DÓNDE
FABRICIO
ROBLES
(2018)
La
imagen de la portada, con la pareja mayor, marcada por las arrugas de los
recuerdos, haciendo turismo por una avenida en estación otoñal, calza a la
perfección con las nostálgicas melodías que transitan a lo largo del disco,
donde la palabra “quiero”, se enarbola como el estandarte de Robles, por
intentar plasmar sus anhelos, deseos y afectos.
Dónde es
el segundo disco del cantautor limeño, ahora radicado en Buenos Aires, quien estrenó
hace tres años, con tan solo dieciséis años, su EP Videotapes, una atractiva
producción de seis piezas, cuya instrumentación electroacústica expulsaba
melancolía, de sonoridades eclécticas, que algunos se animaron a señalarla como
“folk” o pop barroco. Sin embargo, su
propuesta en este álbum, se ha visto enriquecida con una mayor instrumentación,
que incluye arreglos de cuerdas, vientos y percusión, además de músicos de otras
latitudes (argentinos), dúo de voces y ensayos con diversos estilos musicales,
logrando una fusión musical exquisita y sofisticada, esquiva a la etiqueta.
Esta
nueva producción, fue precedida por el lanzamiento del bellísimo single
“Balance” (2017), cuyas emotivas cuerdas acústicas de rasgos “folk”, son
retocadas por instrumentación de vientos. Dándonos así algunas pistas del intento
de Robles por ampliar sus horizontes sónicos.
Volviendo
al registro, éste se inicia con las melancólicas guitarras de “Anteojos”,
asomándose sobre su final jazzísticos saxofones y trompetas. Más melodías
embargadas por la añoranza, reproducen las ensoñadoras cuerdas electroacústicas
de “Mandarina”, así como la nostálgica “Ligero”.
“Miraflores”,
es una de nuestras favoritas, por sus finas cuerdas, acompañadas por taciturnos
pianos, recreando preciosas sonoridades, haciendo también su aparición violines
y cellos, para embelesarnos aún más el alma y como para rematarnos el dueto de
voces que emprende con una voz fémina, que volverá más adelante. Otra joya del disco es “Vértigo”, con sus
iniciales coqueteos con la bossa nova y sobre la mitad del tema irrumpiendo percusiones
de rasgos afro, mientras que la atmósfera criolla persistirá con el cuasi vals “Casa”,
haciendo dúo nuevamente, incorporándose set de cuerdas y un hipnótico solo de viento.
Otra hermosa pieza del disco, con su peculiar final de marinera.
Fabricio en Arequipa. Facebook del artista |
Robles
logra a temprana edad (a las justas llegará a los veinte años), un disco
maduro, de melodías impecables y de una versatilidad sonora admirable, que
resulta innecesaria clasificar, pues podemos afirmar que su música hace lo
justo, agradar y elevar el alma.
RETROSPECTIVA
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