miércoles, 12 de febrero de 2014

ARCADE FIRE: “THE SUBURBS, LA OBRA DE ARTE DE LA DÉCADA” (2009-2011) – Parte 3



El título de este artículo puede sonar pretencioso, sobredimensionado, reflejar subjetivismo propio de la emoción, alejado de la razón y para algunos fans de Funeral podría sonar profano. Pero es el pensamiento que se me viene a la mente cada vez que escucho  The Suburbs. La experiencia es muy similar a la experimentada en mi juventud, cuando en el estéreo sonaban álbumes que han marcado mi vida como Songs To Learn And Sing de Echo And The Bunnymen,  Achtung Baby! de U2, Violator o Songs Of Faith And Devotion de Depeche Mode, Disintegration de The Cure, discos que no paraba de escucharlos una vez tras otra, disfrutándolos ya sea moviéndome, bailando o recostado sobre mi cama al compás de sus canciones.  
El tercer álbum de los canadienses, es la obra de arte no solo del catálogo de la banda sino de la década, un disco casi perfecto, salvo una muy ligera laguna sobre el final, pero que para nada opaca el resultado total.  El sonido barroco y grandilocuente que Arcade Fire ya había presentado en Neon Bible, ahora lucía más equilibrado, poniendo lo justo, sin exageraciones, con canciones brillantes que duran lo necesario como para hacernos sentir en la gloria, combinándolo en esta ocasión con sonoridades, new wave, synth-pop, folk, techno y disco.
Si Funeral representó el despegue a la exosfera, Neon bible  la mantención en ese nivel, The Suburbs significó la confirmación de Arcade Fire como banda de peso, como una de los mejores bandas nuevas del mundo. Si bien Neon Bible era un buen álbum, había dejado una señal ambigua entre su público y la crítica, para algunos se trataba de un descenso musical, mientras que para otros parte de un proceso de transición musical o el punto de partida hacia algo mucho mejor. Felizmente significó lo último.     
SOMETIMES  I CAN’T BELIEVE IT, I’M MOVING PAST THE FEELING
“Muchos de mis ídolos, desde Bob Dylan a Joe Strummer, eran muchachos de extrarradio que tuvieron que fingir que viajaban saltando de tren en tren toda su vida”, declaró Win a NME en mayo del 2010. “Lo que hacemos en The Suburbs es hablar sobre una experiencia real en vez de fingirla”. Y  es que la inspiración del álbum tiene su origen en las experiencias que los hermanos Win y William Butler tuvieron como habitantes del extrarradio de Houston, Texas, por eso para Win The Suburbs  “…es una carta desde el extrarradio”. 
Musicalmente Win definió el sonido del disco como “una mezcla entre Neil Young y Depeche Mode”, en su intento de reproducir aquellos sonidos  de las bandas que escuchaba de adolescente y le parecían alucinantes. Los elementos temáticos y musicales hacen de The Suburbs un álbum conceptual.
El álbum se grabó en gran parte en el estudio casero de la residencia de Win Butler y su esposa Régine, en Montreal, otras partes se grabarían en Québec y New York. La característica de su grabación fue el hacerlo primero en un disco de acetato, y posteriormente transferirlo a formato digital, de esta manera las ediciones digitales y en Cd sonaría igual que en vinilo. 
El esperado tercer álbum fue lanzado por Merge Records en Norteamérica y por Mercury Records en Uk, el 2 de agosto del 2010. Aunque días antes de su lanzamiento se filtraron y circularon por la web los audios de algunas canciones. El 20 de agosto se publicó un video del tema “Ready To Start”, recogiendo imágenes de un concierto de la banda en Londres, realizado el 7 de julio de ese año.
El 18 de noviembre del 2010, saldría el videoclip del tema “The Suburbs”, dirigido por Spike Jonze. El clip fue filmado en Austin, Texas, observándose un grupo de adolescentes de los suburbios haciendo travesuras, Win y Régine participan en el film musical  como agentes policiales. Este video es parte del corto Scenes From The Suburbs, que se estrenaría en el Berlin International Festival del 2011.   
The Suburbs  debutaría N°1 en Irlanda, Uk, Estados Unidos y Canadá. Ganaría el premio al Álbum del año en el Grammy Awards, Juno Awards, Polaris Music Prize, Brit Awards del 2011.
THE SUBURBS
Una de las principales característica del álbum, es que los Arcade Fire, nos llevan de un lado para otro, con sus melodías y ritmos, bajo una estructura de constantes cambios de estilos, del folk, al rock, a la psicodelia sinfónica u orquestal, a la electrónica, desde su arranque demoledor con  “The Suburbs” hasta el sexto tema, “City With No Children”. Donde la banda nos da sin piedad a nuestros sentidos, dejándonos sin aliento, ante tantas emociones experimentadas alrededor de todo ese grupo de canciones iniciales. Está en su variedad de estilos la clave para que The Suburbs nos mantenga hipnotizados a lo largo de sus 63 minutos de duración, así como en su contundencia, eclecticismo, matices y luminosidad,   logrando un disco monumental, una obra maestra.
The Suburbs es un álbum sin himnos, sin temas para ser coreados en un estadio, pero a cambio los canadienses nos entregan un grupo de canciones que encajan a la perfección, su grandilocuencia sonora edificada sobre la multi-instrumentación,  con la new wave y el pop, unión que tiene su mejor ejemplo en la espectacular “Rococo”, llevándonos a recónditas zonas del subconsciente. 
Arcade Fire demostró que estaba para grandes cosas, e ir más allá de su auspicioso debut, su ambiciosa propuesta para este álbum lucía una riqueza sonora como pocas bandas en el mundo.  Habían hecho algo especial.  
El piano “folkie” de “The Suburbs” es un perfecto inicio para el álbum, vislumbrando una prometedora  experiencia musical, su pegajosa marcha, además de ese genial falsete de Win en el estribillo, antoja acompañarlo. Su sonoridad nos hace transitar entre el western y los “salons” añejos de Nashville.  En el tema, Butler irradia nostalgia por la adolescencia perdida (“When all the walls they built in the 70s finally fall, when all the houses they built in the 70s finally fall… Meant nothing at all?”)  A pesar de su optimista melodía. Enganchada nomás sigue la vertiginosa “Ready To Start”, una potente y contagiante pieza  rockera, destacando su punzante línea de bajo, y una serie de ruidos coqueteando con el shoegaze. El comienzo del álbum no pudo ser más apoteósico. 
Arcade Fire en el Reading Festival 2010
Reduciendo un poco las revoluciones sigue “Modern Man”, la primera aproximación new wave, del álbum, cuyos crescendos  resultan alucinantes, aunque su instrumentación suena un poco “seca” por intentar darle una definición, aún así es un tema maravilloso por su agradable mediotiempo, en donde líricamente Win cuestiona  las supuestas virtudes de ser moderno en una sociedad que no lo es. Empalmada, sin silencios, continúa la majestuosidad barroca de “Rococo”, grandilocuente al extremo, maravillosa, alucinante, épica, impecable, emotiva, hipnótica, mágica pieza, cuyos fantásticos e imponentes arreglos constituyen a los Arcade Fire, como unos extraordinarios arquitectos del sonido, esas texturas y atmosferas que logran construir son realmente maravillosas, es imposible que uno no pueda dejarse envolver y llevar a través de sus capas sónicas, sus etéreos coros son realmente de ensueño,  un tema perfecto.  “Al hilo” prosigue la acelerada y breve  “Empty Room”, teniendo como estandarte la dulce voz de Régine, casi asfixiándonos ante tanto frenesí y movimiento, compuesto por una muralla de sonidos garage, lo-fi, noise, y set de violines con sintetizadores. Sin parar es el lema del álbum, así que al instante irrumpe el bajo, las guitarras y los psicodélicos teclados de “City With No Children”, destacando el bellísimo juego de voces de los esposos Butler.
"Sabíamos que te gustaría The Suburbs"
Luego de tantas emociones experimentadas y de haber estado moviéndome sin parar al compás de todos estos temas, por fin los canadienses me dan un respiro, con la hermosa y sinfónica “Half Light I”, una especia de balada orquestal que termina encontrándose con guitarras y sintetizadores, creando un ambiente sonoro majestuoso, en  donde otra vez Régine  se encarga de encandilarnos con su voz. Una pieza perfecta para cualquier relato mágico. Otra vez sin piedad, los Arcade Fire, le siguen dando a donde más le gusta a mi emoción musical, con la mezcla disco-new wave, techno de “Half Light II (No Celebration)”, su ritmo galopante es acompañado por los lamentos de Win y Régine intercambiando funciones vocales.
Esos geniales punteos de guitarra de “Suburban War” y su atmosfera folk, son espectaculares, además de la voz de Win pareciendo encarnar a Bruce Springsteen, una canción que va ascendiendo hasta llegar a increíbles climas sonoros sobre el final en donde un descarnado Butler declara All my old friends, they don’t know me now”. Toda esa temática de lamentos sobre conflictos culturales, étnicos y raciales propios de la urbe se da contra la pared con la adrenalina rockera de “Month Of May”,  otra vez el cambio de ritmo se hace presente con la folk “Wasted Hours”, por esa misma senda sonora sigue “Deep Blue”, tema que guarda ciertas deudas con el primer Bowie y cuyo delicado piano la hace sonar sencillamente brillante.
Los teclados y los estribillos de “We Used To Wait” crean un ritmo irresistible, otro tema emblemático del álbum. “Sprawl” es demasiado triste para este disco, le da un ligero bajón al mismo, no porque sea un mal tema, es más se trata de una buena balada minimalista, desgarradora, pero no termina de cuajar con el resto del álbum, su contraparte es la bellísima pieza disco-synth “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)”, que combinándose con la hermosa voz de Régine, me hacen estremecer hasta las lágrimas al no poder creer estar escuchando una melodía y música tan perfecta, exquisita y bonita, ¿Será acaso ese aire ochentero y electrónico del tema, que penetra hasta lo más profundo de mis recuerdos y corazón lo que me conmueve del mismo? La banda hizo con esta canción lo más arriesgado en su carrera, y le salió fenomenal, y de paso una de las mejores canciones de todo su repertorio. 
Arcade Fire ganando el Gramy al álbum del año (2011)
Finalmente cierra el breve reprise de “The Suburs” a manera de conclusión de esta obra maestra, su sonoridad compuesta por arreglos de cuerda, cellos y la triste interpretación de Win logra sonar como una especie de recuerdo lejano. 
Con The Suburbs  Arcade Fire demostró que podía crear canciones con singular maestría sea del estilo que fueran, su majestuosa música terminaría conquistando al mundo y sus principales festivales rockeros. El éxito alcanzado por la banda era más que meritorio, nos terminaron de convencer, y colocarlos en nuestro altar de bandas consagradas y de paso renovando nuestra esperanza en el pop del mañana….aunque tres años después la historia sería algo distinta.        




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