HIGH HOPES
BRUCE SPRINGSTEEN
COLUMBIA RECORDS
(2014)
Te
había perdido la pista Bruce hace tres décadas, escuchar tu nombre evocaba mi
últimos años de infancia observando desde mi azotea casi todo San Martín de
Porres acompañado de algunas de tus canciones del Born In U.S.A, cuando las casas eran de un solo piso y aún se
divisaba las “chacras” hacia el norte.
El año pasado unos amigos que fueron a Santiago de Chile a verte y me
hicieron recordar tu existencia, llegando a saber que tu carrera había
continuado de manera ininterrumpida, y qué además llevabas ya años tocando
nuevamente con la E Street Band, el
escuchar adelantos de tu nuevo disco me hizo renacer ese añejo romance y ahora
al tener tu nueva obra entre mis manos junto al dvd en vivo de tu exitoso álbum
ochentero, creo que nuestro reencuentro no pudo ser mejor, pues me has hecho
pegar la vuelta al “paraíso perdido”.
Lejos
de ser una réplica de Born in U.S.A., High Hopes me deja
embelesado. Ahora ya no para escucharlo mirando la floreciente urbe de aquellos
lejanos años, sino en una tierra más alejada, en medio de una ciudad poblada
por edificios rodeada por las montañas. Reclutar a gente como Ron Aniello y
Brendan O’Brien en la producción ha sido
ideal para llevar por buen rumbo tu bizarro proyecto de compendiar canciones
descartadas, rarezas, reversiones de temas antiguos y covers de otros músicos.
Ellos te tuvieron la fe y paciencia necesaria a pesar de no acercarte por buen
tiempo al estudio de Los Ángeles, pues tu ajetreado Wrecking Ball Tour, así te
lo impedía. Pero al final llegaste un marzo de 2013, te metiste a mezclar y
posar para la sesión de fotos, grabaste 20 temas y te diste tu tiempo para
seleccionar los doce temas del disco.
The Boss con Tom Morello |
La
inclusión de Tom Morello (Rage Against The Machine, Audioslave) a la E Street
Band y colaboración en el nuevo álbum, a pesar de mis suspicacias, no hizo sino
darte la razón sobre tus planes, a algunos no le gustó el resultado final de tu
álbum, pero como dijiste “la mejor
manera de describir este disco es que es un poco anormal pero no mucho.
Realmente no trabajo de forma lineal como otra gente hace”, es así que podemos encontrar piezas como “High
Hopes” originalmente grabada en 1995 y publicada en el EP Blood Brothers, “American Skin (41 shots)” compuesto por el
año 2000 e interpretado en tu reunión con la E Street Band y publicado en un
álbum en vivo y “The Ghost Of Tom” sencillo del álbum del mismo título de 1995.
Todas estas canciones las interpretaste con tu banda durante la gira 2012-2013.
Otras canciones como “Harry’s Place” la descartaste del álbum The
Rising, “Heaven’s Wall”, “Down In The Hole” y “Hunter Of Invisible
Game” la compusiste entre 2002 y 2008, y “The Wall” la escribiste en 1998, para
recordar Walter Cichon, el músico de New Jersey que partió sin retorno a la
guerra de Vietnam, el miembro de The Motifs “una banda local de rock que estaban siempre por encima de cualquiera.
Crudos, sexys y rebeldes, eran los héroes que aspirabas ser”. Tom Morello te sugirió incluir “Just Like Fire Would” de The
Saints, y no sé quién “Dream
Baby Dream” de Suicide, pero vaya
versión que te mandaste del dúo, además de colgar en diciembre pasado un
hermoso video en agradecimiento a los fans por la gran gira, con este bello
tema de fondo.
Tu álbum se coló por la web antes de tiempo, pero
no hizo sino crecer mi anhelo de tenerlo entre mis manos y escucharlo en mi
estéreo. Hasta que llegó el 14 de enero
y algunos te dieron con palo y hasta me hicieron dudar de mi gusto por tu nuevo
acto sonoro, pero verte días después presentándote en Late
Night With Jimmy interpretando “High Hopes”, “Heaven’s Wall” y “Just Like
Fire Would”, reafirmaron mi admiración por tu nueva obra.
La peculiar estructura de High Hopes, aparenta cierta
carencia temática por sus giros impredecibles, pero la revitalización del
material antiguo y la humanidad y la energía que irradias con 64 años a
cuestas, presenta el mejor rostro musical
que puedes ofrecer a tus seguidores y aquellos que nos reencontramos
contigo después de largos años, y de paso dejar callados a los detractores que
señalan a tu álbum como un oportunista recopilatorio de rarezas y versiones.
Inicias el disco con “High Hopes” de los
desconocidos Havalinas, en donde la percusión, la guitarra de Morello, el
extraordinario set de vientos y ese coro
en clave góspel, te allanan el terreno para que transite a placer tu enérgica
voz. Morello le sigue dando a la guitarra con efectos ondulantes en
“Harry’s Place” y crea suculentas atmósferas
sónicas en combinación con el sensual saxofón y los sintetizadores, ejecutados
por tus amigos que ya hoy no te acompañan en la brega (Clemons
y Federici respectivamente).
Vaya extra de la edición limitada, dvd en vivo del Born in U.S.A |
En la bellísima y emotiva “American Skin (41
shots)”, que ya la habías tocado en tus conciertos, logras una sensación sonora que oscila entre la elegía
y lo épica, homenajeando a personajes injustamente asesinados por la autoridad
policial, ensoñadores y etéreos sonidos in
crescendo son irrumpidos por la guitarra de Morello, luego del cual el tema se
vuelve algo más convencional, pero me continua agradando, sin duda una de mis
favoritas del disco. En la versión “Just Like Fire Would” de tus favoritos punks
australianos The Saints otra vez te
acompañas del Rage pero esta vez, éste coge su guitarra acústica para
entregarnos una cromática pieza, solo te quedó decir “Tom y su guitarra se convirtieron
en mi musa, empujando al resto del proyecto a otro nivel".
“Down In The Hole” cuenta la colaboración de sus tres hijos con Patti
Scialfa logrando angelicales coros, en medio de tenues y envolventes melodías
construidas por órgano, percusión y un emotivo violín. El pegadizo coro góspel “Raise your hand, raise your hand, raise your
hand” de “Heaven’s Wall” se apodera de inmediato de
mi mente, pero los guitarrazos de Morello esta vez creo que resultan
innecesarios.
“Frankie Fell In Love” transpira
sudor a alegre rock sureño sesentero, al
lado más tradicional del Boss, su festivo sonido es alentador. Otra vez la
atmosfera sureña se apodera con las primeras melodías de la hermosa “This Is
Your Sword”, exquisita combinación de pop elegante y sofisticado con semejanzas
a lo último de lo hecho por los Prefab Sprout, con rock western, pero las sonoridades sureñas
se prolongarán con la tierna “Hunter
Of Invisible Game”, en donde delicadas cuerdas, percusiones, acordeones,
violines, piano, van sucediéndose para relajar nuestros sentidos.
Tanto “The Ghost Of Tom Joad” como “American Skin (41 Shots)” las
declaraste como las mejores de tu repertorio, por ello las consideraste para darles un mejor trato en el
estudio y grabarlas nuevamente. Qué
noble de tu parte que dejaras a Morello explayarse nuevamente a sus anchas con
sus extenuantes solos de guitarra sobre el final, con los del comienzo eran
suficiente, quizás en ello les doy la razón a quienes reprochan tu álbum,
demasiado protagonismo le diste a Morello además de compartir coros. A pesar de
ello, qué gran tema que te mandas.
Inspirándote en tu visita al monumento a los Veteranos de Vietman,
especialmente recordando a uno de tus
amigos que partieron para no regresar, el músico Walter Cichon, que con su
banda The Motifs, fueron una de tus influencias, nos entregas una joya
majestuosa como “The Wall”, que por haber conmovido tu corazón la has tocado
algunas veces. Sobre los Motifs dijiste: “estos eran los héroes que podría tocar, hablar, y acudir con preguntas
musicales. Geniales, pero siempre accesibles, fueron una inspiración para mí y
muchos músicos jóvenes que trabajan en la década de 1960 en el centro de Nueva
Jersey”. Aunque
utilizas la alegoría de un infante de marina, tu intención en el fondo es
homenajear a tu amigo caído en armas.
Cierras
tu disco con una mejorada versión de “Dream
Baby Dream” de Suicide, una hermosa
pieza etérea donde en forma ascendente pianos, sintetizadores, mandolinas,
loops, guitarras acústicas y tu conmovedora voz me estremece los sentidos, embargándome
de entrañable nostalgia, y quizás por allí robarme alguna lágrima. Solo me queda
aplaudir tu magnífica versión.
No es casualidad que High Hopes debutará en el primer puesto de las listas de
discos más vendidos de varios países, incluyendo tu natal Estados Unidos y el
Reino Unido, alcanzaras el top del Billboard 200 y que en una semana hayas
vendido 95 mil copias.
Quienes te conocen más que yo y han seguido paso a
paso tu extensa carrera, quizás añoren los tiempos en que empuñabas la guitarra
acústica y la armónica, haciendo algo más tradicional, pero yo te conocí como
un rockero ochentero con la E Street Band, haciendo un pop sofisticado, de
exquisitos arreglos y te vuelvo a encontrar como te dejé, nuestro reencuentro
no pudo ser mejor, a pesar de las pestes que los críticos han dicho sobre ti, la majestuosa sonoridad de tu álbum, ha hecho
que me vuelve a interesar en tu obra, y revisar tus discos tratando de
recuperar los años perdidos. Tu álbum ha sido arriesgado, darle tanto espacio a
Morello, resucitar rarezas y regrabar temas antiguos. Tu añejo folk todavía se
deja apreciar por allí, pero como bien dices en el booklet de tu álbum “Desde los gangsters de "Harry's Place", a los compañeros de
piso en "Frankie Fell In Love" (con sonidos de Steve y yo en nuestro
apartamento Asbury Park), los viajeros en el páramo de "Hunter Of
Invisible Game", al soldado y su amigo en "The Wall", sentí que
todos merecían un hogar y una audiencia. Espero que lo disfruten”.
Vaya
si The Boss algún día leerá esto, pero no puedo dejar de proclamar mi
entusiasmo por reencontradme con uno de los héroes de mi niñez, y siguiendo ese
espíritu, escribí esta reseña en un estilo quizás algo estúpido o ridículo pero
que finalmente pretende homenajear mal que bien el último acto de Springsteen.
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