LOW
SUB-POP (2013)
El último
álbum de Low, The Invisible Way nos muestra al trío dispuesto a despojarse de
esa etiqueta “Slowcore”, detestada y negada por su líder Alan Sparhawk,
desarrollando música un poco más acelerada, más rítmica, con una sonoridad
donde el piano juega un rol vital en cada canción dándole más luminosidad al
universos sonoro del trío, así como la supremacía de la bella voz de su esposa,
Mimi Parker.
Jeff Tweedy,
líder de Wilco, otra banda ícono de la escena indie americana, ha sido el
encargado de la producción de este álbum, y probablemente el responsable de ese
giro de la banda a salir un poco de su oscuridad sónica, caracterizada por su
lentitud melódica e instrumentación minimalista, para salir un poco más hacia
la superficie de un mundo más rítmico, pero sin perder a esencia del estilo
Low. Ha transcurrido ya 20 años desde la
aparición de Low , y este nuevo disco no hace sino consolidar su privilegiado
sitial dentro de la escena indie-rock no solo americana sino mundial, sin duda
uno de los mejores álbumes del año.
Mi admiración
por su música se remonta hacia 1996, cuando estaba en Caleta me quedé fascinado
por un disco tributo a Joy Division, en especial por una versión lentísima de
la gran “Transmission”, la banda se llamaba Low pero no tenía mayor información
de ella, posteriormente en 1998 cuando
servía una misión de regla para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
Últimos Días, mi primer compañero Gregory Christiansen, que era (y sigue
siendo) un devoto seguidor de la música indie, me mencionó más sobre la música de Low,
y que se trataba de una pareja de esposos miembros de nuestra iglesia (¡increíble!),
que practicaban una música muy lenta y minimalista. Una vez de vuelta en
casa, Gregg me envió un disco donde había compilado las mejores canciones de
Low, fue allí que me quedé cautivado por su peculiar sonido y conmovido por
canciones como “Over The Ocean” pero no saldría de mi asombro cuando al
conversar con Carlos Quinto y Marco Rivera, en la época de Interzona, que se
manifestaron también como admiradores del trío de Minnesota, y que sabían que
eran mormones. Pero repasemos un poco la historia de la banda, para luego
comentar su reciente álbum y la reedición de sus tres primeras obras lanzadas
el año pasado.
GÉNESIS
Los inicios
y mediados de los noventas se caracterizó por
la lucha de la supremacía musical dentro del circuito comercial, entre dos bandos provenientes de ambas partes
del Atlántico, por un lado el grunge y por el otro el brit-pop. En medio de
ellos se iba consolidando una escena realmente alternativa e innovadora con
Massive Attack, Portishead, Björk, Tricky, entre otros por el lado europeo,
mientras que Beck y otros más por el americano, pero es en Duluth, Minnesota
que un estilo etiquetado como “Slowcore” y enarbolado por una pareja de esposos mormones,
Alan Sparhawk y Mimi Parker, la que llamaría la atención, por su intención deliberada
de ofrecer música de instrumentación minimalista
con arreglos musicales muy lentos, llevados
casi al límite.
La formación original: Nichols, Sparhawk y Parker |
Durante la
década del 2000, se lanzan los álbumes Things We Lost In The Fire (2001) y Trust
(2002) nuevamente con el sello Kranky. Posteriormente Low daría el gran
salto al firmar con el reconocido sello indie Sub Pop, sacando a luz
los álbumes The Great Destroyer (2005), Drums And Guns (2007), C’mon (2011) y su décimo LP The
Invisible Way, lanzado el 19 de marzo de este 2013.
Segunda formación: Alan, Mimi, y Zack Sally |
Reconocidas figuras del rock,
como Robert Plant (Led Zeppelin) han manifestado su admiración por Low, quien inclusive
ha versionado dos canciones de de la banda para un EP de covers. Plant ha manifestando
sobre Low “que es buena música, siempre ha estado al lado de Jerry Lee Lewis…”.
Low ha tenido la oportunidad de estar de
gira junto a Radiohead por los Estados Unidos., y de realizar giras a lo largo
de los Estados Unidos y Europa.
Sparhawk ha participado en
proyectos paralelos como el blusero Black Eyed Snakes, el góspel Retribution Gospel Choir, y The Murder of Crows.
ALAN
SPARHAWK, THE INDIE MORMON
Alan Sparhawk y su esposa Mimi Parker |
En sus
declaraciones, Sparhawk no se muestra como un religioso extremista e
intolerante sino muy respetuoso de las creencias y pensamientos de los demás,
abierto al diálogo, declarándose liberal en el correcto sentido de la palabra.
Casado con
Mimi Parker, quien se unió también a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de
los Últimos Días, tiene dos hijos, Holli y
Cyrus de 12 y 8 años
respectivamente, quienes están acompañando en la gira a sus padres actualmente.
Sobre su matrimonio y el tener a su lado a su compañera de banda Sparhawk ha dicho: “Ha
sido divertido, ha sido interesante y realmente...ojalá todo el mundo pudiera
probarlo”.
Alan
Sparhawks ha declarado sobre su fe “nuestras
creencias espirituales
abarcan toda nuestra vida y la comprensión de lo que somos y lo que hacemos”, en otra ocasión
manifestó: “…a
la gente no le gustan los mormones. Nos tienen miedo porque creemos en algo,
realmente creemos [en Dios]”.
THE
INVISIBLE WAY(2013)
El productor Jeff Tweedy con Low durante las sesiones de grabación |
La
amistad con Tweedy, se remonta años
atrás, al encontrarse en las giras. En 2012 mientras estaban de tour en
Chicago, se encuentran con él en su estudio e inician las conversaciones para que trabaje como productor del nuevo disco.
Jeff Tweedy , cantante, guitarrista y líder de Wilco |
Garrington (primero de la izquierda) juega un papel fundamental en el sonido del álbum |
Otra
característica del sonido del disco, es la inclusión del piano en varias partes
del mismo, ejecutado magistralmente por Garrington , logrando una mayor
luminosidad y emotividad como en “So Blue”,
alejándonos un poco del sonido oscuro de antaño.
Las
excelentes reverberaciones que estallan a la mitad de “On My Own” es un momento
cautivamente del álbum, que lamentablemente no se repite en otros pasajes del
mismo. Existe pues en este álbum, un deseo de la banda por ampliar el panorama
sonoro, hasta el sonido de los tambores es más potente, dejándose escuchar por
allí el bombo.
“Plastic
Cup” nos da la bienvenida con un clásico sonido Low aunque matizado con cierta
atmosfera folk, prosigue la depresiva sonoridad de “Amethyst”, construida a
base de tristes cuerdas acústicas y el sonido de un resonante piano, sigue la marcha in crescendo de “So Blue”, en donde la tierna voz de Mimi parece danzar con la poderosa
ejecución del piano, consiguiendo uno de los mejores momentos del disco y
emocionándonos profundamente. Otra vez el hermoso canto de la Parker se luce en
“Holy Ghost”, en medio de las cuerdas acústicas y el piano, entonando una letra
de explícita cristiandad.
Las voces de la pareja entonan “Waiting”,
teniendo como fondo musical al piano y algunos punteos de guitarra, sigue “Clarence
White” en donde otra vez el piano de Garrington realza la canción. En “Four
Score” nuevamente Alan y Mimi practican su conocido juego de voces, en medio de
un austero acompañamiento. “Just Make It
Stop”
es una pieza de un ritmo implacable y un poco más acelerada,
como queriéndose despojar el trío de esa etiqueta de “slowcore”, robándose el show otra vez la voz de Mimi
Parker, teniendo al piano como gran soporte, otro momento sublime del álbum. La
acústica y el piano de “Mother” (inspirada en la madre de Sparhawks) nos lleva otra vez a explorar esas
angustiantes sonoridades creadas por Sparhawks.
En “On My Own” una alegre marcha con una acústica rítmica es irrumpida
por hipnóticas reverberaciones y distorsiones, ya mencionadas anteriormente,
alcanzando otro punto alto del álbum. La
tierna “To Our Knees” es la encargada de cerrar este buen disco.
The
Invisible Way
nos muestra a una añeja banda con un real deseo de seguir evolucionando,
que no tiene reparos en sacudirse de su acostumbrada rigidez para exhibirse
flexible a explorar otros aires, pero conservando su inconfundible estilo,
resultando todo un placer escucharla. Este álbum también grita a los cuatro
vientos el gran aporte que es Garrington para el sonido de Low.
El
trío sigue demostrando que es capaz de producir buena música, de satisfacer a
sus seguidores y de su poder de cautivar a otros nuevos. The Invisible Way quizás no sea candidata a ser álbum del año,
pero sí a figurar dentro de los mejores discos del 2013. Habrá que esperar con
ansias una próxima entrega de este excepcional trío americano.
REMASTERIZACIONES
2012 (¡Queremos más!)
El año
pasado, como preparando el ambiente para la llegada del nuevo álbum de Low, se
lanzaron las reediciones de sus tres primeros álbumes, pertenecientes a su
etapa noventas, considerada por muchos seguidores del trío, como su periodo más
creativo e innovador, y que los llevó a obtener una posición privilegiada
dentro de la escena indie americana. Cada álbum es presentado en sencillas pero
elegantes ediciones digipacks, conteniendo los álbumes originales con
interesantes temas extras, y fotografías de los integrantes de Low (Espero con
ansias se animen a reeditar también sus trabajos posteriores). Revisemos cada
uno de estos discos vitales dentro de la indie-rock.
I
COULD LIVE IN HOPE (1994)
La temática
de las letras del álbum, giran alrededor de temores personales y experiencias
inolvidables que se enlazan con referencias bíblicas, entonadas por medio de
voces etéreas y acompañadas por ondas de reverberación de guitarra, creando un
fondo musical oscuro. Existen canciones como “Lullaby” que tranquilamente podrían
haber sido parte de un b-side del Faith de The Cure, u otras de
hermosa sonoridad como la breve “Sea” o
“Sunshine”, que nos llevan a profundos parajes melancólicos, poblados por los recuerdos
de tristezas pasadas.
LONG DIVISION (1995)
El
disco se inicia con la extraordinaria belleza que emana “Violence”, tema que
retoma los postulados ya establecidos en su álbum debut, y que serán la marca
registrada musical del trío: Instrumentación minimalista de cuerdas, voces que
se muestran etéreas y angelicales, y golpes ralos de percusión, simplemente música que nos introduce a una atmosfera solitaria, triste,
dramática y hasta narcótica, que nos hace transitar entre la desesperanza y la
esperanza.
Otra
vez con el valioso aporte de Kramer en la producción, Low lleva su propuesta sonora más allá, con un
sonido más pausado y calmado, con notas lentísimas y dispersas, disminuyendo
los tempos casi al límite, matizándolos a través de ligeros golpes de percusión
casi imperceptibles que van desvaneciéndose
hasta llegar al silencio, acompañados por delicadas reverberaciones de
guitarra, punteos de bajo y melancólicas voces creando un ambiente de
ensoñadora tristeza. Long Division luce una sobrenatural
lentitud pero que para nada llega a ser
aburrida, sino deja respirar vigorosa emotividad. Las características sonoras presentadas
por Low, servirían de inspiración a los futuros músicos post-rock, quienes citarían
al trío como una de sus influencias más importantes.
Otros
puntos altos del álbum son las bellas “Below & Above”, “Shame”, y “Stay”. El juego de voces de los esposos Alan
y Mimi, nuevamente luce magnífico. Long Division es una obra que denota exuberancia y
sensación de vació a la vez, que encarna esperanza y congoja con la misma
fuerza.
La
reedición del álbum, contiene tres hermosos y nostálgicos “bonus tracks”: “Tired”, “I Started A Joke”
(un cover de los Bee Gees) y “Plan”(demo), temas dispuestos a conmovernos hasta
las lágrimas.
THE CURTAIN HITS THE CAST (1996)
Este
es el álbum que catapultó a Low dentro de las “ligas mayores” de la escena indie americana, llegó a un público más amplio. El
trío grabaría esta vez en Seattle, bajo la producción de Steve Fisk, buscando
encontrar nuevos aires para su intrépida propuesta musical. Sin embargo, el estilo de Low no variaría
mucho. Entregándonos música aún más minimalista como en “laugh” o “Lust”, de sensaciones solitarias y
estética nostalgia como en la bella “Over The Ocean”.
Este
álbum nos presentan dos temas que se salen del molde sonoro creado por Low:
“Prisioner”, delirante pieza construida por hipnóticas distorsiones y
reverberaciones de guitarra, aunque acompañada por esa acostumbrada lentitud vocal, y “Do you Know How To Waltz?”,
una joya de prolongada exploración sonora, plagada de feedbacks, distorsiones y reverberaciones, que se encarga de expulsar portentosas ráfagas de
perturbador noise, y que va oscilando a través de su extensa duración, logrando
un ambiente sónico caótico, propio de un cataclismo, lleno de tensión y
dramatismo.
En
el disco los cantos lucen un poco más fúnebres y tristes, pero también bellos, es
pues en la producción donde se notan mayormente los cambios, siendo esta más
elaborada que sus dos trabajos anteriores. Low había logrado crear y consolidar
su propio mundo sonoro, de original e inconfundible estilo, de honesta e
integra propuesta musical, difícil de encontrar en otro lugar, con un excelente
álbum lleno de hermosas canciones.
La
respectiva reedición del álbum, a diferencia de las anteriores viene sin
booklet, pero nos trae un acogedor cd extra con cinco atractivos b-sides de la
época, entre lo que destacan el experimental “Brigth 2” y la tierna pieza
minimalista “Walk You Out”.