SHE
PAINTS WORDS IN RED
THE
HOUSE OF LOVE
CHERRY RED RECORDS (2013)
Este 2013, ha sido un año de
retornos, algunos espectaculares y grandiosos como el de Nick Cave & The
Bad Seeds, David Bowie o Suede, buenos como el de My Bloody Valentine, decepcionantes
como el de Depeche Mode, y decorosos como
el de The House Of Love, con su digno She Paints Words In Red,
caracterizado por sus luminosas sonoridades electroacústicas, marcando un
aparente adiós con el sonido sombrío y psicodélico de sus inicios.
El sexto álbum de la banda, y el
segundo tras su reunión en el 2003, nos presenta un disco sin hits pero que
resulta muy agradable su escucha, poblado por una serie de melodías a medio
tiempo, de claras influencias sesenteras, reflejando sus gustos por los Beatles
o los Stones, y experimentando con el
country y el folk en algunos parajes. Como me decía “Wicho” García de Mar de
Copas, en una entrevista el mes pasado, a veces las bandas al pasar los años,
llegan a una etapa en las que vuelven a sus
influencias, y sobre ellas inician un proceso de reinvención. Eso mismo
sucede con The House Of Love para She Paints Words In Red.
Aunque el álbum marca un ligero
distanciamiento con su sonido primario, en su elaboración pareciera que el
punto de partida hubiera sido también retomar la fórmula mágica, no solo
musical sino contextual, que les dio el éxito, volviendo casi a su formación
inicial, con Guy
Chadwick (guitarra y voz), Terry Bickers
(guitarra), y el regreso de Pete Evans en la batería, volver a trabajar con su
productor Pat Collier y la fotógrafa Suzie Gibbons, la autora de las fotos de
sus primeros Lps y singles. Por lo menos el ambiente volvía a ser el mismo.
Terry Bickers y Guy Chadwick |
Ahora, los resultados, She
Paints Words In Red no es un
álbum que capte de inmediato la atención de sus fans, es más quizás a algunos
los decepcione, cuando lo escuché por primera vez, tras varios meses de espera,
con bastante molestia reflexioné “¿Tanto aguardé por este adefesio de disco?”,
no le encontraba sentido al álbum y menos ganas de siquiera reseñarlo, pero se
trata de un trabajo al que hay que darle más de una oportunidad y escucharlo
varias veces para asimilar los cambios que The House Of Love ha experimentado
en su sonido. Si estás a la espera de escuchar nuevos “Shine On” o “Christine”, olvídalo, es lo
primero que te tienes que concientizarte si deseas darle una chance a este
registro.
Y es que quizás todavía no nos
damos cuenta que estamos ante unos músicos bastante
maduros, que ya no son los jóvenes de antaño que nos deleitaban con sus
guitarras atmosféricas, filosas melodías post-punk y delirante psicodelia.
Ahora nos presentan un trabajo elegante con un grupo de canciones que logran un
álbum homogéneo, que no suena para nada forzado, sino en el que se sienten a
una banda muy cómoda deslizándose en su
nuevo territorio sonoro, sin sonar complacientes, pero muy felices de lo que
están haciendo y haciéndonos sentir cómodos.
Como lo mencionamos anteriormente, la
característica del álbum es su sonido electroacústico, construyendo melodías a
medio tiempo, que tienen en la interrelación de voces y guitarra entre Guy y Bickers, a su
estructura principal, demostrando algunos de los momentos más finos de la
banda, y que la química entre ambos músicos permanece intacta. En donde sus
canciones exhiben sencillez y no se prolongan más de lo necesario.
El corte inicial “A Baby Got Back On Its Feet”
muestra un ligero intento por recrear las sonoridades del pasado, sigue la
acústica y rítmica “Hemingway”, el tema que da título al álbum “She Paint Words
In Red” resulta placentera al
deleitarnos con sus juegos de cuerdas. “PKR” trae los mejores momentos del
disco, pues volvemos a escuchar aquel sonido que nos enamoró de la banda, donde
las cuerdas se unen para lograr sensaciones de tensión in crescendo, y a Evans
con una propulsiva percusión que va reventando sus tambores con gran energía
sobre el final. Lo apacible retorna con “Lost In The Blues”, en donde las
letras de Guy Chadwick recrean esa
particularidad tan anglo de componer a la frustración. “Low Black Clouds” muestra nuevamente, aunque
por instantes, esas geniales atmósferas
sónicas construidas en el pasado y cierto coqueteos con el country. En “Money Man” nuevamente una embelesada progresión
de cuerdas acústicas origina confortables sensaciones para los oídos. Las
melancólicas cuerdas acústicas de “Trouble
In Mind” nos remiten a gloriosas sonoridades sesenteras.
“Never Again” tare más combinaciones
electroacústicas y revivalismo 60s, que se prolongará con la dulce “Sunshine
Out Of The Rain”. En “Holy River” las guitarras de Chadwick y Bickers emiten
sonidos expansivos que crean cierto ambiente nostálgico, cerrando la bella “Eye Dream”, que al igual que la pieza
inicial, se manifiestan deseos por recrear lo mejor del sonido de la banda de
la época de sus orígenes, mostrándonos un sonido sombrío y desgarrador.
A pesar de tratarse de un buen álbum, She
Paints Words In Red no ha tenido gran repercusión de la prensa de su
país, por ejemplo la reseña respectiva aparecida en The Guardian, no alcanzó
siquiera las 35 palabras, y ahora yo no le estoy dando más de 8 párrafos, y es que
The House Of Love, “ya fue”, la banda ya no genera el mismo entusiasmo de hace
dos décadas, por más que nos entreguen generosos discos como este. Difícilmente volverán a crear algo comparable
a sus gloriosos inicios. Podrán seguir deleitando a sus más acérrimos fans con
confortables sonoridades pero de ahí a deslumbrarlos con sus futuras
producciones parece una tarea harto complicada.
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