CÍRCULO
TRIBU
(2018)
Resulta sorpresivo el
advenimiento de este álbum debut del dúo conformado por Richard Nossar y Yazmín
Cuadros, sobre todo por los antecedentes sonoros del guitarrista, quien ha
ensayado con sus bandas Matus y Atropello!!, con algunos de los estilos más
duros del “rock”, mientras que en esta ocasión se sumerge en la música de
fusión, ecléctica y “new age” en su búsqueda de nuevos sonidos. En cambio, el
bagaje de Yazmín se remonta como vocalista de Pastizal en su etapa inicial y una
carrera solista bajo el nombre de Diáfana Bermellón, con el que ha hecho música
y performances con fuego. De esta combinación sale un disco exquisitas
texturas.
La dupla se conoce en el
otoño del 2016 a través de amigos en común. En diciembre de ese año, hicieron un
viaje a Chavín de Huántar para recibir el solsticio de verano y fue durante esa
jornada en la que decidieron hacer un disco juntos, el mismo que empezó a grabarse
a fines de ese mismo mes y cuya influencia astral se ve reflejada en varios
episodios del registro.
Una minuciosa revisión a la
ficha técnica que se observa en la edición digital del disco, publicada en el
bandcamp, nos testifica de los dotes multinstrumentista de ambos músicos, quienes
experimentan con una generosa cantidad de instrumentos de vientos y percusión
de rasgos tribales, andinos y aún de diversas etnias del mundo, como el gong,
pun, bolang gu, silbato de cerámica, kaossilator, maracas, flauta doble
americana nativa, flauta del búho, ocarina, secuenciador, siku, shakapa,
crotales tibetanos, entre otros, sobre todo Yazmín, quien además nos conquista
con su ensoñadora voz. Hay que destacar que la tarea de revisar uno por uno los
instrumentos que forman parte de la música de la obra, ha enriquecido
notablemente nuestros conocimientos al respecto, sacándonos en algunos casos de
la ignorancia. Lo cual agradecemos al dúo.
El álbum además contó con una
nutrida relación de músicos invitados: Dante
Ayala (Mridanga, khomuz, didgeridoo, percusiones andinas y wind wand), Osmar
Cubillas (Bajo, voces), Hugo Elías (Bajo), Manuel Garfias (Guitarras y bajo), Rodrigo
Guimoye (Djembe), desde Arequipa Cocó Herrera (Batería), Cristóbal Pérez (Saxofón)
Yagat Ruiz (Djembe) Roberto Soto (Percusión), Camilo Uriarte (Bajo y teclados) y
Carlos Vidal (Bajo).
Desde el saque, la “etiqueta”
de música de fusión, salta a simple vista con el introspectivo sonido de una ocarina,
como preludio de “El Camino de las Luciérnagas”, para luego desfilar
instrumentación étnica para transformar el tema en una pieza que irradia misticismo,
donde la ensoñadora voz de Yazmín, flota sobre cuerdas vernaculares, relatándonos
su relación con la madre tierra, hasta que se ralentiza en pos de un tibetano
final. Prosigue, “Llegando al Sol”, tema de guitarras “heavy”, que no encaja
con el resto de la obra, no porque no se trate de una buena canción, sino porque creemos que se emparenta más con el repertorio
de Matus, y no con el resto de Círculo.
Foto: Richard Nossar |
De los ambientes de metrópoli
nebulosa en “After Dark”, pasamos a la exótica “Todos los Jaguares (Canto para
Yana)” con la etérea voz de Yazmín, yuxtaponiéndose a la textura de percusiones
tribales, entre otros instrumentos de viento, otorgándole al corte
orientaciones amazónicas y hasta se podría decir cierta ambientación
chamanística. Luego, la atmosférica “Viento”, cuyas melodías en ascenso,
encabezada por sus intensos teclados, junto con el esplendoroso y épico canto
de Yazmín, nos vuela los sentidos, poniéndonos en trance, en una marcha en
franco ascenso hacia los cielos. En “Nube Roja”, sus teclados ensayando notas
simples, pero efectivas, para aunarse con percusiones tribales logran
hipnotizarnos de principio a fin a lo largo de su extensa duración, culminando
con un delirante solo de órgano.
Finalmente, el suave crujir
de las olas que se dejan escuchar en “Dice Ser”, resulta arrullador, junto a las
cuerdas acústicas y la cándida, pero a la vez espectral voz de Yazmin. Breve, pero
contundente colofón para este disco que durante varios pasajes adquiere una
ambientación ritualista.
Un gran trabajo de la dupla,
donde su experimentación sonora logra escavar en las profundidades de nuestra
alma, conducirnos por senderos inhóspitos y por momentos hacerlos levitar en
pos de atmósferas oníricas. Su respectiva edición en disco compacto, que estará
a cargo
de los sellos Catrina Records y Luna Pagana, está planificada entre fines de
octubre y los primeros días de noviembre.
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