A nuestro episodio final podríamos haberlo titulado el retorno de las Jedi, pues Björk después de muchos años vuelve a estar en la vanguardia de los ojos de la crítica mundial, recuperando el sitial que nunca debió dejar y Julia Holter regresa al lugar de honor, asumiendo lo que es suyo, pues sus obras están acostumbradas a barrer en nuestros recuentos anuales, estas chicas sí que son "superpoderosas", aunque en este año los varones han equilibrado un poco las cosas ante el predominio de obras realizadas por féminas durante los años anteriores.
Mención a parte para Low, dos décadas regalándonos buenos álbumes, no hay ninguno malo, ni siquiera regular en toda su carrera. Y un asombroso trabajo de Sufjan Stevens demostrando que con muy poco pero harto corazón e inspiración se puede conmover multitudes.
Aquí están las producciones de niveles superlativos del año que ya se fue....pero antes repasemos las posiciones anteriores...
33. Art Angels - Grimes
32. Sometimes I Sit and Think, And I Sometimes I Just Sit - Courtney Barnett
31. The Epic - Kamasi Washington
30. From Kinshasa - Mbongwana Star
29. Star Wars - Wilco
28. Ghost Culture - Ghost Culture
27. Universal Themes - Sun kil Moon
26. Mutant - Arca
25. The Magic Whip - Blur
24. Panda Bear Meets The Grim Reaper - Panda Bear
23. Grey Tickles, Black Pressure - John Grant
22. Culture of Volume – East India Youth
21. Eclipse - Twin Shadow
Mención a parte para Low, dos décadas regalándonos buenos álbumes, no hay ninguno malo, ni siquiera regular en toda su carrera. Y un asombroso trabajo de Sufjan Stevens demostrando que con muy poco pero harto corazón e inspiración se puede conmover multitudes.
Aquí están las producciones de niveles superlativos del año que ya se fue....pero antes repasemos las posiciones anteriores...
33. Art Angels - Grimes
32. Sometimes I Sit and Think, And I Sometimes I Just Sit - Courtney Barnett
31. The Epic - Kamasi Washington
30. From Kinshasa - Mbongwana Star
29. Star Wars - Wilco
28. Ghost Culture - Ghost Culture
27. Universal Themes - Sun kil Moon
26. Mutant - Arca
25. The Magic Whip - Blur
24. Panda Bear Meets The Grim Reaper - Panda Bear
23. Grey Tickles, Black Pressure - John Grant
22. Culture of Volume – East India Youth
21. Eclipse - Twin Shadow
20. Shadow of The Sun - Moon Duo
19. Every Open Eye - Chvrches
18. Miseress - Mueran
humanos
17. Maze
of Woods - inventions
16. Girls in Peacetime Want To Dance - Belle & Sebastian
15. Deeper -The Soft Moon
14. More Faithful - No Joy
13. Fanding Frontier - Deerhunter
12. Complete Music - New Order
11. Are You Alone? - Madjical Cloudz
10. I Love You Honeybear - Father john Misty
9. Platform - Holly Herndon
8. Depression Cherry - Beach House
7. Viet Cong - Viet Cong
6. Thank Your Lucky Star - Beach House
5. Garden of Delete - Oneohtrix Point Ever
4
VULNICURA
BJÖRK
One
Little Indian
La
cosa no se le presentaba nada fácil a la islandesa, aunque sinceramente a estas
alturas ¿qué tenía que demostrarnos? porque a pesar de su
recomendable performance Biophilia Live (2014), y
la experimentación propuesta con novedosos instrumentos en su álbum anterior
(2011), como suma, no dejaron satisfechos del todo, a la crítica ni a sus
seguidores, los ensayos de Björk resultaban poco atractivos y escasos de
inspiración o “viéndolo por el lado amable” no los llegamos a comprender.
Para
esta nueva aventura decide inspirarse en su ruptura amorosa con el artista
Mathew Barney (una relación de 13 años y una hija de por medio) y reclutar a “sangre nueva” que pueda ayudarle en su reinvención
sonora, como el joven productor venezolano Arca, quien logró posicionar su
renovado sonido en su justo medio, recurriendo a la influencia de dos de las mejores obras de la islandesa,
Homogenic (1997) y Vespertine (2001), aunque también
podemos referenciar el trabajo de voces realizado en Medúlla (2004), solamente
reformulando sus postulados ¿los resultados? Mucho mejor de lo esperado,
destacándose justamente la majestuosidad en los arreglos vocales de Björk, violines, “esculpidísimos” beats y base electrónica.
Arte plastificado que cubre la portada de la edición en vinilo |
Desde
el arte de portada, con Björk erigiéndose como un altar humano de
sacrificios y con su traje negro, en ambos casos con el pecho abierto, la
artista en este álbum saca a flote los sentimientos más escondidos del cosmos de
su privacidad.
Abre “Stonekiller”, donde unos tristes violines se combinan con una base electrónica, recordándonos su emotivo canto melodramático a los mejores pasajes de Homogenic, instantes tan introspectivos y hermosos son los que experimentamos al deleitarnos con esta bella
pieza. Las voces sobrepuestas de “Lionsong” ahora nos traen a la mente
momentos del Medúlla, los etéreos e inquietos teclados de la íntima “History
of Touches”, con el sello distintivo de Arca, se encargan de crear desconcertantes atmósferas.
Arca y Björk :el encuentro de dos mundos |
En la extensa "Black Lake", somos
embargados por una intensa sensación de nostalgia y dolor, tras contemplar sus sesiones de cuerda, otra pieza vital del disco para
entender la renovada propuesta de Björk. La tensa “Family”, esparciendo
misterio con sus sombríos teclados y esporádicas intervenciones de beats
confundiéndose con la atmosférica voz de nuestra diva. Los siniestros violines
y cellos de “Notget” crean una amenazante ambientación, además de esos maravillosos
sonidos electrónicos que enturbian el paisaje sonoro, y la tortuosa voz de la
cantante, todo en su conjunto llevándonos al borde del pánico y la locura.
Un pizzicato, cuerdas exóticas y sutiles arreglos electrónicos dirigen una
pausada marcha espacial, interviniendo por la mitad la voz de Antony Hegarty se une a
dúo con la de Björk en la sugestiva “Atom Dance”. Más sonoridades lúgubres
son arrancadas de las sesiones de cuerdas, enajenada electrónica y maníacos juegos de voces de Björk en la compleja “Mouth Mantra”, cerrando con la electrónica vitalista de “Quicksand”.
Vulnicura,
es sin duda el disco más confesional de la islandesa, un feliz retorno a su
sonido alienígeno y dispuesto a seguir cautivándonos, arrancado de un corazón
quebrantado y puesto sobre el altar.
3
ONES AND SIXES
LOW
SUB-POP
¿Qué
puede salir de estar escuchando reggae y hip-hop durante los últimos meses, de
proclamar admiración por Kayne West y Kendrick Lamar, de estructurar canciones
similares a los himnos que se cantan en la iglesia los domingos, del mostrarse
sereno al saber que el mundo nunca cambiará e intentar meditar sobre su caos,
reflexionar sobre el azar y el destino, y el disfrutar de que tu hija sea un
genio con las matemáticas? La respuesta
es Ones
and Sixes, el último álbum de Low, la reciente epifanía de su líder
Alan Sparhawk.
El
trío de Duluth, Minnesota es una de las bandas más importantes de la escena
“indie” mundial. Sus líderes Alan Sparhawk y su esposa Mimi Parker se
conocieron desde la infancia, se enamoraron y casaron, además de compartir su
devoción por La Iglesia de Jesucristo de Los Santos de los Últimos Días.
“Cuando éramos jóvenes, reflexionamos, soñamos y pedimos en oración qué nos
gustaría hacer, qué podríamos hacer juntos en la vida", así que la música
fue la opción elegida.
Ones
And Sixes es el décimo primer álbum de Low tras 22
años de trayectoria, dejando en claro que su creatividad y animo explorador
permanece intacto a pesar del tiempo transcurrido, pero conservando su peculiar
estilo denominado “slowcore” por unos o “sad-pop” por otros.
Desde
su anterior trabajo, The Invisible Way (2012), producido
por el Wilco Jeff Tweedy, el trío se mostró abierto a los cambios y la
experimentación en su sonido, siendo el más notorio, el protagonismo de Mimi
Parker (percusión) en las voces, aspecto que se prolonga en esta placa, así
como la matización de su sonido.
Para
esta ocasión el trío convocó al productor BJ Burton (¡sí! El mismo de Yeezus de
Kayne West) quien tuvo licencia para dar rienda suelta a su audacia y actuar
con singular extremismo para remover las bases sonoras de los de Minnesota.
Durante las sesiones de grabación el productor le había dado algunos gritos de
batalla a Sparhawk, “¡vamos a hacerlo más fresco! ¡Vamos hacerlo más grande!” o
llamados a la exploración, “¿cómo podemos tomar estas dos o tres partes y
hacerlas que las presenten tan vitales?”. El productor estaba dispuesto a
sacarlos de su zona de confort y llevar el sonido de Low más allá de lo
conocido, estaba ávido de poblar esta vez la tradicional propuesta de la banda
con cajas de ritmos y sonoridades industriales. La pareja apostó por renovarse
recurriendo a lo inexplorado, confesando “siempre nos divertimos
sorprendiéndonos a nosotros mismos”.
Sparhawk
ha declarado que Ones And Sixes plasma la
idea de la aleatoriedad, del equilibrio entre lo que se puede controlar y lo
que no, y cómo estos trabajan juntos, todo a través de un “ambiente hip-hop”.
"Comenzó como una fascinación por los números", declararía Alan
Sparhawk. "Lo que es al azar y lo que no es - ¿cómo se configura la
realidad en movimiento, a pesar de que se está moviendo en una trayectoria
aleatoria? ¿Cómo dirigir el caos? ¿Dónde está la línea entre los números
organizados y aleatoriedad? Ese tipo de cosas."
Sobre
las letras y la parte musical de las canciones del álbum, Sparhawk ha
declarado: “El lenguaje religioso es parte de mi educación, y sale de forma
natural, nunca ha sido forzado ni pretende decirle a la gente qué tiene que
hacer. Siempre se nos relaciona con lo religioso por nuestra fe…muchas de las
canciones del álbum son bastante semejantes a los himnos que cantamos, como
estructuralmente y musicalmente me recordaron a los tipos de canciones que
solíamos ver en nuestros cancioneros de la iglesia”.
Grabado
en Wisconsin en el Justin Vernon’s studio, Ones And Sixes, es la culminación de
las diversas ideas de la pareja, trabajadas de manera independiente y que se
convierte sin exagerar, en una de las obras maestras del trío.
Los
golpes "trotones" de unos minimalistas beats atravesando penumbrosos parajes
creados por fúnebres teclados en “Gentle”, establecen una inquietante
atmosfera, plagada por el desconcierto, donde los falsetes de Mimi Parker la tiñen de tristeza, dejándose escuchar
palabras tan disímiles como “batalla”, “estabilidad”, “tortura” o “silencio”.
La bizarra sonoridad de “Gentle” marcará la pauta para el resto de la obra.
Prosiguen las percusiones ásperas, sintéticas y cuasi industriales de “No
comprende”, una densa marcha que resulta imposible no desear seguirla y de la
que el dúo de voces conformado por Alan y Mimi nos van arrastrando hasta
sucumbir a una explosión de oscuras guitarras y perturbadores ambientes,
haciéndonos experimentar sensaciones claustrofóbicas. Una muestra más de lo que
BJ Burton ha podido aportar a la evolución del sonido de Low. Alan Sparhawk
confesó que al componer esta canción, sintió que era la senda sónica a seguir.
Los
etéreos teclados de “Spanish Traslation” originan que transiten ambientes
brumosos, donde guitarras, ecos de piano y las dramáticas voces de los esposos
Sparhawk, dibujan un panorama de intensas emociones. En “Congregation” la sutil
percusión expulsada de una caja de ritmos, ejecuta una marcha persistente sobre
la que se desplaza los retumbantes sonidos de un piano, ciertos arreglos de
guitarra, una serie de ruidos casi imperceptibles y las hipnóticas voces de
Alan y Mimi. “No End” se encarga de brindarnos un halo de luz otoñal tras tanta
sensación gélida, cuyos sugestivos y espaciales coros se encargan de poblar
todo nuestro entorno. “Into You”, una combinación entre “soul” y música sureña,
pinta desolados atardeceres desérticos, convirtiéndose en el perfecto
interludio para proseguir con la segunda parte de la obra.
A
la mitad el álbum arriba la ensoñadora “What Part Of Me”, en la que Sparhawk pide clemencia a un adversario sin
nombre, en medio de un ambiente de inocencia sonora provocado por los
angelicales arreglos vocales de Mimi, que resultan dulcísimos a los oídos, y
una sutil pero reverberante guitarra. En “The innocents” el trío pone mayor
énfasis en los teclados y la electrónica que antes, al compás de una crujiente
percusión por la que se desplaza ligeros guitarreos a lo New Order, volviendo a
primar la bella voz de Mimi. Mientras
que en “Kid On The Corner” sonoridades post-punk nos adormecen para entregarnos
al hipnótico dueto de voces de los Sparhawk y disfrutar de sus oníricos
ambientes.
El
dramatismo de “Lies”, donde la lucha de voces entre Alan y Mimi disputan el
protagonismo del tema, resulta conmovedor. Los sonidos densos de “Landside”,
cuyas desgarradoras guitarras nos hacen atravesar turbias atmosferas,
combinándose con el sonido clásico de Low y paisajes shoegaze, nos entrega una
surrealista pieza que durante sus casi diez minutos de duración nos hace
divagar los sentidos. Tal cual empezó el disco, “DJ” emana sonidos siniestros y
misteriosos, enclaustrándonos con programaciones y demás artilugios
electrónicos dirigidos por BJ Burton, acompañados por las voces espectrales de
sus cantantes hasta desvanecerse en medio del resonar de sombrías percusiones
minimalistas. ¡Discazo!
Con
este nuevo álbum Low demuestra que todavía tiene mucho por decir dentro del
mundo “indie” y que seguirá siendo uno de sus abanderados. Sin duda se trata de
uno de los mejores discos del año, notándose a leguas el aporte de BJ Burton en
la producción, el gran culpable de la evolución del sonido de Low. Al igual que
en el anterior disco, destacar el magnífico complemento de Steven Garrington en
los teclados, pianos, cuerdas y bajo, sin duda fue la mejor elección que los
esposos Sparhawk pudieron tomar al seleccionarlo como el tercer miembro de la
banda. Alan Sparhawk señaló en una reciente entrevista “Estoy tratando de hacer
buena música, y la razón es que quiero que otras personas escuchen y piensan
que es genial ". Te damos toda la razón hermano.
2
IN COLOUR
JAMIE XX
Young
Turks
El productor
y soporte rítmico de The XX, Jamie Smith, muestra toda su versatilidad y sabiduría
en este increíble debut solista, aunque ya había lazando una serie de singles y trabajos (por ejemplo con Gil-Scott Heron editó el álbum We're New Here,2011.), transportándonos
de un mundo sonoro a otro sin ningún problema teniendo como base al dubstep, ambientándonos
aventuras nocturnas a través de clubes y suburbios.
La
jornada abre fuegos con el compacto UK bass de “Gosh”, cuyas abrasivas percusiones
y disonantes voces sampleadas son absorbidas por saturadas notas de teclados
hasta desvanecerse para ir al encuentro de las marimbas de “Sleep Sound”, cuya densa
niebla electrónica, impulsada por oscuros loops, y una serie de sonidos
espectrales (poniéndonos en trance), se unen a la perfección con la percusión
fantasmal de la adictiva “SeeSaw” (qué inicio para más envolvente), haciéndonos
danzar en medio de las tinieblas y los susurrantes sampleos de voces féminas, cargándose
más la atmósfera con las tensas distorsiones de teclado.
Los
juguetones sonidos de “Obvs” nos entregan hacia un mundo sonoro realmente
mágico y fantasioso, que luego es reemplazado por otro más exótico. Mientras
que la penumbrosa “Just Saying” sirve de transición para introducirnos en la cibernética
“Stranger In A Room”, acompañado por la lánguida e inconfundible voz de Oliver
Sim, su compañero XX, cuya sonoridad se va tornando cada vez más oscura, y aún
más con los austeros punteos que lo asemejan más a un tema The XX, pero que abruptamente
será interrumpido por los saturados teclados in crescendo de la maquinal “Hold
Tight”, haciéndonos recordar a los oníricos y humedecidos submundos sonoros de
Burial.
En
la ecléctica “Loud Places” esta vez es el turno para su otra compinche XX, Romy,
quien con su voz, le impregna un inquietante tinte lúgubre a toda una peculiar
sonoridad que transita entre el house y el góspel. Para el trayecto final del
viaje se harán presente nuevamente los coros y solos góspel en “I Know There’s
Gonna Be (Good Times)”, confundiéndose con rapeos, sonoridades soul y tribales,
resultando una exquisita mezcla. Los ritmos delirantes que van desarrollando en
“The Rest Is Noise”, se convierten en una perfecta ambientación nocturna de la urbe
y cerrando, acechan las apesadumbradas atmósferas de “Girl”. No cabe duda que In
Colour se constituye en un
viaje fascinante y excitante, que pinta los colores de las tribus
mundanas nocturnas.
1
CARRIE & LOWELL
SUFJAN STEVENS
Asthamatic
Kitty
En
esta ocasión Stevens deja de lado toda su parafernalia expuesta en sus obras
antecesoras y crea un álbum de hermosísimo folk acústico, que se “respira” a lo
largo de los once temas que componen esta conmovedora y dramática obra de
historia familiar, en donde el cantautor nos relata sobre sus progenitores
Carrie y Lowell (su padre adoptivo), una narración que contradictoriamente es muy
cruda y sufrida, centrándose en la figura de su madre, quien sufría de
esquizofrenia y lo dejó a él y su hermano a temprana edad junto a su padre, quien
estaba atrapado por el alcoholismo.
Sufjan Stevens, nuestro el ángel de la guarda |
El
álbum acumula las inquietudes, desconciertos, frustraciones y una serie de
sentimientos encontrados que el artista vivió y trata de plasmar en sus temas, y
que la luminosidad de la inicial “Death With Dignity” los esconde, y que creo solo
buscan apaciguar sus infiernos, a manera de catarsis, inspirado en la muerte de
su madre en el 2012, a raíz de un cáncer de estómago. La historia se desarrolla
a través de una instrumentación muy básica y elemental, donde guitarra acústica
y la voz de Sufjan, y por ahí algún teclado, banjo, mandolina, y nada más,
construyendo sombrías sonoridades, que por momentos evocan al mejor Simon &
Garnfunkel como en “Should Have Know Better”. Aunque tendríamos que añadir al
silencio o mejor dicho al “sonido” del ambiente como un elemento sonoro más del
disco, y que se encarga de crear esa sensación tan íntima entre Sufjan y su oyente.
En
la hipnótica “Fourth of July”, una bella melodía de piano atmosférico sonoriza
la imaginaria reconciliación entre
Sufjan y su madre, así como en la astral “Blue Bucket of Gold” infundiéndonos de
esperanza a pesar de la adversidad.
Stevens ha logrado encausar de la mejor manera sus sentimientos de soledad, incertidumbre,
dolor y pena experimentados en su disfuncional relación con su madre, desde su
separación con esta, hasta el día de su muerte. La música y letra de este bello
álbum surge como un testimonio de cómo superar los reveses de la vida y
aprender de ellos, su
impacto espiritual es formidable, escuchar Carrie & Lowell es la cura más sencilla para cubrir nuestros
vacíos existenciales, sentir su música es como si la divinidad hubiera tocado
nuestra vida, expurgándonos de todas nuestras culpas, por eso este disco es tan
grande a pesar de su simplicidad.
0 (es decir el mejor)
HAVE YOU IN MY WILDERNESS
JULIA HOLTER
Domino
Por tercer año consecutivo una mujer se hace de nuestro humilde podio, y este
puesto estaba casi reservado para ella antes que saliera su álbum, pues la cantante y multi-instrumentista
ha experimentado una carrera meteórica, respaldada por la gran calidad expuesta
en todos sus álbumes, cada uno de ellos de magnitudes esplendorosas, y
habituados a estar dentro del top 10 de nuestras listas, aunque en esta ocasión
pesé a su acogedor inicio con “Feel You”, Have You In My Wilderness no fue fácil de asimilarlo sino tras mucha escucha
y seria reflexión sobre el pasado y presente de la artista, que al analizar
detalladamente cada una de sus piezas, pudimos encontrarles su magia
encantadora, aquella que logra emocionarnos y seguir colocando a Julia Holter en el
altar supremo de todos nuestros héroes de la música contemporánea y ya la erige como la estrella de la presente década.
Al
igual que sus anteriores álbumes, este también parte de una historia, en este caso,
de la propia Holter, por ello estamos ante su trabajo más personal y el que
además reluce en toda su magnitud la maravillosa voz de la cantante. Quizás
no se trate de un relato grandilocuente, como del mitológico Ektasis
(2012), o el novelístico Loud City Song (2013) pero sí
sencillo, centrado en las vicisitudes y esperanzas del amor, sacándonos de esos
mundos semi-reales de los dos álbumes en mención, para transportarnos al de sus
fantasías.
La
belleza de “Feel You” es irresistible, los angelicales arreglos de voces de la
cantante nos capturan de inmediato e introducen a su ensoñación sonora, que
prosigue con el celestial sonido producido por el contrabajo en la
semi-orquestal “Silhouette”, donde suaves sesiones de cuerdas, teclados,
ligeras percusiones y sugestivos sonidos electrónicos nos envuelven en un
mágico ambiente, llevándonos a la estratosfera ese majestuoso juego de
violines, cellos y teclados que seguirá hasta su fin para dejarnos en esa esfera,
y que “How Long?” se encargará en cierta manera y a través de su sombría
sonoridad, elaborada por emotivas sesiones de cuerda, colocarnos nuevamente
sobre tierra, pero no por ello dejar de experimentar sensaciones preciosas.
La
sonoridad etérea de “Lucette Stranded on The Island” nos conduce por fantásticos
senderos, donde finalmente nos entregaremos a la voz “flotante” de Holter, en
medio de suaves toques de piano, ligeros violines y finísimas percusiones.
Las
notas de un clavicordio, envolviéndose con la espacial voz de la artista, nos
entregan momentos estupendos en la asombrosa “Sea Calls Me Home”, aún los
silbidos deslizándose sobre el piano resultan majestuosos, y todavía más el brumoso
saxofón y esa línea de cuerdas, creando una alegre marcha que juega positivamente
con nuestras emociones. Los teclados misteriosos de “Night Song” juntándose con una magistrales sesiones de cuerdas, realmente resultan sedantes, así como relajante el someternos a la cautivadora voz de Holter.
En
la juguetona “Everytime Boots”, cuasi sesión de “tap” por su sesión rítmica, es embriagadora y delirante, dándonos un respiro “Betsy On The Roof”, rodeándonos con
sus notas de piano y desesperado canto, dentro de un ambiente que oscila entre
el suspenso y el misterio, que se llena de dramatismo con los arreglos de
violines, manteniéndonos en esa tensa situación la sonoridad experimental de “Vasquez”,
coqueteando con el jazz y nuestras emociones. La bellísima voz de Holter nos
conmoverá hasta lo más profundo en la pieza final que da título al álbum,
donde no tenemos más que quedarnos estupefactos ante lo que estamos escuchando,
una vez que nos ha “aprisionado” con su voz, somos sometidos a placer, por
violines, cuerdas y demás instrumentación hasta que sin darnos cuenta la obra
ha concluido.
Holter
ha esculpido con la singular maestría que la caracteriza, su onírico mundo
sonoro y ha logrado simbólicamente trasladar su cerebro al nuestro. Tras el
grandioso Loud City Song, reflexionando sobre su ascendente carrera
musical, colocamos como titular la pregunta “¿Y ahora quien la detiene?”, hoy dos años después la respuesta es sencilla, NADIE.
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