KVEIKUR
SIGUR RÓS
XL RECORDINGS (2013)
Sigur Rós ha
logrado con su música, algo que muy pocos han hecho, sumergirme en una especie
de hipnosis, para conducirme por una serie de parajes celestiales, gracias a
sus sonoridades ambient, etéreas , muy bizarras, cautivantes pero sobre todo
hermosas, en donde sus distorsiones irrumpen para darle a nuestro delirante
goce musical algo de tormento. Su último álbum Keivkur, muestra un endurecimiento y agresividad en la
propuesta musical de la banda, pero que sigue sonando igual de grandioso, y aún
mejor que antaño. Un trabajo muy compacto de principio a fin, en donde las
guitarras y las percusiones han ganado mayor peso, sacudiendo nuestros sentidos
en mayor escala.
Catalogados como post-rock, Sigur Rós nos ofrece la
música más hermosa y extrañamente hecha sobre la tierra en los últimos años,
siguiendo el legado dejado por Björk y Múm, por coincidencia también islandeses,
como si pareciera destinada esta tierra, de bellos paisajes, a entregarnos las
personalidades más innovadoras y creativas que el mundo pop haya podido
alumbrar en las últimas décadas.
EL ORIGEN
Agosto de 1994, fue una época con un profundo significado
en la vida de un joven de Reykjavík, Islandia,
Jón Þór Birgisson, “Jónsi”, al nacer su hermana Sigurrós y ese mismo día formar
su banda, asumiendo el rol de cantante y empuñando la guitarra, junto a Georg Hólm, “Goggi”,
en el bajo. El nombre de su grupo sería en
honor a la recién nacida, Sigur Rós. Más adelante se uniría a la formación, Áugúst Ævar Gunnarsson en la batería, dando así origen a una de las
propuestas musicales más innovadoras y bellas de la música contemporánea,
involucradas dentro de las sonoridades del post-rock. Posteriormente, en 1999 ingresaría a
la banda Kjartan
Sveinsson, “Kjarri”, en los teclados, quien era el único músico
de la banda con formación académica y que le daría a la misma esas grandiosas sonoridades
orquestales, tan peculiares en el sonido de la banda, sobre todo para la
grabación de Ágætis Byrjun.
El grupo
firmaría contrato con el sello local, Bad
Taste, y en 1997, lanzarían su primer álbum, Von (Esperanza) y en 1998
la colección de remezclas de Von, Von Brigði.
El reconocimiento internacional de la banda, llegaría en 1999 con el
lanzamiento de Ágætis Byrjun,
tras la salida del álbum, Ágúst Ævar Gunnarsson abandonaría la banda e ingresaría en su reemplazo Orri Páll Dýrason en las
percusiones.
ÁGÆTIS
BYRJUN
(1999)
El título de este álbum, “Un buen comienzo” en español,
anecdóticamente significó para la banda el inicio de su ascendente carrera. Los
directivos de su sello discográfico de ese entonces, Smekkleysa, esperaban vender a lo mucho 2 mil copias, sin embargo
gracias a la bella y bizarra música contenida,
Ágætis Byrjun se
convirtió en uno de los álbumes más vendidos de todos los tiempos en Islandia, llegando
al medio millón de copias vendidas a nivel mundial. Algo realmente meritorio, para
un disco contenido por una serie de canciones de melodías lentas, ambient,
llena de extrañas texturas, con dos temas de 10 minutos, y entonadas en islandés.
Ágætis Byrjun es etéreamente cautivador, la banda se
despoja en algo del dream pop bosquejado en Von, para sumergirse en
las aguas de prolongadas sonoridades ambient, desde su extraño “Intro” y la
bellísima “Svfn-G-Englar”, cuyos celestiales sonidos son irrumpidos por las
explosivas distorsiones de guitarra, creadas por esa peculiaridad de Jónsi, de darle a las cuerdas con el arco del
cello, Sigur Rós estaba trayendo el cielo a la tierra con su música. “Staráful” con sus tiernos y conmovedores violines
y cellos, combinándose con sonidos electrónicos y la angelical voz de Jónsi
erigiéndose sobre la música, otra vez nos hace alucinar con parajes celestiales.
En canciones como “Flugufrelsarinn” y “Ny Batteri”, la banda hace transitar sus
sonoridades entre el ambient y el noise. En otros temas como la dramática “Vidrar
Vel Til Loftárása” utilizan los instrumentos de cuerda para crearnos un
ambiente sonoro épico y conmovedor. Ni que decir de “Olsen Olsen”, y ese
endiosado falsete de Jónsi, la emotiva flauta que se deja escuchar, esos coros
angelicales y esa orquestal marcha, que nos hace sentir una especie de ingreso
triunfal a los cielos. Todos estos elementos hacen de Ágætis Byrjun
un álbum monumental. La banda había creado uno de los mejores álbumes de los
noventas, la crítica lo aclamaría y sus canciones se utilizarían para películas y
producciones televisivas.
El 2001 lanzarían un Ep de seis canciones titulado Rímur,
nombre de un poema tradicional islandés y que se convertiría en una de las
canciones del trabajo, para tres temas de este Ep la banda se apoyó de la voz
de un pescador para su interpretación.
En el 2002, la banda lanzaría ( ), innovadora obra, cantada en una
jerigonza denominada vonlenska, creada por Jónsi. ( ), Compuesta por ocho canciones sin
título, divididas en dos grupos de temas: las primeras cuatro son optimistas,
mientras que las otras restantes son más sombrías y melancólicas. Posteriormente la banda publicaría en su
página web los nombres de las canciones. Este fue el primer álbum en que
participaría el baterista Orri Páll Dýrason.
VOLENSKA ¿QUÉ DICE HARRY, QUÉ ES LO QUE DICE?
"¿Entiendes lo que canto?" |
Mencionábamos al volenska, éste no se trata de un
lenguaje, sus palabras no tienen un significado, ni existe una estructura
gramática, sino simplemente es un conjunto de sílabas sin sentido, la banda lo
describe como “una forma de jerigonza que
se ajusta a la música”, en la que el oyente debe interpretar su propio
significado de las letras, y las puede escribir en las páginas blancas que traen
los folletos de los respectivos álbumes.
La mayoría de las estructuras silábicas cantadas por
Jónsi, son repetidas muchas veces durante cada canción, y en el caso de ( ), repetida en todo el álbum. El resto de sus letras son cantadas en
islandés, a veces al escuchar el volenska, podemos suponer que estamos oyendo
el idioma natal de Jónsi.
El nombre proviene de von, “esperanza” e íslenska,
“islandés”, tomados de una canción del disco debut de Sigur Rós, Von, donde
se utilizó por primera vez y también es comúnmente conocido por su traducción
en inglés como Hopelandic.
Algunas canciones que incluyen Vonlenska son: “Von”
del álbum Von, “Olsen Olsen” de Ágætis byrjun, Todos
los temas del ( ), “Hoppípolla”, “Sé lest”, “Sæglópur”, “Milanó”, “Gong”, “Andvari, Svo
Hljótt” de Takk…., “Festival”, “Við spilum endalaust, ara batur” de
Með suð í eyrum við spilum
endalaust, y “Ég
Anda”, “Ekki Múkk”, “Varúð” del Valtari.
TAKK… (2005)
Luego de trabajar en octubre del 2003, junto a
Radiohead, la música para la pieza de
danza de Merce Cunningham, llamada Split Slides, y tomar tres de esas
canciones de Sigur Rós para lanzarlas como Ba Ba Ti Ki Di Do en marzo del 2004. Sigur Rós lanzó el 3 de septiembre del 2005, Takk...(gracias, en
español), que fue el disco que
marcó un cambio para Sigur Rós. Esta vez sí incluyendo los títulos de las canciones
y dando mayor realce a ruidosas guitarras, construyendo murallas de distorsión,
exhibiendo estructuras más rockeras, pero sin dejar de ofrecer sonoridades
angelicales, producidos en algunos casos por sonidos de campanas, arrulladoras
cajitas musicales a cuerda e infinidad de violines y cellos. Esta vez el
mercado recogería en mayor proporción la rica cosecha musical de la banda, para
usarla en publicidad, tráilers y series
de televisión. Siendo “Hoppípolla” el
tema más solicitado.
El 15 de agosto del 2005 se lanzó para descarga el
sencillo “Glósóli”, al día siguiente
se hizo lo mismo con otro single, pero esta vez solo para los fans
norteamericanos, con el tema “Sæglópur” y el segundo single oficial del nuevo disco, “Hoppípolla”, vería la
luz el 28 de noviembre de ese año.
Una ambient y breve introducción, que da también título
al disco, Takk…, nos da la
bienvenida al álbum, para proseguir con “Glósóli”,
cuyos arrulladores sonidos evocan nuestros recuerdos de cuna, despistándonos totalmente
de los sonidos que se avecinarán, y es así que tras cuatro minutos de calma,
irrumpen violentamente las murallas de distorsión acompañados por atronadoras
percusiones, convirtiéndose en elementos que caracterizarán el sonido de este álbum.
Luego viene “Hoppípolla” con su tierna introducción, que cede ante sonidos en
espiral del piano con las cuerdas y los metales entrelazándose, para luego
sucumbir ante arreglos orquestales y sinfónicos, además de mezclarse con el
incomprensible lenguaje de Jónsi, logrando un esplendor emocional. El tema
alcanzaría el Top 30 en el Reino Unido seis meses después de su salida al
mercado, y la BBC emplearía la canción en las bandas sonoras para anunciar Planeta
Tierra, en el 2006, así como del tráiler de la película Slumdog
Millionaire, además de servir de para competiciones deportivas y
música de reality shows televisivos.
Otros temas destacables de Takk…
son el extenso arrullo sonoro, llamado “Sé Lest”, que se prolongará hasta los dos minutos
iníciales de “Sæglópur” y que
luego son destruidos por vehementes distorsiones, “Milanó” con su extensa
nostalgia y tristeza evocada gracias a su conmovedor piano y atormentadoras
distorsiones, que nos coloca en profunda melancolía, “Gong” con sus cuerdas
acústicas y eléctricas que se combinan con cellos y violines, junto a los
dolorosos cantos de Jónsi y su respectiva versión o continuación titulada
“Andvari”, poniéndonos reflexivos, mientras que la dramática “Svo Hljótt”, en
donde otra vez las murallas de distorsión se hacen presente, pone el fin a esta
obra de arte.
Takk… estableció el equilibro del sonido de Sigur Rós, siendo su álbum más
completo, un alucinante y extenso viaje sónico por los valles de la nostalgia,
la esperanza y el lamento, plagándonos de ensoñadores parajes celestiales durante su
trayecto.
Terminando
el 2005, Sigur Rós lanzaría el EP Sæglópur, un set de dos discos, uno con tres temas nuevos y el segundo con sus
respectivos videos. En el 2007, lanzaron el doble álbum compilatorio Hvarf/Heim,
posteriormente sacarían el documental Heima, basado en la gira del verano
2006 en Islandia, y el mismo film sería lanzado
posteriormente en formato doble DVD.
Með Suð Í Eyrum Við Spilum Endalaust (2008)
El 23 de
junio del 2008, el quinto álbum de la banda, llamado Með suð í eyrum við
spilum endalaust, (Con un zumbido en los oídos tocamos eternamente)
significó, un ligero alejamiento del minimalismo y lo etéreo, para introducir
sonidos pop y folk a la música de la banda, además incluyendo arreglos tradicionales
de guitarra y viento. Sigur Rós nos presentaría su disco más terrenal y en esta
ocasión con el gran Flood en la producción.
“Gobbldigook” el tema inicial del álbum, nos muestra a unos
Sigur Rós, un tanto más luminosos, saliendo de la oscuridad del pasado, con
sonoridades acústicamente folk, en gran parte por sus guitarras y tambores,
además de esas ininteligibles y
pegajosas voces y estribillos que acompañan la melodía, esa luminosidad pop
continua con “Inní Mér Syngur Vitleysingur”, una de las canciones más alegres
que haya creado la banda, que causa la misma sensación de estar apreciando los
rayos del sol durante un bello amanecer. Esas dulces melodías y susurros serán una
constante a lo largo del álbum, también luciendo sonidos más sencillos que en anteriores
trabajos, esta vez sin instrumentos emergiendo de a pocos hasta lograr el
estallido sónico, ni grandes orquestaciones y menos aún, murallas de
distorsión.
El tema que rompe el esquema presentado para este
disco, es “Festival”, un clásico tema Sigur Rós, de duración extensa, canto
tormentoso, prolongados minutos de calma que son destruidos por psicodélicas
sonoridades y violentas distorsiones. Aunque suene paradójico es el tema que se
erige como el mejor del álbum, pues muestra a una banda deslizándose con
comodidad por los terrenos sónicos que más conoce. Otro tema destacable, aunque
es hacia su épico final, es “Ára Bátur”,
gracias a la colaboración de la The London Sinfonietta y London Oratory Boy’s
Choir, y esa genial marcha en solitario del piano. La bizarra belleza de “All Right” construida
sobre la figura de un piano en solitario, es otra canción para tomar en cuenta
de este álbum, además de ser la primera canción de la banda en ser interpretada
en inglés.
Si bien esta exploración de Sigur Rós por sonoridades
más “terrestres” resultó buena, nos deja extrañar a esos seres capaces de
llevarnos con su música a ser arrebatados a los cielos y delirar con sus
ambientes sónicos. Como experiencia estuvo buena, pero no para seguir por esas
sendas hacia el futuro, la banda así lo entendería, y tras una extensa gira, en
enero del 2010, Sigur Rós anunciaría
el inicio de un periodo sabático indefinido, para tomar aire, replantear sus
ideas y en medio de ese lapso de tiempo, seguir sus proyectos en solitario y
dedicarse a sus familias. Durante esa época Jónsi lanzaría un sobresaliente
disco en solitario, Go (2010).
Para el
2011, aparecería la versión digital de Heima con canciones extras, no
incluidas en el dvd del 2007. Distribuyéndose de manera gratuita entre los fans
que enviaran fotografías de ellos sosteniendo en sus manos el DVD
original. El 11 de agosto de 2011,
aparecieron en su página web fragmentos de lo que sería su film Inni,
posteriormente lanzado en diferentes presentaciones, un pack de dvd o Blu-ray
más dos cds. El film registra los dos últimos shows de su tour 2008,
registrados por el director Vicent Morisset, en el Alexandra Palace de Londres,
en donde se aprecia al entonces cuarteto, derrochando energía y música
ensoñadora, a pesar de no contar con músicos extras. La premiere del film, se
hizo en el Brtish Film Institute de Londres, en donde los miembros de la banda
participaron en una sesión de preguntas y respuestas, y en donde dejaron
entrever que el 2012 sería un año muy ocupado para ellos…y vaya que así lo fue
para Sigur Rós.
VALTARI
(2012)
Lanzado en
mayo del año pasado, Valtari, se caracteriza por ser una
producción más ambiental, atmosférica, minimalista e introvertida que sus
antecesores. Cuando parecía que la música de Sigur Rós, transitaría entre
territorios más luminosos y festivos, por lo hecho en su anterior álbum y el
disco solista de Jónsi, la banda nos entregan el álbum más abstracto de su
carrera, tomando como base sus raíces musicales, y que nos hacen experimentar
un sentimiento de estar redescubriendo el sonido de la banda, por su lado más
desnudo y apacible.
Para algunos
la primera escucha del disco significó una desilusión, un sonido que dejaba
algo de desconcierto, pero posteriores audiciones del mismo, nos hizo
arrepentirnos de nuestro prejuicio emitido, estábamos ante un gran álbum, de
los mejores de la banda. Goggi admitiría que este disco, es el único que ha
escuchado de forma placentera en su casa después de haberlo terminado.
En Valtari, no hay espacio para temas con explosivas distorsiones
de guitarra, ni nada por el estilo, se trata de un conjunto de ocho hermosas
canciones que remiten nuestros pensamientos hacia paisajes calmados, propios de
tierras y ambientes islandeses, en donde se mezclan arreglos electrónicos con
instrumentos clásicos, que sirven de sendero para que la dolorosa y apaciguada
voz de Jónsi, transite a placer. La bellísima melodía oceánica de “Ég Anda” nos
abre la puerta hacia ese viaje por música onírica que representa este álbum, prosigue la etérea “Ekki Múkk”, con esa voz
retocada y tan afligida de Jónsi, haciéndonos volar por extrañas atmosferas, “Varúð”,
la canción más bella del disco, causa
emociones tan profundas y nostálgicas que te llegan a quebrar hasta las
lágrimas, además de ser la única que retoma esos explosivos finales sonoros,
tan peculiares en el sonido de la banda. “Rembihnútur” es una pausada pieza
ambient, prosigue la etérea “Dauðalogn”, tanto en su música como en el canto de
Jónsi y esos extraordinarios y conmovedores acompañamientos corales de The
Sixteen, que repiten el plato en
“Varðeldur”, pero en esta ocasión para lograr rarísimos efectos vocales, a lo
largo de la nostálgica pieza, entre ambos temas no hay separación se oyen como
si se tratara de un tema dividido en dos actos. La experimental, instrumental y
ambient “Valtari”, nos conducen por alucinantes parajes fantasmales, pero tal
delirio es apaciguado por los delicados teclados y pianos de “Fjögur Pianó”. Sigur Rós con la música de
este álbum, nuevamente lograría hacernos visualizar la belleza.
El 2 de noviembre del 2012, Goggi, confirmaría que la banda estaba
trabajando en otro nuevo álbum, y que significaría un cambio radical en la dirección musical de la banda, un
“anti-Valtari”. En el festival Iceland Airwaves, de ese mismo mes, la banda
presentaría un adelanto con el tema “Brennisteinn” en Reikiavik. Haciendo un paréntesis,
el 19 de mayo la banda haría su “aparición” en la serie animada los Simpsons,
en el capítulo La Saga de Carl, el amigo islandés de Homero, que gana un viaje
a su tierra.
KVEIKUR (2013)
El 24 de
enero se confirmó el alejamiento de Kjartan Sveinsson del grupo, convirtiéndose
Sigur Rós en un trío. Así que la expectativa crecería con respecto ante un
nuevo trabajo, sin uno de los integrantes que habían contribuido notablemente
en la evolución del sonido de la banda. El 22 de marzo del 2013, se anunció en
la página web el lanzamiento de un nuevo álbum, Kveikur, que saldría
finalmente a la venta el 14 de junio, ese mismo día se estrenó el video del
single “Brennisteinn”, introduciéndonos de inmediato a un sonido más agresivo,
dando una clara señal que ante la partida de su tecladista y multi-instrumentista,
el sonido de la banda se ha vuelto más duro, agresivo y enérgico. Curiosamente un
año después de que Valtari indagaba en las raíces ambientales
de su música. Ahora sí la banda te aplica en una todo su enfado, adiós a los
prolongados paseos de calma sonora.
Sin embargo Kveikur no es una ruptura con lo hecho
antes, sino sobre esa base de atmósferas oceánicas y ese sonido tan propio y
exclusivo del grupo, hacer emerger sonoridades aún más noise y duras, una
evolución respetando la esencia de Sigur Rós. En donde las
distorsiones de guitarra y los ritmos y redobles de batería con tiempo más
intensos y rápidos han ganado mayor peso.
Desde el inicio del álbum, con la contundente y
lóbrega “Brennisteinn”, Sigur Rós nos
manifiesta que esta vez no estará con rodeos, paseándonos por prolongados
minutos de calma etérea para luego sacudirnos con sus acostumbradas distorsiones,
como en anteriores trabajos, sino de inmediato nos muestra todo su enfado y
dureza, sacando todo el arsenal, con una
potente percusión y distorsión que instantáneamente logra sacudir nuestros
sentidos. La pasiva pero tensa marcha de “Hraftinna” nos introduce a atmosferas
bucólicas y épicas, gracias a sus metales e instrumentos de viento, en donde la
voz de Jónsi se muestra como un elemento sonoro más. Sigue, “Ísjaki” la mejor
del álbum, por su elaborada sesión de percusión, en donde portentosos redobles
de tambores y golpes a los platillos, acompañados por luminosos lamentos de
Jónsi y sus pegadizos estribillos, logran una marcha ascendente en emociones,
gracias a su cautivador sonido que logra agitar nuestro cuerpos al compás de
sus melodías. “Ísjaki” es una de las canciones más brillantes que Sigur Rós nos
ha podido ofrecer a lo largo de su carrera.
En “Yfirborð”, la música se alterna en sensaciones de ascenso y
descenso, acompañada de secuencias, programaciones y beats, otra pieza perfecta
en su elaboración. En melancólica “Stormur” otra vez la melodía se combina con algunos
elementos electrónicos, y nuevamente Jónsi nos conquista con sus pegadizos
estribillos. “Kveikur”, nos entrega uno de los momentos más sublimes del álbum,
gracias a su sonoridad siniestra, misteriosa, emotiva y desgarradora, en donde se combinan tanto las distorsiones en
la voz de Jónsi como en la de los instrumentos. Tema de gran fuerza y energía, por
su instrumentación maquinalmente grandiosa, donde otra vez la percusión suena realmente
ensordecedora y las distorsiones sobre el final, fulminantes y destructivas.
Otra vez las distorsiones angelicales de “Rafstraumur” nos harán
volar los sentidos hacia parajes oníricos, construidos por esas lacerantes
murallas de distorsiones y percusiones, conduciéndonos a una marcha ascendente
de distorsiones que culmina en una explosión sónica realmente alucinante, que
impulsa a sacudirnos y revolcarnos al compás de ellas, entregándonos por
completo a su delirio sonoro, envolvente, llevándonos al éxtasis. Otra vez la
melancolía se hace presente con “Blápráður”, con sus oscuras
distorsiones, una batería que tiene aún más protagonismo, dándole a la
pieza un aire épico. Finalmente la banda cierra este magnífico álbum con la sencilla
y reflexiva “Var”, dejándonos en claro que todavía son capaces de elaborar
piezas como las del Valtari.
Paradójicamente,
Sigur Rós ha logrado que lo oscuro y distorsionado esta vez suene más luminoso,
esperanzador, esta vez nos exhibe su música de una manera diferente, sin
tristeza, ni lánguidas melodías. Kveikur marca una nueva etapa en la
banda ahora como trío, con un sonido más agresivo, estremecedor y dinámico, de
música más espontánea sin dejar de ser ensoñadora, llevándonos a clímax sonoros
perfectos, causando nuevamente nuestra admiración hacia su bella obra musical,
impecable producción y el reconocimiento como uno de los mejores actos del año
y de toda la carrera de Sigur Rós, espero que esa marcha ascendente musical de
la banda nunca se detenga por el bienestar de mi alma.
Un buen concierto que reune las mejores canciones de Sigur Rós
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