viernes, 30 de agosto de 2013

LOW: TACITURNA LUMINOSIDAD



THE INVISIBLE WAY
LOW
SUB-POP (2013)
El último álbum de Low, The Invisible Way nos muestra al trío dispuesto a despojarse de esa etiqueta “Slowcore”, detestada y negada por su líder Alan Sparhawk, desarrollando música un poco más acelerada, más rítmica, con una sonoridad donde el piano juega un rol vital en cada canción dándole más luminosidad al universos sonoro del trío, así como la supremacía de la bella voz de su esposa, Mimi Parker.
Jeff Tweedy, líder de Wilco, otra banda ícono de la escena indie americana, ha sido el encargado de la producción de este álbum, y probablemente el responsable de ese giro de la banda a salir un poco de su oscuridad sónica, caracterizada por su lentitud melódica e instrumentación minimalista, para salir un poco más hacia la superficie de un mundo más rítmico, pero sin perder a esencia del estilo Low. Ha transcurrido ya  20 años desde la aparición de Low , y este nuevo disco no hace sino consolidar su privilegiado sitial dentro de la escena indie-rock no solo americana sino mundial, sin duda uno de los mejores álbumes del año.
Mi admiración por su música se remonta hacia 1996, cuando estaba en Caleta me quedé fascinado por un disco tributo a Joy Division, en especial por una versión lentísima de la gran “Transmission”, la banda se llamaba Low pero no tenía mayor información de ella, posteriormente en  1998 cuando servía una misión de regla para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mi primer compañero Gregory Christiansen, que era (y sigue siendo) un devoto seguidor de la música indie, me mencionó más sobre la música de Low, y que se trataba de una pareja de esposos miembros de nuestra iglesia (¡increíble!), que practicaban una música muy lenta y minimalista. Una vez de vuelta en casa, Gregg me envió un disco donde había compilado las mejores canciones de Low, fue allí que me quedé cautivado por su peculiar sonido y conmovido por canciones como “Over The Ocean” pero no saldría de mi asombro cuando al conversar con Carlos Quinto y Marco Rivera, en la época de Interzona, que se manifestaron también como admiradores del trío de Minnesota, y que sabían que eran mormones. Pero repasemos un poco la historia de la banda, para luego comentar su reciente álbum y la reedición de sus tres primeras obras lanzadas el año pasado.
GÉNESIS
Los inicios y mediados de los noventas se caracterizó por  la lucha de la supremacía musical dentro del circuito comercial,  entre dos bandos provenientes de ambas partes del Atlántico, por un lado el grunge y por el otro el brit-pop. En medio de ellos se iba consolidando una escena realmente alternativa e innovadora con Massive Attack, Portishead, Björk, Tricky, entre otros por el lado europeo, mientras que Beck y otros más por el americano, pero es en Duluth, Minnesota que un estilo etiquetado como “Slowcore”  y enarbolado por una pareja de esposos mormones, Alan Sparhawk y Mimi Parker, la que llamaría la atención, por su intención deliberada de  ofrecer música de instrumentación minimalista con arreglos musicales muy lentos, llevados  casi al límite.
La formación original: Nichols, Sparhawk y Parker
La historia de Low se remonta cuando Alan Sparhawk (guitarra y voz) conoce a John Nichols (bajo), en pleno apogeo grunge, tocando en una banda llamada Zen Identity, y le propone elaborar una música lenta y tranquila contrapuesta al visceral y acelerado estilo grunge predominante en la época, a manera de broma. Posteriormente ambos dejarían la banda, y reclutarían a la esposa de Alan, Mimi Parker (percusión y voz)  para que los acompañen tocando una modesta percusión conformada solo por un platillo y un tambor. La intención musical ahora sí iba en serio, y era la de hacer música muy minimalista, naciendo así Low como trío en la primavera de 1993. Con el pasar del tiempo se contactan con el productor underground Kremer, quien produciría su primer material, I Could Live In Hope  lanzado en 1994, a través de Vernon Yard, sello de Virgin Records. Luego Nichols dejaría la banda y sería reemplazado por Zack Sally  para trabajar en el siguiente álbum de la banda Long Division, que se lanzaría al mercado al año siguiente. El tercer álbum, The Curtains Hits The Cast(1996)  conseguiría sendas reseñas de la prensa musical independiente, los halagos comenzarían a llegar. Para el siguiente álbum, Secret Name, el trío se cambiaría al sello Kranky, completando así una productiva década.
Durante la década del 2000, se lanzan los álbumes Things We Lost In The Fire (2001) y Trust (2002) nuevamente con el sello Kranky. Posteriormente Low daría el gran salto al firmar con el reconocido sello indie Sub Pop, sacando a  luz  los álbumes The Great Destroyer (2005), Drums And Guns  (2007), C’mon (2011) y su décimo LP The Invisible Way, lanzado el 19 de marzo de este 2013.  
Segunda formación: Alan, Mimi, y Zack Sally
En la época del Great Destroyer, Alan anuncia la cancelación de la gira, por sufrir de una fuerte depresión, posteriormente en Octubre del 2005, Zack Sally anunciaría su partida de Low, y su lugar sería cubierto por Matt Livingston un bajista y saxofonista de la escena musical de Duluth, quién también dejaría la banda en el 2008, tras culminar la gira del álbum Drums And Guns siendo reemplazado por el multi intrumentista  Steve Garrington.
Reconocidas figuras del rock, como Robert Plant (Led Zeppelin) han manifestado su admiración por Low, quien inclusive ha versionado dos canciones de de la banda para un EP de covers. Plant ha manifestando sobre Low  que es buena música, siempre ha estado al lado de Jerry Lee Lewis…”.  Low ha tenido la oportunidad de estar de gira junto a Radiohead por los Estados Unidos., y de realizar giras a lo largo de los Estados Unidos y Europa.
Sparhawk ha participado en proyectos paralelos como el blusero Black Eyed Snakes, el góspel  Retribution Gospel Choir, y The Murder of Crows.   
ALAN SPARHAWK, THE INDIE MORMON
Alan Sparhawk y su esposa Mimi Parker
El líder de la banda, Alan Sparhawk nació en Seattle, se crío en un hogar mormón, luego su familia se mudaría a Utah, a los 9 años conocería a quien sería su esposa, Mimi Parker, pero se mudaría a Duluth, Minnesota. Comienza a escribir sus propias canciones a partir de los 13 años, es durante su adolescencia que se apartaría de las creencias de sus padres, alejamiento que se prolongaría hasta los primeros años de Low, desde entonces se ha esforzado por mantenerse junto a su familia como un miembro fiel y practicante de la iglesia, dentro de todas sus limitaciones que tiene como artista,  por su recargada agenda entre giras y otras labores.
En sus declaraciones, Sparhawk no se muestra como un religioso extremista e intolerante sino muy respetuoso de las creencias y pensamientos de los demás, abierto al diálogo, declarándose liberal en el correcto sentido de la palabra.
Casado con Mimi Parker, quien se unió también a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tiene dos hijos, Holli y  Cyrus  de 12 y 8 años respectivamente, quienes están acompañando en la gira a sus padres actualmente. Sobre su matrimonio y el tener a su lado a su compañera de banda Sparhawk  ha dicho: “Ha sido divertido, ha sido interesante y realmente...ojalá todo el mundo pudiera probarlo”.
Alan Sparhawks ha declarado sobre su fe “nuestras creencias espirituales abarcan toda nuestra vida y la comprensión de lo que somos y lo que hacemos”, en otra ocasión manifestó: “…a la gente no le gustan los mormones. Nos tienen miedo porque creemos en algo, realmente creemos [en Dios]”.
THE INVISIBLE WAY(2013)
El productor Jeff Tweedy con Low durante las sesiones de grabación
El nuevo álbum de Low que coincide con sus 20 años de formación, nos muestra al trío queriendo retomar algo de sus orígenes pero a la vez buscando explorar nuevos sonidos, y es la participación del líder de Wilco en la producción, causante de ello, logrando un sonido más fresco y vivo.
La amistad con Tweedy, se remonta  años atrás, al encontrarse en las giras. En 2012 mientras estaban de tour en Chicago, se encuentran con él en su estudio e inician las conversaciones para  que trabaje como productor  del nuevo disco.
Jeff Tweedy , cantante, guitarrista y líder de Wilco
El proceso de grabación del álbum fue rápido. El trío retornó al estudio de Chicago con los once temas del futuro álbum en demos, teniendo el objetivo claro de lo que querían lograr y abiertos a aplicar las sugerencias  de Tweedy. La primera sesión duró cinco días, luego retornarían un mes y medio después para trabajar otra semana retocando los temas  y posteriormente mezclarlos.  Sentí que había momentos en los que tuvimos la suerte de ir más allá de lo que realmente podíamos hacer y que era un poco raro…” recuerda Sparhawk. A pesar de ello el líder de la banda confiesa que durante algunos momentos se cuestionó “¿cómo hacer para que estos instrumentos tradicionales suenen distinto a lo antes hecho? vaya que con el aporte de Tweedy pudieron lograrlo.
Garrington (primero de la izquierda) juega un papel fundamental en el sonido del álbum
En  The Invisible Way las voces adquieren una mayor preponderancia que la música, dejando de ser un elemento más de la sonoridad etérea del pasado noventero, aquí no existen más esos ensoñadores juegos de voces  de la pareja Sparhawk, y sí se dan son por momentos muy esporádicos. Cada cantante asume con gran confianza su rol protagónico en la canción que le toca interpretar. Aunque es  esta ocasión es Mimi Parker es quien lleva la delantera, al entonar cinco canciones que resultan ser las mejores piezas del álbum.  Ese logro es  mérito directo de Tweedy, quien conoce el rol del cantante.
Otra característica del sonido del disco, es la inclusión del piano en varias partes del mismo, ejecutado magistralmente por Garrington , logrando una mayor luminosidad y emotividad como en  “So Blue”, alejándonos un poco del sonido oscuro de antaño.
Las excelentes reverberaciones que estallan a la mitad de “On My Own” es un momento cautivamente del álbum, que lamentablemente no se repite en otros pasajes del mismo. Existe pues en este álbum, un deseo de la banda por ampliar el panorama sonoro, hasta el sonido de los tambores es más potente, dejándose escuchar por allí el bombo.
“Plastic Cup” nos da la bienvenida con un clásico sonido Low aunque matizado con cierta atmosfera folk, prosigue la depresiva sonoridad de “Amethyst”, construida a base de tristes cuerdas acústicas y el sonido de un resonante piano,  sigue la marcha in crescendo de “So Blue”, en donde la tierna voz de Mimi parece danzar con la poderosa ejecución del piano, consiguiendo uno de los mejores momentos del disco y emocionándonos profundamente. Otra vez el hermoso canto de la Parker se luce en “Holy Ghost”, en medio de las cuerdas acústicas y el piano, entonando una letra de explícita cristiandad.   
Las voces de la pareja entonan “Waiting”, teniendo como fondo musical al piano y algunos punteos de guitarra, sigue “Clarence White” en donde otra vez el piano de Garrington realza la canción. En “Four Score” nuevamente Alan y Mimi practican su conocido juego de voces, en medio de un austero acompañamiento.  “Just Make It Stop” es una pieza de un ritmo implacable y un poco más acelerada, como queriéndose despojar el trío de esa etiqueta de “slowcore”,  robándose el show otra vez la voz de Mimi Parker, teniendo al piano como gran soporte, otro momento sublime del álbum. La acústica y el piano de “Mother” (inspirada en la madre de Sparhawks)  nos lleva otra vez a explorar esas angustiantes sonoridades creadas por Sparhawks.  En “On My Own” una alegre marcha con una acústica rítmica es irrumpida por hipnóticas reverberaciones y distorsiones, ya mencionadas anteriormente, alcanzando otro punto alto del álbum.  La tierna “To Our Knees” es la encargada de cerrar este buen disco.
The Invisible Way  nos muestra a una añeja banda con un real deseo de seguir evolucionando, que no tiene reparos en sacudirse de su acostumbrada rigidez para exhibirse flexible a explorar otros aires, pero conservando su inconfundible estilo, resultando todo un placer escucharla. Este álbum también grita a los cuatro vientos el gran aporte que es Garrington para el sonido de Low.
El trío sigue demostrando que es capaz de producir buena música, de satisfacer a sus seguidores y de su poder de cautivar a otros nuevos. The Invisible Way  quizás no sea candidata a ser álbum del año, pero sí a figurar dentro de los mejores discos del 2013. Habrá que esperar con ansias una próxima entrega de este excepcional trío americano.
REMASTERIZACIONES 2012 (¡Queremos más!)
El año pasado, como preparando el ambiente para la llegada del nuevo álbum de Low, se lanzaron las reediciones de sus tres primeros álbumes, pertenecientes a su etapa noventas, considerada por muchos seguidores del trío, como su periodo más creativo e innovador, y que los llevó a obtener una posición privilegiada dentro de la escena indie americana. Cada álbum es presentado en sencillas pero elegantes ediciones digipacks, conteniendo los álbumes originales con interesantes temas extras, y fotografías de los integrantes de Low (Espero con ansias se animen a reeditar también sus trabajos posteriores). Revisemos cada uno de estos discos vitales dentro de la indie-rock.    
I COULD LIVE IN HOPE (1994)

El diligente trabajo realizado por el trío con el productor Kremer en New York durante 1993, dio buenos resultados, logrando plasmarse en su glorioso debut. “Words” excepcional pieza que  inicia el álbum, marca la pauta del sonido para todo el disco, con su instrumentación ejecutada de manera minimalista, de melodías lentas y tristes, creando ambientes sonoros que ofrecen una sensación de soledad e incertidumbre que paradójicamente resulta acogedor, y que parece ofrecernos un halo de esperanza. Logrando un estilo musical difícil de clasificar, pero que algunos se atreverían a denominarlo como “Sad Core”, y que sectores de la prensa lo bautizarían como “Slowcore”, etiqueta que Alan Sparhawk  aceptaría a regañadientes y después rechazaría; y es que resulta desafiante definir música tan lúgubre y bella a la vez.      
La temática de las letras del álbum, giran alrededor de temores personales y experiencias inolvidables que se enlazan con referencias bíblicas, entonadas por medio de voces etéreas y acompañadas por ondas de reverberación de guitarra, creando un fondo musical oscuro. Existen canciones  como “Lullaby” que tranquilamente podrían haber sido parte de un b-side del Faith de The Cure, u otras de hermosa sonoridad como la breve  “Sea” o “Sunshine”, que nos llevan a profundos parajes melancólicos, poblados por los recuerdos de tristezas pasadas.
La reedición del álbum, contiene como extras, lar versiones demo de “Lullaby” y “Cut”, así como la experimental “Hearbeat”  y “Peanut Butter Toast and Bandstand”. Así como un pequeño booklet donde se observa el set list que el trío ejecutó en su debut en el legendario CBGB’s bar, además de un pequeño relato anecdótico de Alan Sparhawks sobre los antecedentes del álbum y su encuentro con Kremer.
LONG DIVISION (1995)
El disco se inicia con la extraordinaria belleza que emana “Violence”, tema que retoma los postulados ya establecidos en su álbum debut, y que serán la marca registrada musical del trío: Instrumentación minimalista de cuerdas, voces que se muestran etéreas y angelicales, y golpes ralos de percusión,  simplemente música que  nos introduce a una atmosfera solitaria, triste, dramática y hasta narcótica, que nos hace transitar entre la desesperanza y la esperanza.
Otra vez con el valioso aporte de Kramer en la producción, Low  lleva su propuesta sonora más allá, con un sonido más pausado y calmado, con notas lentísimas y dispersas, disminuyendo los tempos casi al límite, matizándolos a través de ligeros golpes de percusión casi imperceptibles que van desvaneciéndose  hasta llegar al silencio, acompañados por delicadas reverberaciones de guitarra, punteos de bajo y melancólicas voces creando un ambiente de ensoñadora tristeza. Long Division luce una sobrenatural lentitud pero que para nada llega  a ser aburrida, sino deja respirar vigorosa emotividad. Las características sonoras presentadas por Low, servirían de inspiración a los futuros músicos post-rock, quienes citarían al trío como una de sus influencias más importantes.  
Otros puntos altos del álbum son las bellas “Below & Above”, “Shame”, y  “Stay”. El juego de voces de los esposos Alan y Mimi, nuevamente luce magnífico. Long Division  es una obra que denota exuberancia y sensación de vació a la vez, que encarna esperanza y congoja con la misma fuerza.
La reedición del álbum, contiene tres hermosos y nostálgicos  “bonus tracks”: “Tired”, “I Started A Joke” (un cover de los Bee Gees) y “Plan”(demo), temas dispuestos a conmovernos hasta las lágrimas.
THE CURTAIN HITS THE CAST (1996)
Este es el álbum que catapultó a Low dentro de las “ligas mayores” de la  escena indie  americana, llegó a un público más amplio. El trío grabaría esta vez en Seattle, bajo la producción de Steve Fisk, buscando encontrar nuevos aires para su intrépida propuesta musical.  Sin embargo, el estilo de Low no variaría mucho. Entregándonos música aún más minimalista como en  “laugh” o “Lust”, de sensaciones solitarias y estética nostalgia como en la bella “Over The Ocean”.
Este álbum nos presentan dos temas que se salen del molde sonoro creado por Low: “Prisioner”, delirante pieza construida por hipnóticas distorsiones y reverberaciones de guitarra, aunque acompañada por esa acostumbrada  lentitud vocal, y “Do you Know How To Waltz?”, una joya de prolongada exploración sonora, plagada  de feedbacks, distorsiones y reverberaciones, que  se encarga de expulsar portentosas ráfagas de perturbador noise, y que va oscilando a través de su extensa duración, logrando un ambiente sónico caótico, propio de un cataclismo, lleno de tensión y dramatismo.
En el disco los cantos lucen un poco más fúnebres y tristes, pero también bellos, es pues en la producción donde se notan mayormente los cambios, siendo esta más elaborada que sus dos trabajos anteriores. Low había logrado crear y consolidar su propio mundo sonoro, de original e inconfundible estilo, de honesta e integra propuesta musical, difícil de encontrar en otro lugar, con un excelente álbum lleno de hermosas canciones.
La respectiva reedición del álbum, a diferencia de las anteriores viene sin booklet, pero nos trae un acogedor cd extra con cinco atractivos b-sides de la época, entre lo que destacan el experimental “Brigth 2” y la tierna pieza minimalista “Walk You Out”.       

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