martes, 16 de julio de 2013

NICK CAVE & THE BAD SEEDS: DURO TE ES DAR COCES CONTRA EL AGUIJÓN 2000-2009 (parte IV)



La primera década del nuevo milenio fue  de cambios para Nick Cave & The Bad Seeds, como el alejamiento del célebre y legendario anti guitarrista Blixa Bargeld, el retorno en la producción en las obras de Cave de Nick Launay (productor del estupendo Junkyard de Birthday Party) y una mayor participación de Warren Ellis en la creación de la música, dejando algo relegado a Mick Harvey en esa labor. Así como la ya característica traslación del sonido Bad Seed entre la tempestad y la calma. ¿Los resultados? Alumbrar el espectacular álbum doble Abattoir Blues/The Lyre Of Orpheus (2004) y cerrar otra vez la década prematuramente al igual que en los noventas, con un  interesante Dig, Lazarus, Dig!!! (2008).
Otra característica de esa época, fue el lanzamiento de lo que para muchos fans es considerado a la fecha su álbum más irregular, Nocturama (2003). En fin, en medio de tantos álbumes buenos, uno no puede ser tan exigente. Durante aquellos años, Nick establecería con Warren Ellis en paralelo el proyecto Grinderman, así como bandas sonoras para films. Si bien esta nueva década fue productiva para el crooner y sus malas semillas, pero esta vez, hay que admitir que no fueron para nada comparables al nivel superlativo de lo producido tanto en los ochentas como en los noventas.
NO MORE SHALL WE PART (2001), tras casi cuatro años de silencio, luego de su catártico The Boatman´s Call, Nick Cave  y sus secuaces inician la nueva década y milenio, con el lanzamiento de este álbum, el 2 de abril del 2001. Entregándonos un disco de canciones, en donde se aprecia el talento de los virtuosos músicos que conforman los Bad Seeds, para edificar canciones embargadas de ternura y calma, continuando por la senda trazada por su álbum antecesor, pero no de manera tan minimalista.  
El sonido del álbum evoca cierto acercamiento hacia lo etéreo y la orquestación musical, enlazado en algunos casos con el rock’n’roll como en “Oh My Lord” pero sin llegar a rockear. En el disco también se exhibe una mayor participación de Warren Ellis que en el pasado, que con su violín complementa esas atmósferas sónicas construidas por las guitarras y la percusión. Así mismo es resaltable el trabajo de Nick con el piano, dándole ternura y melancolía a la obra como en “God Is In The House”. Otros temas destacables del álbum son “As I Sat Sadly By Her Side”, la intima “Hallelujah” y la bella “Love Letter”. Un álbum para disfrutarlo para un momento de relax.
NOCTURAMA (2003), marca el regreso de Nick Launay en la producción de una obra de Cave, y el último álbum en que participó uno de los miembros fundadores de la banda, Blixa Bargeld. Como ya lo mencionamos al inicio, Launay había producido Junkyard, ¿los resultados? Un disco que dividió a sus seguidores y la crítica musical, entre quienes lo defienden o catalogan como un buen álbum de transición  y los que lo señalan como el primer y único traspié de todo el catálogo Bad Seeds. Algunos singles no fueron muy logrados como el dúo de Nick con Chris Bailey (The Saints), pues luce forzado, pero lo rescatable del retorno de Launay, es que le devolvió a la banda ciertos aires de aquella ferocidad que parecía ya perdida como en la pretenciosa y extensa “Babe, I’m On Fire” (casi 15 minutos de rabia sonora) ¿algo más para destacar? No mucho realmente.
ABATTOIR BLUES/THE LYRE OF OPHERUS(2004)
Una sabrosa mezcla de blues, góspel, jazz, psicodelia, folk, country, garage y rock’n’roll, en estridentes y esquizofrénicos ritmos, podría describir a este excelente álbum doble, uno de los mejores de la década pasada. Arrojando un resultado sorprendente, teniendo en cuenta que tras el alejamiento del guitarrista Blixa Bergald, el sonido de los  Bad Seeds, se podría haber perdido cierta dosis de suciedad, sin embargo el ingreso de Mick Harvey en exclusiva en las cuerdas eléctricas y el aporte otra vez en la producción de Nick Launay demostraron lo contrario. El ingreso del organista  James Johnston dio su cuota adicional para la consecución de ese sonido desapacible que fluye en gran parte de la obra, además de la sobresaliente entrega que realizaron los integrantes de la London Community Gospel Choir, llevando la atmósfera sónica del álbum a clímax delirantes. 
El mismo Nick Cave ofreció una descripción sobre su obra: “Hay dos álbumes. Uno se llama Abattoir Blues y el otro se llama The Lyre Of Opherus. Son discos bastante independientes. Jim Sclavunos, un baterista muy cañero, toca en todo Abattoir Blues, por lo tanto es un disco más caña. Thomas toca en The Lyre Of Orpheus, es una batería más de jazz, así que es un disco más sosegado”.
A diferencia de otros discos, Nick se llevó a Warren Ellis, Jim Sclavunos y Martin Casey  a un pequeño estudio de Paris, para componer las canciones, seis mese antes de grabarlo.  Nótese que Harvey, habitual colaborador de Nick, no participó en dicho proceso, aparentemente Cave encontraría mayor afinidad en esa tarea con Ellis. Sobre el aporte de Warren Ellis en el álbum doble, el productor Launay comentó: “Warren hizo cosas increíbles en este álbum. Algunos sonidos ni siquiera sabes lo que son. Toca el bouzuki, la mandolina, el violín…un montón de instrumentos. Durante la mezcla tuve que anotar el nombre de cada instrumento. Tenía la sección de Warren Ellis en la mesa con todos sus instrumentos.
Luego del proceso de composición de las canciones que formarían el nuevo álbum, el productor Nick Launay recuerda el entusiasmo de Cave al respecto: “Esta vez estaba muy seguro de sí mismo. Decía: ‘Estoy muy contento con la letra. Tenemos canciones muy buenas’. Dije ‘¿Cuántas quieres grabar?’ contestó: ‘Tengo unas veinte canciones’ ‘¡vaya! ¿Quieres grabarlas todas?’. ‘Me gustaría probarlo, después ya veremos’ No pensábamos sacar un doble álbum, pero eran muchas canciones. Nick y yo hablamos, y en una de esas conversaciones decidimos hacer un ensayo”. Nick  cave recuerda que el ensayar “fue un gran paso para nosotros, porque lograr que los Bad Seeds ensaye era algo muy difícil. Nos ayudó a conseguir un sonido que llevábamos tiempo buscando… Todas las canciones son muy importantes, y he trabajado mucho para conseguirlas. Las he escuchado muchas veces, y el sonido es fantástico”.
Los ambientes histriónicos que rodea el álbum fueron en muchos casos producto de la improvisación. Según Nick Cave “A menudo estábamos sentados y yo decía: ‘uno, dos, tres, cuatro’ de repente, y todo el mundo improvisaba algo”, Warren Ellis añade “nos pasamos cinco días trabajando. Cuando nos quedábamos sin ideas, decíamos: ‘¿De dónde sacamos otra?’. Empezábamos a improvisar, cada uno hacia lo suyo, y luego Nick soltaba una retahíla de palabras que duraban una eternidad. Estábamos en nuestra sala y era muy emocionante. Cuando terminamos, dijo que no podría haberlo logrado solo. Supongo que necesitaba música de fondo, algo que le permitiera usar las palabras de una forma distinta. Nunca había participado en una sesión así con él. Fue fantástico ver cómo era capaz de hilvanar palabras con esa facilidad. 
Sobre el papel que ahora le tocaba jugar al buen Mick Harvey, el productor Launay manifestó: “Lo mejor de este álbum, especialmente para Mick Harvey, es que había muchas cosas en las que antes habrá tenido que ocuparse…ahora, yo me encargó de ellas. Eso le dio más libertad musical para tocar la guitarra. Creo que su interpretación en este álbum es magnífica. Lo mencionó un par de veces. Dijo que disfrutó tocando”.
Antes de la salida del álbum doble, Nick Cave comentó sobre sus canciones: “…sé que no les gustará a todos, sé que no son temas para todos, y que  a veces necesitas tener un buen estómago para escuchar algunos de los temas, pero mis canciones me encantan, o nuestras canciones, y son temas periféricos, a remolque de otras canciones. Están en la parte trasera del autobús, apiñadas en la parte trasera, burlándose…fumando y burlándose de las demás canciones”.
Entre los canciones más destacables de Abattoir Blues están, el espectacular arranque, con la vertiginosa marcha llamada “Get Ready For Love” en donde Sclavunos parece que va a reventar su batería, Mick hace sonar su guitarra de manera corrosiva  y ruidosa, y tanto Nick como el coro  estallan sus voces contra nuestros tímpanos, dándonos un efectivo impacto sonoro a nuestros sentidos. “Hiding All Away” con su infernal guitarra y las coristas conduciéndonos a una especie de éxtasis religioso que culmina en un fenomenal estallido sónico. “Messiah Ward” es una balada celestial que podría haber encajado en el otro álbum, pero nos da espacio para tomarnos un gratificante respiro sonoro con sus delicadas melodías, pues “There She Goes, My Beatiful World” otra vez nos conducen a delirantes parajes, sobre todo por el acelerado ritmo que lleva el piano y nuevamente las estridentes voces de Nick y el coro, en donde uno no puede dejar de sacudir la cabeza ni las mano, al dejarse llevar por su seductor y acelerado ritmo, la convencional y hasta accesible “Nature Boy”, pero que posee un ritmo tierno y pegajoso, es otro tema rescatable y por último la pieza de cierre, “Fable Of The Brown Ape”es una melodía lánguida que acompaña al relato Cave y que es interrumpida por sorprendentes  ráfagas de estridentes guitarras y voces del coro, un verdadero dulce psicótico.
Menos estridente pero no por ello perturbador, es The Lyre Of Orpheus que se inicia con la lúgubre  y pausada “The Lyre Of Orpheus”, irrumpida por las distorsiones de la guitarra de Harvey, esos “O mama”, de Nick con el coro, se convierten en un apetitoso manjar. Prosigue el sonido hermoso producido por la flauta de Ellis para introducirnos a los sonidos de rasgueos de guitarra acústica en “Breathless”, por las sendas de la belleza transita “Babe, You Turn Me On” que nos llevará a la atmosfera densa y melancólica de “Easy Money” que será sacudido por “Supernaturally”, una canción que rompe los esquemas y las estructuras de este pausado álbum, pero ello no importa, es un gran tema que tranquilamente pudo estar en Abattor Blues, con sus galopantes ascensos de guitarra, piano, violín y un Nick con los Bad Seeds realizando un genial y épico juego de voces, la melancólica “Carry Me” nos hace trasladarnos por oníricos parajes creados por el violín de Ellis, la acústica y las voces de Nick y el coro. Finalmente la fantástica sonoridad etérea de “O Children” pone el broche de oro para este meditabundo y nostálgico álbum.
¿Cuál es el mejor de los dos álbumes? Si lo que buscas es el delirio agresivo, Abattoir Blues se lleva las palmas, pero si lo que deseas es un rato para estar en tu cama mirando al techo y reflexionar sobre tu existencia, lógicamente The Lyre Of Orpheus te encantará. Ambos logran una extraordinaria obra, de aquellas que parecían que Nick y sus malas semillas, ya nos habían condenado a no recibirlas. Entre lo mejor de la década pasada. Nick & The Bad Seeds demostraban que a sus cuarentena de años promedio, la edad no les marchitaría su calidad musical.     
DIG, LAZARUS DIG!!! (2008)        
Cuatro años atrás, durante el proceso de grabación del anterior álbum, Warren Ellis había dicho que para el creador de arte, uno de sus grandes temores es caer en la repetición. Tanto Nick como los Bad Seeds han hecho de esta reflexión su bastión, cada producción que realizó durante esta década se caracterizó precisamente por ser diferente una de la otra. Dig, Lazarus Dig!!! Es el acercamiento sonoro hacia el “garage rock”, lo etéreo, ambient, el noise y aún la electrónica, pues el álbum está plagado de loops y cajas de ritmo en la mayoría de sus canciones.
El giro hacia sonidos más vertiginosos quizás se deba a la influencia recogida por Nick y algunos de los Bad Seds tras su participación en su proyecto paralelo, denominado Grinderman, y esa simpatía hacia sonidos atmosféricos, a la incursión de Cave y Ellis en la elaboración de música para un par de films. Todo esto contribuyó positivamente en la creación de este más que interesante álbum. Como en cada disco de la banda, las letras de Nick Cave asumen el rol protagónico, y en esta ocasión aún más, al presentarnos “kilométricos” textos para cada una de sus canciones, y que al entonarlas, Nick parece más narrador que cantante, el booklet que acompaña a la edición original del álbum está comprendido por casi 50 páginas de texto, sin imagen alguna (¡!). La producción nuevamente estuvo a cargo del viejo conocido de Cave, Nick Launay
“Dig, Lazarus, Dig” es la pieza que da nombre e inicia el álbum, con una pegajosa distorsión de guitarra y golpes de batería, y Nick relatándonos la historia de un “Lázaro moderno”, llamado Larry, quién está escarbando en las profundidades del infierno mundano su propia tumba, ese corito que entonan los Bad Seeds, (“dig Yourself, LAZARUS!!!/DIG YOURSELF, LAZARUS!!!!!/dig Yourself, LAZARUS!!!/”) Suena realmente genial. Un excelente punteo de bajo, a lo Birthday Party, abre “Today’s Lesson” en donde transitarán sonidos de órgano, acústica y eléctricas guitarras, y artilugios electrónicos. Sonidos etéreos y ambientales nos introduce a “Night Of The Lotus Easters”, pieza que se caracteriza por su repetitivo y adictivo bajo, que sirve para que a lo largo del tema, transcurran sonidos siniestros creando una ambientación de suburbio nocturno. Las guitarras noises de “Albert Goes West” crujen con rabia, para terminar sirviendo de fondo musical para un pegajoso “Sha La La” entonado por la hermandad Bad Seeds. “We Call Upon The Author” es otro excelente tema, donde el bajo y la batería marcan el territorio sonoro, acompañado por un psicodélico órgano, e irrumpido por loops y cajas de ritmo, otro gran momento exquisito en texturas sónicas que luce este álbum.   
Los violines de Ellis, con la acústica de Harvey, el esquisto bajo de Casey y los tenues sonidos de órgano en “Hold On To Yourself”, nos entregan un ambiente sonoro de ensueño, delicioso, confortable, sin duda uno de los episodios más bellos del disco, además del triste canto de Cave, alcanzando casi niveles de soundtrack de película dramática.  Psicodélica y rocanrolera luce la melodiosa “Lie Down Here (And Be My Girl)” que abrirá paso otra vez a la desesperanza, para la sombría “Jesus Of The Moon”. En “Midgnight Man”, otra vez órgano, loops y bajo nos entregan delirantes atmósferas psicodélicas. La piedra de coronación para este disco, la coloca la magnífica “More News From Nowhere”, en donde nuevamente la viola de Ellis y sus loops crean un fondo musical etéreo y alucinante, para que delicadas cuerdas de guitarra y bajo nos acaricien el oído y Cave nos relate su historia.  

Una vez terminado el álbum, el tecladista James Johnston dejaría los Bad Seeds. La banda se embarcaría en una gira por Europa y Norteamérica. En enero del 2009, Nick Cave & The Bad Seeds participaron  en la primera edición del festival australiano All Tomorrow’s Parties. Después de terminar el mencionado festival, el 22 de enero, el legendario Mick Harvey anuncia su alejamiento de la banda por  una “variedad de razones personales y profesionales”, ¿se sintió relegado por Ellis en la creación de los últimos álbumes de los Bad Seeds?. Comentando sobre la época del Boatman’s Call, Harvey manifestó que “…había gente que debía retirarse y no sabían cómo ser reservados en su enfoque y ser muy selectivos con cuándo tocar y cuándo no…”, pasados un poco más de 10 años, tanto Blixa como él, fueron los que finalmente se retiraron de los Bad Seeds, dejándolos sin ninguno de sus miembros fundadores. El guitarrista Ed Kupper, de las bandas australianas The Saints y Laughing Clows reemplazaría a Harvey en la guitarra, para completar el resto de los shows pactados. Nick Cave publicaría su segunda novela The Death Of Bunny Munro  y Mute Records iniciaría el lanzamiento de las reediciones remasterizadas y video documentales de los álbumes de la banda, concluyendo así la década para el crooner infernal y sus malas semillas, dejando como aporte, sus dos últimos álbumes como valiosos aportes para la historia del rock contemporáneo. Tendría que pasar cuatro años más para que Nick Cave & The Bad Seeds nos entreguen una nueva obra.
VIDEOGRAFÍA 2000
GOD IS IN THE HOUSE (2003), filmación del concierto realizado el 8 de junio del 2001 en Lyon, Francia, perteneciente a la gira del álbum “No more Shall We Part”, destacando la ejecución de temas como “Do You Love Me?”, “Red Right Hand”, “As I Sat Sadly By Her Side”, “Papa Won´t Leave You, Henry”, “Saint Huck” y “The Curse Of Millhaven”. También figuran en el setlist, éxitos como “The Weeping Song” y  “The Mercy Seat” pero en versiones no muy logradas.
El dvd trae como extras un documental sobre las sesiones de grabación del mencionado álbum y los videos promocionales de las canciones “As I Sat Sadly By Her”, “Fifteen Feet Of Pure White Snow” y “Love Letter”.
THE ABATTOIR BLUES TOUR (2007),  espectacular concierto en un juego de dos dvds. El primero de ellos contiene el concierto celebrado el 11 de Noviembre del 2004 en el Brixton Academy de Londres, como parte de su gira de su extraordinario álbum doble, en donde se aprecia una gran performance los Bad Seeds, así como los coristas que acompañan a la banda, para replicar en vivo las sensaciones que emanan del  Abattoir Blues/The Lyre Of Orpheus, lográndolo en gran escala. “Hiding All Away”, “Supernaturally”, “Get Ready For Love”, “There She Goes, My Beautiful World” y “Stagger Lee” son los momentos cumbres de la presentación de Nick, su banda y el coro. El Segundo disco, contiene una presentación en el Hammersith Apollo de Londres del 7 de junio del 2003, como parte de la gira de promoción de Nocturama, destacando “Nobody’s Baby Now”, “Sad Waters” y la Birthday Party, “Wild World”. Como extras figuran los videos de “Bring It On”, con su respectivo “making of”, “Babe, I’m On Fire”, “Nature Boy”, “Breathless”, “Get Ready For Love”, y el documental sobre el proceso de grabación del álbum doble. Un dvd que no debe faltar en la colección del seguidor de la banda.     



   

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