Recuerdo
aquel jueves de pascua del 2007, cuando salté de alegría al ingresar a la
website de Front 242 y ver incluida a Lima dentro de su gira a nuestro
continente, la presentación sería un 25 de octubre, pero llegado el mes de
agosto el tour se canceló, dejándonos a los fans con los crespos hechos. Si
bien los belgas no habían hecho (y siguen sin hacer) nada del otro mundo hace
años, resultaba emocionante ver en vivo a una de las bandas pioneras y revolucionarias
del techno de vanguardia y una referencia obligada para entender la evolución
de la “electrónica”, precursores del EBM (Electronic Body Music) y a los que otros
catalogaron su música como industrial. Lo cierto es que en los 80s y aun
comenzando los 90s, los sonidos expuestos por los belgas en sus diversas piezas
musicales, se encargaba de recrear en nuestras juveniles mentes, paisajes futuristas,
galácticos o causar la sensación de estar sumergiéndonos en las profundidades
de un videojuego.
La
ciudad de Aarschot, situada a 38 minutos de Bruselas fue el espacio elegido por
el destino, para que los programadores, Daniel Bressanutti y Dirk Bergen
(también diseñador) en 1981 dieran rienda suelta a sus instintos de innovación artística,
concibiendo música a partir de las herramientas electrónicas emergentes, esos
ideales se plasmarían ese mismo año por medio del single “Principles”.
Paralelamente otro programador, Patrick Codenys (Daniel B. Prothese) y el
cantante Jean-Luc De Meyer formaron Bajo Visor, ambos dúos terminaron uniéndose
en 1982. Al principio Bressanutti, Codenys y De Meyer alternaron voces, pero De
Meyer quedaría como vocalista y letrista principal.
Existen
diversas hipótesis sobre el origen del nombre del grupo. Se cree que proviene
de un levantamiento popular organizado, otra posición afirma que fue extraído
del decreto que estableció la ONU en 1979 para establecer lo que sería la
primera semana de paz después de la guerra de los seis días que tuvo su origen
en el conflicto árabe-israelí, Resolución 242 del Consejo de Seguridad, en la
que Israel debía retirarse de los territorios ocupados de Palestina, “o interpretado según la ideología del grupo,
sería el avance del débil sobre el fuerte”. En una entrevista para la
televisión belga, realizada a inicios de los 90s, Daniel Bressanutti dijo que “242”
se usaba en vez de la expresión “¡maldita sea!”. También podría ser, por los
242 ciudadanos belgas condenados a muerte por colaborar con los ocupantes
alemanes después de la Segunda Guerra Mundial. Para terminar con el origen del
nombre, se presume que sencillamente Front 242, no tiene ningún significado en
particular.
ESCULPIENDO
EL FUTURO DESDE LOS 80S
El
segundo single “U-Men”, precedería al lanzamiento del álbum debut Geography
(1982) y posteriormente Dirk Bergen dejaría la banda para dedicarse por
completo al diseño gráfico. En las presentaciones en vivo se sumaría a la
banda, el percusionista Geoff Bellingham y Richard Jonckheere, más conocido
como Richard 23 ingresaría formalmente como otro vocalista más.
Front
242 recogía la influencia de los alemanes Kraftwerk, pioneros de la música
electrónica, el hibrido punk y electrónico de Throbbing Gristle, la enajenación
techno expuesta por Cabaret Voltaire, y
reminiscencias del synthpop de comienzos de esa década, pero matizándolas con
alta dosis de agresividad y ambientaciones futuristas pero embargadas por la
angustia, dando origen al EBM, y cuyo EP No Comment (1984) se exhibe como influencia
principal de dicho estilo.
En
1987 Front 242 sería fichado por el sello norteamericano “industrial” Wax
Trax!, relanzando algunas de sus grabaciones previas y sacándolas a través de
la colección de rarezas Back Catalogue (1987). Ese mismo año
la banda lanzaría un nuevo álbum Official Version, mostrando un
sonido más sólido y contundente destacando la adictiva “Masterhit”. Al año
siguiente vería la luz, Front By Front, sin duda el mejor
disco de los belgas, teniendo en “Headhunter” su primer éxito, alcanzando el
puesto #13 en el Billboard Dance/Club Play Songs en los Estados Unidos. Durante
los 80s, los belgas marcaron el sendero por donde debía transitar el futuro de
la música electrónica.
Hacia
finales de los 80s Front 242 daría el gran salto al firmar con Epic Records, subsidiaria
de la transnacional Sony Music, siendo
el primer álbum en lanzarse con su nueva casa discográfica Tyranny (For You) (1991),
logrando escalar hasta la posición #95 en el Billboard 200. Posteriormente se
reeditarían todos sus álbumes con nuevos artes de portada y trayendo como bonus
tracks: Eps, singles, rarezas, demos y tomas en vivo.
UNOS
FUTURISTAS PERDIDOS EN EL FUTURO (1993-2015)
En
1993 la banda lanzaría dos álbumes, que podríamos decir seguían un mismo
concepto, sonar más experimentales, espaciales, arriesgados, incluyendo
guitarras sampleadas, voces femeninas y sonoridades más “ruidistas”. 06:21:03:11
Up Evil y 05:22:09:12 Off descritos
por la banda como “la dualidad del bien y
del mal”, mostraban ambientes más tensos, siniestros, abrasivos, tortuosos y perturbadores, pero
que no terminaron de cuajar ni mostrarse sólidos, el resultado fue poco convincente
e hizo que muchos seguidores dejarán de seguirle el rastro a Front 242 de ahí
en adelante, yéndose en pos las nuevas propuestas electrónicas que se asomaban
por la época que también combinaban la música de baile con sonidos violentos
como The Prodigy. Ese mismo año Richard
23 haría mutar su nombre a Richard J.K.
En
1994 se lanzaría Live Code, disco en vivo que recogería temas clásicos y del Up
Evil, luego el álbum de remixes, Mut@ge.Mix@ge (1996), a pesar del
auge de la música electrónica por aquella década, Front 242 optó por permanecer
dentro de los circuitos alternativos, aunque más por una cuestión de crisis
creativa que idealista. En 1998 saldría otra producción en vivo Re:Boot
(1998).
Durante
5 años a causa de los diversos proyectos en que se involucraron sus
integrantes, la banda no publico nada y sus apariciones en vivo se volvieron
esporádicas, hasta el lanzamiento de su EP Still & Raw (2003), con
el retorno de Daniel Bressanutti y la
aparición de un nuevo álbum Pulse, donde los músicos ensayaron
sin éxito reinventarse a través de sonidos glitch y voces procesadas, aún en el
look de sus protagonistas, hace rato habían colgado los atuendos militares y
agresivos, para lucir más “cool” y aún como inofensivos hip-hopers.
RETORNANDO DEL FUTURO
Desde
el lanzamiento de su compilatorio Moments (2008) hacia adelante, Front
242 está yendo a lo seguro, presentando en sus shows en vivo, sus temas
ochenteros más emblemáticos con ciertos arreglos aplicando la tecnología musical
de vanguardia, además de regresar sus integrantes a su estética “castrense”
pero no tan extrema como la de sus inicios, lo que ha significado que las
presentaciones de los belgas se conviertan en una especie de “revival”, sino
revisa sus conciertos en el youtube, sobre todo la de los dos últimos años, ocasionado que la banda
nos vuelva a emocionar y escarapelar el
cuerpo al escuchar su música. Sería engañarnos que los belgas hayan hecho algo decente
en dos décadas pero su legado futurista ha sido más que suficiente, pues aquellas
obras de arte bosquejadas por sus sintetizadores y computadoras sigue deslumbrándonos
como antaño y haciéndonos apreciar el futuro todavía algo distante, por lo que el poder verlos mañana en la capital se convierte en una cita obligada.
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