jueves, 22 de diciembre de 2016

LOS MEJORES DISCOS PERUANOS 2016. PARTE 2 (30-21)

El apoyo televisivo a nuestra música, se dio en mayores proporciones durante este año, programas como Imagen de la Música, ofrecieron una excelente plataforma para que las diversas bandas de distintos géneros hagan conocer sus propuestas por señal abierta, lamentablemente el espacio fue retirado de la programación, quedando muchos proyectos y bandas sin pasar por ahí, llamándonos la atención el por qué muchas bandas no fueron tomadas en cuenta a pesar de contar con valioso material, en cambio muchas veces tuvimos que soportar innecesarias repeticiones de agrupaciones que no sabemos cómo pudieron llegar a participar.
El Jammin revivió, aunque con algunos invitados que nos dejaron más que desconcertados, además de un Jhovan Tomasevich y El Marshall que siguiendo los pasos de Edu Saettone, no entienden que si vemos el programa es por el cartel que se anuncia durante la semana y no para verlos a ellos ejecutando alguna pieza o “¡refrito cover!”, por más buenos músicos que sean. Asimismo la apertura de Movistar Música es valiosa, pero en algunos casos hemos apreciado que a los presentadores le faltan informarse un poquito más del músico al que invitan, por ejemplo el cantante de Zen cuando entrevistó a Ale-Hop, solo se limitó a referirse sobre su paso por la Red Bull Music Academy y poco o nada de su reciente disco dvd Pangea y sus otras producciones.    
Bueno continuemos donde nos quedamos…

30.  
KALI
EL OTRO INFINITO
Chip-Musik
Ambientes trasnochados, espectrales y enigmáticos concebidos sobre la base de una amalgama de sonoridades sintéticas son las que nos presenta Alfonso Noriega, quien está detrás del El Otro Infinito, en este álbum.   
La inescrutable “Creta”, se asoma de manera ascendentemente para luego envolvernos con sus sutiles e hipnóticas percusiones, prosigue los sedantes sonidos saturados de “Sagitario”, por donde transitan ligeros y sensuales beats, ofreciéndonos sugerentes dosis de electrónica narcótica. Las “limpias” percusiones, en onda minimalista, de “Spleen” sirven de autopista para que se deslicen una serie de acogedoras sonoridades noctámbulas, pero todavía más oscura y misteriosa resulta la enigmática “Kali”.  La resonante “Las Horas de Tu Ausencia” crea sugestivos ambientes espectrales, mientras que en la amenazante “Miércoles de Ceniza”, una serie de fantasmagóricos y tétricos sonidos se van sucediendo conforme pasan los minutos. Cerrando con la hibridez semi-industrial de “Mehires (Kali rework)”  y  el misterioso remix de “Creta” realizado por Siam Liam, donde somos capturados por variopintas sonoridades electrónicas colindantes con el ambient. 
Si te gustó el último disco de Ghost Culture, debes darle una oportunidad a esta sombría producción, ideal para danzarlas bajo la penumbra. Otro aporte más a la electrónica underground.



29.  
AMULETO
GOMAS
A Tutiplén Records
Este disco lo puedes amar u odiar, dependiendo de tus gustos pop, pues estamos ante un trabajo, desenfadado, desinhibido,  sinvergüenza, donde sus integrantes descartan “el qué dirán”, con la única mira de exhibirse lo más frescos y ligeros posibles, haciendo lo que les plazca.
Tras su maxi single y EP, Gomas,  Susana Cebrían (voz), Hernando Suarez (bajo), Mariel Cebrian (efectos) y Muriel Holguín (batería), Teté Leguía (teclados) y Giacomo Roncagliolo (guitarra), han concebido once lúdicas y fantasiosas piezas, revoloteando todo lo hecho para encontrar su propio estilo enmarcado dentro del pop, por momentos juguetón, inocente, ingenuo y por ratos infantil, respirándose a lo largo del disco una atmósfera de inquietante adolescencia.
Gomas concibe un alegre mudo sonoro, sin cabida para las penas ni melodramas, donde los “hawaianos” punteos iniciales de  “El Verano Murió” se combinan con la cándida voz de Susana Cebrían y sus “surferas” sonoridades, ofreciendo momentos de dulzura. Así como los melosos silbidos de la infantil “Al Gomas”, los coquetos teclados de juguetona “Amuleto”, los parajes de festivo new wave en “Novata”, la melodía ondulante de “Caracol de Mar”, deslizándose hacia ingenuos ambientes, dirigidos por aniñados coros, nos entregan los momentos más entusiastas del disco, alcanzando una naturalidad increíble.  
Lo negativo. Al igual que la goma de mascar, cuyo gusto después de ofrecernos un rato agradable, va desapareciendo y nos llega a cansar, de la misma forma nos sucede con algunas canciones del álbum. En suma, estamos ante una banda que presenta un singular pop innovador, tan fresco y necesario en medio de tanto “indie” recalcitrante.      



28.  
TIEMPO
CEMENTERIO CLUB
Primero debo confesar que soy seguidor de la banda desde sus inicios, la época de su maqueta, y que tras su genial “Bailando en el Muladar” (2007), les baje el dedo cuando presencié su deslucido show en el “Lima Hot Festival”, teloneando a Travis y R.E.M. con un Pedro Solano inútilmente arengando contra la cumbia comercial y el “reggaetón”, además de ponerse un ridículo bisoñé y la mala jugada que le jugaron los equipos de sonido. Bueno el tiempo pasó y el anuncio de una nueva producción me entusiasmó, además de inspirarme a recordar aquel lejano periodo de su valiosa discografía.
José Arbulú (bajo y voz), Pedro Solano (voz y guitarra), Luis Callirgos (batería) y Ricardo Solís (guitarra), retornan como siempre irradiando su estética beatlesca desde la portada de su disco, emulando al célebre “Abbey Road”, y tomando los mejores momentos de “Bailando…” (2007) y “Vacaciones en Mediocielo” (2003) para reinventarse, como en la conmovedora “Viaje Interminable”, emocionándonos como en antaño, o la melódica “Sangre en la Piel” que luego muta hacia un ambiente cargado de distorsiones.  
Otro tema para destacar es la reflexiva “Tiempo”, tema que a decir de sus creadores dio origen al nuevo álbum. Con respecto al “cover” de Zcuela Cerrada, “La Esquina es la Misma”, no llega a cuajar del todo, creo que el emblemático tema subterráneo no se presta para el estilo de la banda, por más veces que la he escuchado y visto en vivo, no convence, carece de "punche". Pero bueno hay otros temas interesantes como la genial “Eaeetoov”, con sus envolventes teclados, sobre el que se deslizan, programaciones y distorsiones, y una sonoridad ensordecedora y psicodélica que por instantes evoca a Van Morrison o la acústica “Simplemente Pasa-El amor”.
Tiempo me hace creer nuevamente en la banda, pero con la tentación permanente de mirar hacia atrás (su pasado).    


27.
PREALBA        
PREALBA
El álbum debut de esta banda pop-rock, ganadora del reciente concurso San Marcos Fest, organizado por la mencionada casa de estudios, es la continuación de lo emprendido en su EP “Sesiones Olvidadas” (2015), pero mostrando una entusiasta versatilidad, experimentando con diversas sonoridades y estilos, saliendo bien librados de ello, pero sobre todo exhibiendo un gran trabajo en los arreglos. 
La inocencia de “Volar” da el punto de partido, siguiendo “Veneno” con su galopante guitarra de sonoridades post-punk para luego, merced a sus teclados finales convertirse en una pieza de sintético pop. La nostálgica “Bosques”, de ciertos rasgos Dolores Delirio (“Péndulo”), muestra la atención que la banda le ha dado a los arreglos, sobresaliendo los loops y teclados que se dejan escuchar de fondo, pero sobre todo el cello de Magaly Luque, un majestuoso acompañamiento para la delicada guitarra acústica que lidera la pista.
La apaciguada ambientación es irrumpida por las ruidosas cuerdas de “Nunca Más”, tema de corte punk-rock. En “Sin Ti”, los músicos nos sorprenden con otro giro sonoro, más presto para la pista de baile, dándonos muestras que pueden desplazarse su sonido donde les plazca. En “Al Alba” le dan al pop más cromático y accesible, para luego en “Lugar” retornar a su lado rockero, cerrarando con la guitarra rítmica de “Acompáñame”, tema de inclinación brit-pop.  



26.
SAUCE FUCCIA
CONFUZZTIBLE
Desde el saque (y de su arte de portada también) los psicodélicos teclados de “Invasores del Espacio (Ella va a la playa)”, señalan el sendero sonoro que seguirá este entusiasta disco de rock’n’roll, el digno sucesor de su epónimo debut (2007). Donde los arequipeños continúan con los rastros dejados por bandas como Mangazoides o Protones, consiguiendo crear una magnética sonoridad revival sesentas.
La formación Víctor Abarca (guitarra y voz), Piero Chávez-Velando (teclado y voz), Joaquín Castañón (bajo y coros) y el legendario Coco Herrera (batería), logran de manera espectacular traer al presente aquella lejana época, con el fuzz en primer plano generando rock’n’roll garajero, y el farfisa como actor principal de la obra construyendo  psicodélicos ambientes, ideales para los viajes por la autopista, piques y flirteo juvenil. ¿Algún demerito? Creemos que podría haberse trabajado mejor la parte vocal. Por otra parte el disco contó con la participación del Chino Burga (3AM, La Ira de Dios, etc.) y Gonzalo Alcalde (Protones, Mangazoides), quienes le dan vértigo a sus respectivas participaciones.
Justamente Alcalde colabora en la frenética “Ecos Nocturnos”, una incitación hacia el baile y el contorneo de caderas. “Extraña Piel” con sus delirantes teclados y punteos, es otro momento vibrante del disco, así como las demás rolas, que se suceden una tras otra de manera avasalladora, cual aplanadora. La aventurera “Escapatoria”, la bohemia “Spiral Dance”, la nueva olera y nostálgica “Ese Cristal”, y “Césped Primaveral” con sus crudas ráfagas de stoner, impulsadas por el Chino Burga, son otros temas destacables de este impecable trabajo.    


25.
SONIDO BESTIAL  
NOMODICO & POUNDA
Este dúo presenta una de las propuestas más sólidas del hip hop de “vieja escuela (old school)” dentro de nuestra escena, por su esmerado trabajo de producción, de ricas texturas y esas letras que hacen saltar la “pus” de una nación infectada por diversos males. Aunque todo no es pesimismo, pues “Danger”, tema que prosigue al “Intro”, se constituye en un justo tributo para aquellos que “sudan la gota para llenar la olla”, la clase subempleada de nuestro país, que precisamente no es la que está en las oficinas ni viste saco y corbata, sino que vive del día al día. Otro aspecto destacable del tema es su pegadizo sampleo de cuerdas extraídas de un “bolero cantinero”.
El sensual soul que rodea “Voz” (con la dulce participación de “Fefa”) resulta somnífero,  el arranque “sinfónico” de “Actitud”,  la etérea “Madre e hija”, de una crudeza desgarradora en sus liricas y bases jazzísticas, la atmósfera siniestra de la breve “Interlude Luciérnaga”, envuelta por capas de sonoridades industriales, la hibridez experimental de “Interestelar”, de ambientes espectrales y nebulosos, con coqueteos trip-hop e insinuaciones hacia el “despegue” hacia otras latitudes espaciales, sin duda es la más experimental y mejor canción del disco, los beats y demás elementos de percusión en la maquinal “Maniquí” (con el avasallador rapeo de “Anco”), la alucinada (y por momentos sonando a pieza embrujada) “Divina Comedia” (con “Marzhial” en el rapeo), creando paralelismos entre el relato de la obra y nuestra realidad, los sombríos beats y voces fantasmales de “Luciérnaga”, la enrarecida atmósfera de “Blur Love”, el contagioso falsete fantasmagórico que acompaña a los ritmos de “Sonido Bestial” a largo del tema, los sonidos delirantes de “Ojos de Gato”, la indescriptible y a la vez sugestiva “Outro”, demuestran los generosos dotes creativos y de producción  que posee el dúo, donde Francisco de los Heros, “Pounda”, se encarga de la instrumentación (además del diseño de las portadas de los discos) mientras que Richard Collantes, “NoModico”,  de los arreglos musicales, mezcla y masterización, cuyos variopintos sonidos yuxtapuestos transitan sobre un sólido “asfalto” hip-hop en su “estado más puro”, como lo señalan sus seguidores.
Los muchachos han llevado por buen puerto lo ensayado en Cosmofónica (2015), su producción anterior, logrando un disco de feliz experimentación, grabado y producido por los propios artistas en Respect, su estudio personal, que si bien se lanzó de manera virtual en diciembre pasado, este año ha visto la luz su edición física.


24.
EN BANCARROTA
HOMBRE DEL ESPACIO
Gardenia Gump Records/Gattix Discos
Sin dinero en los bolsillos ni los recursos necesarios para hacer una grabación “decente”, acorde a los “estándares” de nuestra época, pero inspirados en la auto-gestación artesanal de la primera dosis de Narcosis, recopilando los escasos casetes en blanco que existen en el mercado arequipeño y grabándolos uno por uno, y la estética lo-fi, los muchachos de Hombre del Espacio se animaron a concebir esta maqueta, cuyo título no puede reflejar de mejor manera el ambiente que rodeo su concepción, donde la banda nos presenta su propuesta sonora que transita entre el lado áspero de Yo La Tengo y el ruidismo de los Sonic Youth, sin intención de ser unos “copistas”, sino tomándolos como puntos de referencia. 
Herber Paredes (guitarra y Voz), Luis García (guitarra) y Fernando Morales (batería) nos traen seis temas, que a decir de su líder Herber Paredes, “son demos previos al lanzamiento del álbum”, mientras que Luis García señala que “son ensayos que ni siquiera estaban previstos para que formarán parte de un registro”. La idea se cristalizaría al lanzar el material a través de bandcamp, la grabación del casete y posteriormente la edición en Cd por parte del sello capitalino Gattix Discos. 
Edición en CD de Gattix Discos
La breve “Energía”, el último tema en ser compuesto de los demos, calienta motores con sus ligeros rasgueos y punteos de guitarra, que adquirirán rasgos más rítmicos y “noise” con “Superdios”, melódicos en “Opresión, Liberación” pero sin despegarse de la distorsión para construir murallas de ruido-pop. “El Retorno de la Hydra”, el más visceral de la obra, continua esa vertiente noise-pop ya establecida, pero yendo de lo melódico a lo más retorcido y adrenalínico.  “Saludos desde el Planeta Tierra” es el punto más débil del acto, pues luce falto de fuerza, pero tomemos en cuenta que se trata de un ensayo, y que existe “Transbordador”, el tema más logrado de la maqueta, desde su hipnótico inicio donde guitarras y batería construyen una marcha pendular, que luego va cuesta arriba, incorporándose a toda esa texturas de guitarras, ciertos arreglos de cuerdas y ruidos producidos que resultan muy sugestivos, poniéndonos en trance, sobre todo esos guitarrazos emulando a Moore y Ranaldo, alcanzando niveles atmosféricos en varios pasajes.
Al final de la maqueta podemos encontrar una serie de fragmentos de canciones y ensayos de nuevos temas, presentados a manera de collage, y que nos ofrece ciertas referencias hacia donde irá el futuro sónico de Hombre del Espacio. 



23.
EP
VÉRTIG∞
Desde que escuché por primera vez a Vértig∞, una fría noche de invierno, me sentí cautivado por sus oscuras melodías post-punk. Desde aquella ocasión he hecho lo posible por seguir las diferentes presentaciones de la banda, resaltando siempre su impecable sonido en vivo.
Si bien el estilo que practican es algo harto repasado por varias bandas nacionales y hasta podría decirse suena añejo, es innegable, y sin ánimo de exagerar, que uno no puede quedarse indiferente y disfrutar de la hipnótica música creada por Héctor Edison Canahuire (guitarra) y José Willington Mendoza (batería y voz), derrochando sus influencias Sister Of Mercy, The Mission, Killing Joke, Héroes del Silencio, The Cure, Bauhaus y otros legionarios de las tinieblas sonoras del ayer.
Su primer EP, se inicia con la fúnebre “Kahlo”, cuya tormentosa marcha, acompañada por la lóbrega voz de Mendoza, resulta tortuosa y poco a poco nos va machacando el cuerpo para sumergirnos en un ambiente apesadumbrado.
La desesperanza sale a flote en “Sin Salida”, donde su juego de cuerdas nos hace presa del delirio. “Al Anochecer”, posee una introducción que ya se la habremos escuchado a una y mil bandas del género, pero es innegable que su explosiva y espacial sonoridad nos vuela los sentidos, sometiéndonos a placer ante sus guitarras y marcha rítmica.
La vertiginosa “Víctima Soñador”, muestra las bondades del bajo y batería, así como un dinamismo para la danza penumbrosa. Algo más “luminosa” se exhibe “Grito en el Silencio”, dejando de explorar con tintes oscuros, para experimentar con guitarras más melódicas y pop, para terminar con esa misma convicción en “Cosas que no Necesito”, aunque en tonos más grisáceos. 
Esperemos que Vértig∞ no se quedé solo con esta entusiasta presentación, sino que brinde más producciones brillantes, pues la calidad demostrada por sus músicos nos hacen confiar en ello.


22.
TRANSPIRACIONES
EMILIANO FERNÁNDEZ
El guitarrista y vocalista de Serto Mercurio, tras subir un disco experimental, donde se divierte haciendo covers, reversiones y reinterpretaciones de sus favoritos y algunos clásicos reuniéndolos bajo el título de “Vacaciones Útiles”, nos entrega un breve pero delirante EP de tan solo tres alucinantes canciones.
Una atronadora percusión se combina con una sucia distorsión, dispuestas a reventarnos los oídos en “Simulacrón”, y un Emiliano delirando en el canto, sumándose más guitarras corrosivas, conciben una magistral pieza de hipnótico “drone”.
El turno sigue para la breve “Eunuco” y sus lisérgicas improvisaciones con las guitarras y sus diversos efectos, que marchan aleatoriamente sobre un tambor espacial. Nuevamente percusiones ensordecedores y repetitivos loops, sirven para que las ininteligibles liricas de Emiliano se desplazasen junto a sonoridades misteriosas y por ratos enfermas en “Akenatón”, dejándose escuchar sobre su final una batería física y más distorsiones de guitarra y sonidos macizos. Sin duda una experiencia gratificante, tras escuchar uno de los disco de los más originales de los últimos meses. 

21.
SANTINO/QUIERO QUE ESTO ACABE AHORA, POR FAVOR
SANTINO AMIGO
Gattix Discos
El joven guitarrista de la banda de surf-rock Banana Child, Santino Vega, nos entrega sus primeros trabajos solistas, reunidos en un Cd editado por la gente de Gattix Discos.
El primero de ellos, titulado simplemente Santino, es una sencilla producción sin más aspiraciones que la de transmitir de manera breve pero contundente su objetivo (vaya uno a saber si lo tiene), de compartir su música “casera” e íntima, oscilante entre el pop y el folk fantasmal, embargada por la nostalgia, sueños y frustraciones, apelando a guitarras electroacústicas, teclados y una espectral voz, que por ratos suena lánguida, a través de sus seis brevísimos temas.  Resultando muy atractivo lo que nos propone el músico.
Asimismo destacar la serie de títulos sarcásticos o fatalistas para sus canciones, que también podrían ser producto de un arranca de franqueza como “En mi mente hay una avalancha de problemas”, “Catarsis en Do Mayor”, “Si no puedo manejar mi vida, menos un auto”, “Mi perro se perdió el 2 de junio y hasta ahora no lo encuentro” o interés por lo extraterrestre en “Abducción” (única pieza electrónica del disco).
Espectral y cavernosa es la ambientación que nos presenta la nostálgica “Películas de amor”, cuyos teclados y guitarra acústica construyen una agradable melodía, enganchándonos en primera con su folk de “ultratumba”. El precario sonido de “En mi mente hay una avalancha de problemas” para nada interrumpe su atmósfera retro-pop, cuasi “nuevaolero”. Los punteos de una carismática acústica se muestran mágicos en “Pequeñito”, casi arrulladores, hasta “hawaianos” por instantes, para luego enrarecerse, hasta ralentizarse, sonorizando por lo que se deja escuchar, una remembranza a la infancia.
Una sencilla marcha de guitarra acústica que irradia la intimidad de la habitación donde fue grabada se plasma en “Catarsis en Do Mayor”, seguirá la new wave “Si no puedo manejar mi vida, menos un auto”, única pieza donde se incluye bajo y suena sofisticada con respecto al resto de la obra. Una loa acústica a la fémina dueña, no sabemos si de su corazón o de un amor platónico se presenta en “No hay nada más bonito”, mostrando algunos coqueteos con la bossa nova. Punteos ondulantes que se transforman en distorsión en la taciturna (y confesional) “Mi perro se perdió el 2 de junio y hasta ahora no lo encuentro”, pero los punteos se tornarán coloridos e intentando sonar esperanzadores. 
Finalmente la rara “Abducción”, se sale del cuadro con su sonorización electrónica, no era para menos con su título de clara alusión ufológica.   

Cierto día de agosto, Santino tuvo "la necesidad de grabar algo". "Quiero que esto acabe ahora, por favor", es el título de su segundo trabajo en solitario que plasma aquel anhelo del músico, que pareciera ser el de reflejar abiertamente sus desasosiegos y hastíos bajo una atmósfera pesimista e íntima, sonorizada de manera aún más minimalista que su anterior entrega, donde solo se aprecian guitarra de palo y voz en su audición-¿sadpop?-Otro acto altamente recomendable.

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