalda de la
casa de Nick en Notting Hill. “Tomé la
primera línea de algo que mi antigua novia Anita Lane me dijo cuando ella estaba
recordando nuestra relación, todo fuego y ruido” confesaría Nick sobre el
origen de la canción.
“Do You Love Me” es arreglada
alrededor de la línea de bajo de Martin P. Casey con liricas que son hipnóticas
y desesperantes. Ese título abría y cerraba el álbum, creando una atmósfera
sónica ideal de escalofriante perversidad.
“Red Rigth Hand” fue tomada de un
fragmento del jam titulado “Where the Action Is”, que está incluido en el bonus
track incluido en el dvd que acompaña a
la edición remasterizada del álbum del 2011, en donde Mick y Thomas tocaban una
especie de ritmo latino a la cual Nick le agregó una precaria lirica. Harvey
recuerda que existían dos versiones, ambas las grabaron como piezas instrumentales
y que eso “fue tocar sin una guía vocal”. La canción narra la historia de un
carismático líder de una secta de los suburbios de la ciudad. Una campana de
iglesia, un órgano, la reverberante guitarra de Blixa y una línea de bajo casi funky
construyen el fondo musical que acompaña al apocalíptico relato. La perturbadora
pieza aparecería en las tres entregas del film Scream.
Tanto “Jangling Jack” como “Thirsty
Dog” son dos canciones vehementes de liricas nihilista e innecesaria violencia,
tan brutales y horrorosas en toda su amplitud. La antítesis, quizás, es la bella y agradable
“Nobody’s Baby Now” que es una continuación de la balada de amor que Cave había
estado puliendo a lo largo de sus álbumes. Mientras tanto “Loverman” retorna al
Bad Seeds sencillo, visceral y de densa atmósfera, en donde los esquizofrénicos
cantos y gritos de Cave colindan con lo demoniaco. Su comienzo lento y amenazador es de pronto sacudido por una
estruendosa explosión sónica de ruidos y gritos. “Ain´t Gonna Rain Anymore” se
encarga de transportarnos a un ambiente sonoro de siniestro y suspenso mientras
que “Lay Me Low” es un tema dramático y desquiciado a la vez. Cierra el álbum la perturbadora “Do You Love Me? (Part
2)” la continuación de la pieza inicial, pero esta vez el relato continua bajo
un sombrío y espeluznante ambiente sonoro construidos por diferentes
instrumentos de cuerda, con un Nick que emana una voz enfermiza, propia de una
maníaco asesino o pervertido pero que igual llega a cautivarnos cuando entona
el estribillo “do you love me…”.
La reedición del álbum es
acompañada por su respectivo video documental, bonus, y los videos de “Do You
love Me”, “Red Right Hand” y el alucinado “Loverman” en donde se filmó a Nick y
su banda durante sesiones de hipnosis, como para que se escarapelar aún más el
cuerpo y sacudir los sentidos. Let Love In es uno los mejores
álbumes de los noventas y junto con Your Funeral…My Trial disputan el puesto
por el mejor álbum hecho por la banda.
MUDER
BALLADS (1996)
Más de sesenta muertos a lo largo
de once canciones, es el resultado de este extraordinario álbum ¿conceptual?
Que gira en torno a la muerte y el asesinato, temas que Nick había abordado
desde su época con The Birthday Party, y volvería a visitar en varias ocasiones
a lo largo de su rico catálogo Bad Seeds.
Esa tierna e infantil pintura de
la portada, de la cabaña en medio del bosque en tiempo de nieve, no ofrece
ninguna pista del contenido del álbum, inspirado en baladas sobre asesinos, un
tipo de canción popular del siglo XVIII que narraba crímenes cruentos. Algunos especularían
que la imagen de la portada es la visión que el asesino tiene sobre sus
próximas víctimas.
Al terminar Let Love In Nick tenía canciones
de sobra que trataban sobre asesinatos como “O’Malley’s Bar” y “Song Of Joy”
que eran muy buenas como para dejarlas ser solo b-sides. Sobre todo la primera,
que para Cave marcaría el camino de la siguiente producción. El álbum nunca se
planeó como un disco normal, iba a ser la banda sonora de una película. Para
Mick Harvey “era un álbum de transición entre Let In Love y The
Boatman’s Call”.
Blixa y Nick concibieron la idea
de hacer un álbum que hable exclusivamente del asesinato a través de baladas,
canciones folks, canciones blues, añejo rock and roll y canciones rap. La otra
canción, “Song of joy” fue originalmente titulada “Red Right Hand N°2”, que Mick
Harvey la recuerda como “una canción profunda y aterradora”.
Las canciones de Murder
Ballads varían mucho en su estructura y presentación, desde iluminadas hasta
absurdas, de perturbadoras a psicóticas pero todas narradas de manera magistral
y espeluznante por Nick, en la que parece divertirse a plenitud. En la revista Caleta
N°12 Marco Rivera clasifica el álbum en tres ejes según sus líricas: “serial Killers (‘Song Of Joy’, ‘O’Malley’s
Bar’), la criminal fascinación por la belleza (‘Henry Lee’, ‘Lovely Creature’ o
[Where The Wild Roses Grow]) y la exaltación del asesinato como
marginal/maldito (‘Stagger Lee’ o ‘The Curse Of Milhaven’)”.
Al hablar de Murder Ballads hay que resaltar el aporte de las grandes
interpretaciones de Nick en sus dúos conformados con J.P Harvey (su novia de
entonces) y Kylie Minogue respectivamente.
Para este nuevo álbum llega a la
banda el baterista Jim Sclavunos, proveniente de la escena newyorkina del CBGB
quien había tocado con Sonic Youth, The Cramps y Lidia Lunch entre otros.
Los Bad seeds entrarían al Sing
Sing Studio de Melburne para terminar de hacer realidad su alucinada propuesta,
en donde crearían el álbum con relativa rapidez, cuyas sesiones de grabación se
caracterizaron por una banda que acudía al estudio sin nada preconcebido y un Nick
llevando un par de libros escrudiñados de antiguas baladas asesinas, entonces
vendrían las adaptaciones y las ideas musicales, aunque Nick ya había hecho algunas
estructuras básicas para las canciones. Luego se realizaba una lluvia de ideas
y la banda al final de la jornada se marchaba con la grabación de la sesión
para escucharla y regresar al día siguiente.
El álbum se inicia con la tétrica
“Song Of Joy” pieza musical sombría y decadente en donde la narración y la
ficción se unen a la perfección para
relatar el tormento de un testigo de la masacre vivida por su propia familia a
manos de un asesino que escribe en las paredes con la sangre de sus víctimas.
La violencia ensalzada en su máximo esplendor es la grotesca pero no por ella deja
de ser magnifica “Stagger Lee” basada en
una antigua balada folk americana, por
aquella época Nick asistía a conciertos de bandas “gangsta rap” y algo
de ello influye en la interpretación del “crooner” en el tema, haciendo una
especie de extraño “rapeo” gótico. Jim Sclavunos recuerda sobre la creación de
la controvertida canción: “traje esta
versión a Nick pues pensé que la disfrutaría pero no imaginaría realmente lo
que haría con ella”. El hipnótico ritmo de la canción fluyó de la
inspiración del bajista Martin Casey a
quien se le había pedido que toque algo suave y sexy, toda la banda al unísono,
tras escuchar la seductora línea de bajo de Casey exclamaría: “¡Esa es!”. La química fue tal que el tema se
terminó en una hora (¡!), hay que resaltar los terroríficos gritos de Blixa
hacia el final de la pieza que según algunos miembros de la banda les hizo “erizar los bellos de la nuca” al escucharlos.
Luego del caos y furor sembrado por
“Stagger Lee”, el ambiente es apaciguado por la bella “Henry Lee” cantada a dúo
con P.J Harvey, Nick sentenciaría al respecto: “la contribución de Polly volvió esta sencilla canción de inmediato en
un clásico”, resultando pegajoso y dulce corito (La la la la / la la la la lee /A Little bird down on Henry Lee). La
canción fue inspirada por el tema “The Curse Of Millhaven” corte rabioso,
totalmente opuesto a la delicada pieza en mención, y cuyo coro es muy similar (La la la la la la lie / All God’s children
they all gotta die). Blixa y Mick Harvey conversaron y se peguntaron “¿por
qué no hacer una versión lenta de lo que habían tocado?” y en eso se convirtió “Henry Lee”.
El single se convirtió en el más vendido de la banda en todo el mundo |
“Lovely Creature” se encarga de
crear un paisaje sonoro alucinante como si estuviéramos en medio de un
remolino, en donde el sonido se traslada de manera ondulante, y de fondo se
deja escuchar los seductores coros de Katharine Blake. El segundo dueto del
álbum, Nick lo conforma con la cantante australiana Kyle Minougue para la
hermosa “Where The Wild Roses Grow” con cuarteto de cuerdas incluido, donde se
expresan tanto la vida como la muerte, y en donde el asesino responde con una
pedrada en la cabeza ante las muestras de amor de su amada. En 1989 la banda ya
había intentado hacer un dúo entre Nick y Kylie pero fue negado por su
representante, según él por la ocupada agenda de la artista. En esta ocasión
los Bad Seeds no estaban dispuestos a otro rechazo, así que hicieron el
contacto con Michael Hutchence (el fallecido líder de INXS) quien era pareja de
la australiana. El single se convertiría en un éxito que los llevaría a
presentarse en Top Of The Pops, pues era sin duda uno de las canciones más
sobresalientes del álbum, el single se convirtió en el más vendido de Nick Cave & The Bad Seeds en todo el
mundo.
El violinista Warren Ellis,
actual brazo derecho de Nick, tiene una mayor participación en la banda tocando
el violín y acordeón en el monstruoso “Curse Of Millhaven”, cuyo relato maldito
es el de una muchacha adolescente que asesina a los habitantes de su aldea. Ellis
tocaría en otras 3 canciones “Willow Garden”, “The Ballad of Robert Moore and
Betty Coltrane”, y “King Kong Kitchee Ki- mi- O”, todas saldrían como b-sides,
y están incluidas en la reedición 2011 del álbum.
“The Kindness Of Strangers” es
una pieza triste y fúnebre que termina escuchándose de fondo el desgarrador llanto y lamento de una mujer. “Crow
Jane” es otra canción reescrita de una
pieza tradicional que data de 1900, la música creada por los Bad Seeds es el
perfecto soundtrack para apreciar bellos atardeceres melancólicos. “O’Malley’s
Bar” es una marcha ascendente de prolongados 14 minutos en donde un hombre
harto de las burlas decide vengarse de cada uno de los presentes en el bar, es
así que el susodicho comienza a ejecutar a sus víctimas a diestra y siniestra,
y cada muerte es narrada por Nick de manera muy explícita y detallada además de
cierta dosis de ironía y humor negro, sencillamente una canción fabulosa. Luego
de escuchar esta serie de temas que conforman una especie de ópera grotesca se “cierra
el telón” con el cover de Bob Dylan “Death Not The End”, en donde cada uno de
los participantes vocales cantan un estribillo del tema (entre ellos Shane
McGowan (Pugues), PJ Harvey, Kylie Minougue, Blixa y el debut de Thomas Wylder).
Fred MacPherson vocalista de la
banda Spector comentaría sobre el tema: “es
como si los actores de una obra salieran al final para que el público los
aplaudiera, y éste se diera cuenta que se trata de personas comunes que solo
representaban a un personaje”. Esta canción es la única donde no hay
asesinos ni muertos, la pieza suena algo distendida y burlona pues todos
parecen cantarla de manera feliz, otra vez pues está presente ese ambiente de
humor negro.
“Death Not The End” pone el
efectivo colofón a este álbum lleno de crimen y muerte, pero también inspira
cierta nostalgia como si se acercara el fin de una etapa, de una despedida
triste. Sería pues el último gran álbum de los Bad Seeds, y para algunos
integrantes el último en el que darían rienda suelta a su creatividad. A pesar
de que pronto se reunirían para hacer otro disco.
La reedición 2011 de Murder
Ballads, es acompañada por un dvd que contiene el respectivo documental del
álbum, los videos de “Where The Roses Grow”, “Henry Lee” y “Stagger Lee”, así
como una serie de bonus track, ya comentados anteriormente. Este álbum al igual
que el anterior, es otro del catálogo de los Bad Seeds que pueda estar considerado entre lo
mejor de los noventas.
THE
BOATMAN’S CALL (1997)
“No
creo en un Dios intervencionista”
(Into My Arms)
Este álbum fue la antítesis de su
demoniaco predecesor. Delicado, íntimo, por momentos triste y oscuro, The Boatman’s Call plasma la idea de
concebir un álbum de amor, teniendo como soporte musical una instrumentación
acústica muy básica y sencilla, en donde los Bad Seeds no tocarían todos a la
vez sino se turnarían su participación a través de los diferentes temas.
El dolorido semblante
monocromático de Cave en la portada nos avisa que no habrá espacio para
sonrisas ni humor negro, entregándonos doce canciones dolorosas y existenciales,
en donde resalta la voz del “crooner” al
interpretar sus tiernas composiciones.
Cuando la banda estaba creando Murder
Ballads paralelamente Nick escribía una serie de canciones que eran
totalmente opuestas a la temática de las “baladas asesinas”, mientras se
mezclaba el mencionado álbum, Nick se iba al estudio adjunto acompañado de
Casey y Wydler y con un piano trabajaban un grupo de canciones que eran quietas
e introspectivas.
Mick Harvey diría sobre el álbum
“es un disco intensamente personal
entonces era natural que Nick debía tener más control sobre su música”. Los
Bad Seeds se limitarían a asumir el papel de una delicada banda sonora de las
confesiones de Cave.
La grabación de este álbum se
desarrolló en el legendario Abbey Road Studios de
Londres, logrando una experiencia diferente para la banda, por ejemplo Blixa se sintió algo incomodo pues no se acomodaba a su forma de trabajar. “Solo había una sala, todos estaban en la misma y no me gusta estropear la base de la canción mientras intento probar cosas nuevas. Así que me hicieron una pequeña sala extra; yo me recluía allí adentro, pero aquello no fue muy bueno para mí. No me gustó mucho ese proceso de grabación” confesaría Blixa.
Londres, logrando una experiencia diferente para la banda, por ejemplo Blixa se sintió algo incomodo pues no se acomodaba a su forma de trabajar. “Solo había una sala, todos estaban en la misma y no me gusta estropear la base de la canción mientras intento probar cosas nuevas. Así que me hicieron una pequeña sala extra; yo me recluía allí adentro, pero aquello no fue muy bueno para mí. No me gustó mucho ese proceso de grabación” confesaría Blixa.
"...había gente que debía retirarse..." Mick Harvey |
Para Harvey “fue un proceso raro, era como dar un paso atrás ya que no hice lo que
solía hacer, en cierto modo durante mucho tiempo trabajé duro con los arreglos
y tocar cosas distintas o sustituir voces o sonidos. Era un sitio tan pequeño,
que no podía realizar funciones que había hecho hasta entonces…pero ello
también sirvió para darme cuenta de que había gente que debía retirarse y no
sabían cómo ser reservados en su enfoque y ser muy selectivos con cuándo tocar
y cuándo no… puso a prueba a The Bad Seeds para sacar a luz sus puntos fuertes…demostrando
cuánta empatía tenían con Nick”.
El baterista Thomas wylder
confesaría que “nunca había tocado la
batería tan lenta”, mientras que su colega Jim Sclavunos diría que “la parte más desafiante era ser paciente…restringirse tu mismo algunas
veces del entusiasmo de tocar. Pero, fue realmente grandioso el verse forzado a
ejecutar lo estrictamente necesario…fue un momento muy especial de la
existencia de la banda, y de la existencia de Nick como un compositor”.
Para Warren Ellis The
Boatman’s Call evoca “un sonido
puro. Los instrumentos y las voces tenían un sonido muy puro. Las voces son sin
efectos, ni forzamientos. Estas tienen un bello tono. Es un tono, que pienso Nick
siempre había tenido y algo que había realmente buscado a través de los años.”
Nick Cave tenía una visión clara
de lo que quería lograr. “Fue el primer
álbum que hice obviamente auto referencial. Las canciones dramatizaban ciertos
aspectos de mi vida…Hay un gran valor en este tipos de canciones pero existen
también adentro algo heroico que, al final, resultan incomodo para mí”.
Desde el arranque con la
excelente “Into My Arms” se percibe en las canciones de Nick una inmensa
sensación de pérdida proveniente aparentemente de una ruptura amorosa, la obsesiva
“Black Hair” no será acaso en alusión a PJ Harvey. Volviendo
a la canción inicial del álbum, es simplemente una pieza hermosa y emotiva
construida solo a base de piano y voz, en donde sus liricas me resultan
impactantes “I don’t believe in interventionist
God/ But I Know, Darling, that you do/ But if did I would kneel down and ask
him/Not to intervene when it came to you/ Not To touch a hair on your head/To
leave you as you are/And if He felt He had to direct you/Then direct you into
my arms./ Into My arms, O Lord”. Es pues el tema más destacable
del álbum. Así mismo su respectivo video (también monocromático) resulta
realmente conmovedor al observar los rostros de seres en estado depresivos,
¡directo al corazón!.
“En
aquel tiempo las palabras de Cristo tuvieron un gran impacto sobre mí”
|
“People Ain´t No Good” es otra
tierna pieza que sigue la misma instrumentación de sus antecesoras, el tema
incluso formaría parte de la película “Shrek 2”, y es allí donde creo recae una
de las debilidades de este álbum, las canciones son cortadas por la misma
tijera, y es que a veces lo homogéneo puede resultar un buen recurso, pero en
este caso por momentos llega a cansar. Aunque al final es cuestión de gustos,
en su tiempo el álbum fue condenado por algunos críticos mientras que otros lo
alabaron. De todas formas el álbum formaría parte de los rankings de los
mejores álbumes de los 90’s y en varias listas superando en posiciones a los
extraordinarios Let In Love y Murder Ballads , lo vuelvo a
repetir, es cuestión de gustos.
Otras destacables piezas son
“There Is a Kingdom”, “Far From Me” y “Brompton Oratory” que muestran cierta
conexión de Cave con Dios. Nick confesaría que por esa época estaba leyendo el
Nuevo Testamento, escribiendo temas sobre la redención, intervención divina e
iconografía bíblica. En aquel tiempo las
palabras de Cristo tuvieron un gran impacto sobre mí” admitiría Nick.
“(Are You) The One That I’ve Been
Waiting For?” y “West Country Girl” con sus tiernas melodías son otros puntos
altos del álbum, destaco sobre todo la segunda por el bello sonido producido
por el violín de Ellis, y ese aire western que impregnan las cuerdas de los
músicos. La triste “Green Eyes” a pesar de no ser una grandiosa canción, pone
un correcto final a este buen álbum, opaco (no por su calidad) de la misma
forma que la magnífica fotografía de la carátula (hecha por el gran Anton
Corbijn).
La reedición 2011 es acompañado por un dvd que contiene el
documental del álbum, así como el excelente video, ya comentado, de “Into My
Arms” y “(Are You) The One That I’ve Been Waiting For?”, y como bonus tracks los temas “Little Empty
Boat”, “Right Now I’m A-Roaming”, “Black Hair (Band Version)”, “Come Into My
Sleep” y “Babe, I Got You Bad”, buenas canciones que pudieron tener mejor
suerte pero que por su colorido y por momentos de aparente alegría no encajaban
dentro del concepto que Nick había establecido para The Boatman’s Call.
Así se terminaría la década para
Nick & The Bad Seeds, con esa misma ternura con que la iniciaron con The
Good Son, pero siempre llevando consigo ese mensaje desesperado y
oscuro en sus letras y esa exquisita sonoridad sabiéndola conducir entre la
tempestad y la calma. Pasarían cuatro años para escuchar una nueva producción
de crooner infernal y sus malas semillas pero eso será parte una futura
entrega.