Otra característica de esa época,
fue el lanzamiento de lo que para muchos fans es considerado a la fecha su
álbum más irregular, Nocturama (2003). En fin, en medio de
tantos álbumes buenos, uno no puede ser
tan exigente. Durante aquellos años, Nick establecería con Warren Ellis en
paralelo el proyecto Grinderman, así como bandas sonoras para films. Si bien esta nueva década fue productiva para el
crooner y sus malas semillas, pero esta vez, hay que admitir que no
fueron para nada comparables al nivel superlativo de lo producido tanto en los
ochentas como en los noventas.
NO
MORE SHALL WE PART (2001), tras
casi cuatro años de silencio, luego de su catártico The Boatman´s Call, Nick
Cave y sus secuaces inician la nueva década
y milenio, con el lanzamiento de este álbum, el 2 de abril del 2001. Entregándonos
un disco de canciones, en donde se aprecia el talento de los virtuosos músicos
que conforman los Bad Seeds, para edificar canciones embargadas de ternura y
calma, continuando por la senda trazada por su álbum antecesor, pero no de
manera tan minimalista.
El sonido del álbum evoca cierto
acercamiento hacia lo etéreo y la orquestación musical, enlazado en algunos
casos con el rock’n’roll como en “Oh My Lord” pero sin llegar a rockear. En el disco también se exhibe una mayor participación de Warren Ellis que
en el pasado, que con su violín complementa esas atmósferas sónicas construidas
por las guitarras y la percusión. Así mismo es resaltable el trabajo de Nick
con el piano, dándole ternura y melancolía a la obra como en “God Is In The
House”. Otros temas destacables del álbum son “As I Sat Sadly By Her Side”, la
intima “Hallelujah” y la bella “Love Letter”. Un álbum para disfrutarlo para un momento de relax.
NOCTURAMA
(2003), marca el
regreso de Nick Launay en la producción de una obra de Cave,
y el último álbum en que participó uno de los miembros fundadores de la banda,
Blixa Bargeld. Como ya lo mencionamos al inicio, Launay había producido Junkyard,
¿los resultados? Un disco que dividió a sus seguidores y la crítica musical,
entre quienes lo defienden o catalogan como un buen álbum de transición y los que lo señalan como el primer y único
traspié de todo el catálogo Bad Seeds. Algunos singles no fueron muy logrados
como el dúo de Nick con Chris Bailey (The Saints), pues luce forzado, pero
lo rescatable del retorno de Launay, es que le devolvió a la banda ciertos aires de aquella ferocidad que
parecía ya perdida como en la pretenciosa y extensa “Babe, I’m On Fire” (casi
15 minutos de rabia sonora) ¿algo más para destacar? No mucho realmente.
ABATTOIR
BLUES/THE LYRE OF OPHERUS(2004)
Una sabrosa mezcla de blues, góspel,
jazz, psicodelia, folk, country, garage y rock’n’roll, en estridentes y
esquizofrénicos ritmos, podría describir a este excelente álbum doble, uno de
los mejores de la década pasada. Arrojando un resultado
sorprendente, teniendo en cuenta que tras el alejamiento del guitarrista Blixa Bergald, el sonido de los Bad Seeds, se podría haber perdido cierta dosis de
suciedad, sin embargo el ingreso de Mick Harvey en exclusiva en las cuerdas eléctricas y el aporte otra vez en la
producción de Nick Launay demostraron lo contrario. El ingreso del
organista James Johnston dio su cuota
adicional para la consecución de ese sonido desapacible que fluye en gran parte
de la obra, además de la sobresaliente entrega que realizaron los integrantes de la London Community
Gospel Choir, llevando la atmósfera sónica del álbum a clímax delirantes.
El mismo Nick Cave ofreció una
descripción sobre su obra: “Hay
dos álbumes. Uno se llama Abattoir Blues
y el otro se llama The Lyre Of
Opherus. Son discos bastante independientes. Jim Sclavunos, un baterista
muy cañero, toca en todo Abattoir Blues,
por lo tanto es un disco más caña. Thomas toca en The Lyre Of Orpheus, es una batería más de jazz, así que es un
disco más sosegado”.
A diferencia de otros discos,
Nick se llevó a Warren Ellis, Jim Sclavunos y Martin Casey a un pequeño estudio de Paris, para componer
las canciones, seis mese antes de grabarlo.
Nótese que Harvey, habitual colaborador de Nick, no participó en dicho
proceso, aparentemente Cave encontraría mayor afinidad en esa tarea con Ellis.
Sobre el aporte de Warren Ellis en el álbum doble, el productor Launay comentó:
“Warren hizo cosas increíbles en este
álbum. Algunos sonidos ni siquiera sabes lo que son. Toca el bouzuki, la mandolina,
el violín…un montón de instrumentos. Durante la mezcla tuve que anotar el
nombre de cada instrumento. Tenía la sección de Warren Ellis en la mesa con
todos sus instrumentos.”
Luego del proceso de composición
de las canciones que formarían el nuevo álbum, el productor Nick Launay recuerda
el entusiasmo de Cave al respecto: “Esta
vez estaba muy seguro de sí mismo. Decía: ‘Estoy muy contento con la letra.
Tenemos canciones muy buenas’. Dije ‘¿Cuántas quieres grabar?’ contestó: ‘Tengo
unas veinte canciones’ ‘¡vaya! ¿Quieres grabarlas todas?’. ‘Me gustaría
probarlo, después ya veremos’ No pensábamos sacar un doble álbum, pero eran
muchas canciones. Nick y yo hablamos, y en una de esas conversaciones decidimos
hacer un ensayo”. Nick cave recuerda
que el ensayar “fue un gran paso para
nosotros, porque lograr que los Bad Seeds ensaye era algo muy difícil. Nos
ayudó a conseguir un sonido que llevábamos tiempo buscando… Todas las canciones
son muy importantes, y he trabajado mucho para conseguirlas. Las he escuchado
muchas veces, y el sonido es fantástico”.
Los ambientes histriónicos que
rodea el álbum fueron en muchos casos producto de la improvisación. Según Nick
Cave “A menudo estábamos sentados y yo
decía: ‘uno, dos, tres, cuatro’ de repente, y todo el mundo improvisaba algo”,
Warren Ellis añade “nos pasamos cinco
días trabajando. Cuando nos quedábamos sin ideas, decíamos: ‘¿De dónde sacamos
otra?’. Empezábamos a improvisar, cada uno hacia lo suyo, y luego Nick soltaba
una retahíla de palabras que duraban una eternidad. Estábamos en nuestra sala y
era muy emocionante. Cuando terminamos, dijo que no podría haberlo logrado
solo. Supongo que necesitaba música de fondo, algo que le permitiera usar las
palabras de una forma distinta. Nunca había participado en una sesión así con
él. Fue fantástico ver cómo era capaz de hilvanar palabras con esa facilidad.”
Sobre el papel que ahora le
tocaba jugar al buen Mick Harvey, el productor Launay manifestó: “Lo mejor de este álbum, especialmente para
Mick Harvey, es que había muchas cosas en las que antes habrá tenido que
ocuparse…ahora, yo me encargó de ellas. Eso le dio más libertad musical para
tocar la guitarra. Creo que su interpretación en este álbum es magnífica. Lo mencionó
un par de veces. Dijo que disfrutó tocando”.
Antes de la salida del álbum
doble, Nick Cave comentó sobre sus canciones: “…sé que no les gustará a todos, sé que no son
temas para todos, y que a veces
necesitas tener un buen estómago para escuchar algunos de los temas, pero mis
canciones me encantan, o nuestras canciones, y son temas periféricos, a
remolque de otras canciones. Están en la parte trasera del autobús, apiñadas en
la parte trasera, burlándose…fumando y burlándose de las demás canciones”.
Entre los canciones más
destacables de Abattoir Blues están, el espectacular arranque, con la vertiginosa
marcha llamada “Get Ready For Love” en donde Sclavunos parece que va a reventar su batería, Mick hace sonar su guitarra de manera corrosiva y ruidosa, y tanto Nick como el coro estallan sus voces contra nuestros tímpanos,
dándonos un efectivo impacto sonoro a nuestros sentidos. “Hiding All Away” con
su infernal guitarra y las coristas conduciéndonos a una especie de éxtasis
religioso que culmina en un fenomenal estallido sónico. “Messiah Ward” es una
balada celestial que podría haber encajado en el otro álbum, pero nos da
espacio para tomarnos un gratificante respiro sonoro con sus delicadas melodías,
pues “There She Goes, My Beatiful World” otra vez nos conducen a delirantes
parajes, sobre todo por el acelerado ritmo que lleva el piano y nuevamente las
estridentes voces de Nick y el coro, en donde uno no puede dejar de sacudir la
cabeza ni las mano, al dejarse llevar por su seductor y acelerado ritmo, la
convencional y hasta accesible “Nature Boy”, pero que posee un ritmo tierno y pegajoso, es otro tema rescatable y por último la pieza de cierre, “Fable Of The
Brown Ape”es una melodía lánguida que acompaña al relato Cave y que es interrumpida
por sorprendentes ráfagas de estridentes
guitarras y voces del coro, un verdadero dulce psicótico.
Menos estridente pero no por ello
perturbador, es The Lyre Of Orpheus que se inicia con la lúgubre y pausada “The Lyre Of Orpheus”, irrumpida
por las distorsiones de la guitarra de Harvey, esos “O mama”, de Nick con el
coro, se convierten en un apetitoso manjar. Prosigue el sonido hermoso
producido por la flauta de Ellis para introducirnos a los sonidos de rasgueos de guitarra
acústica en “Breathless”, por las sendas de la belleza transita “Babe, You
Turn Me On” que nos llevará a la atmosfera densa y melancólica de “Easy Money”
que será sacudido por “Supernaturally”, una canción que rompe los esquemas y
las estructuras de este pausado álbum, pero ello no importa, es un gran tema
que tranquilamente pudo estar en Abattor Blues, con sus galopantes
ascensos de guitarra, piano, violín y un Nick con los Bad Seeds realizando un
genial y épico juego de voces, la melancólica “Carry Me” nos hace trasladarnos
por oníricos parajes creados por el violín de Ellis, la acústica y las voces de
Nick y el coro. Finalmente la fantástica sonoridad etérea de “O Children” pone
el broche de oro para este meditabundo y nostálgico álbum.
¿Cuál es el mejor de los dos
álbumes? Si lo que buscas es el delirio agresivo, Abattoir Blues se lleva
las palmas, pero si lo que deseas es un rato para estar en tu cama mirando al
techo y reflexionar sobre tu existencia, lógicamente The Lyre Of Orpheus te
encantará. Ambos logran una extraordinaria obra, de aquellas que parecían que
Nick y sus malas semillas, ya nos habían condenado a no recibirlas. Entre lo
mejor de la década pasada. Nick & The Bad Seeds demostraban que a sus
cuarentena de años promedio, la edad no les marchitaría su calidad
musical.
DIG,
LAZARUS DIG!!! (2008)
Cuatro años atrás, durante el
proceso de grabación del anterior álbum, Warren Ellis había dicho que para el
creador de arte, uno de sus grandes temores es caer en la repetición. Tanto Nick
como los Bad Seeds han hecho de esta reflexión su bastión, cada producción que
realizó durante esta década se caracterizó precisamente por ser diferente una
de la otra. Dig, Lazarus Dig!!! Es el acercamiento sonoro hacia el “garage rock”,
lo etéreo, ambient, el noise y aún la electrónica, pues el álbum está plagado
de loops y cajas de ritmo en la mayoría de sus canciones.
El giro hacia sonidos más vertiginosos
quizás se deba a la influencia recogida por Nick y algunos de los Bad Seds tras
su participación en su proyecto paralelo, denominado Grinderman, y esa simpatía hacia sonidos atmosféricos, a la
incursión de Cave y Ellis en la elaboración de música para un par de films. Todo esto contribuyó
positivamente en la creación de este más que interesante álbum. Como en cada disco de la banda, las letras de Nick Cave asumen el rol protagónico, y en esta
ocasión aún más, al presentarnos “kilométricos” textos para cada una de sus
canciones, y que al entonarlas, Nick parece más narrador que cantante, el
booklet que acompaña a la edición original del álbum está comprendido por casi 50
páginas de texto, sin imagen alguna (¡!). La producción nuevamente estuvo a
cargo del viejo conocido de Cave, Nick Launay
Una vez terminado el álbum, el tecladista James Johnston dejaría los Bad Seeds. La banda se embarcaría en una gira por Europa y Norteamérica. En enero del 2009, Nick Cave & The Bad Seeds participaron en la primera edición del festival australiano All Tomorrow’s Parties. Después de terminar el mencionado festival, el 22 de enero, el legendario Mick Harvey anuncia su alejamiento de la banda por una “variedad de razones personales y profesionales”, ¿se sintió relegado por Ellis en la creación de los últimos álbumes de los Bad Seeds?. Comentando sobre la época del Boatman’s Call, Harvey manifestó que “…había gente que debía retirarse y no sabían cómo ser reservados en su enfoque y ser muy selectivos con cuándo tocar y cuándo no…”, pasados un poco más de 10 años, tanto Blixa como él, fueron los que finalmente se retiraron de los Bad Seeds, dejándolos sin ninguno de sus miembros fundadores. El guitarrista Ed Kupper, de las bandas australianas The Saints y Laughing Clows reemplazaría a Harvey en la guitarra, para completar el resto de los shows pactados. Nick Cave publicaría su segunda novela The Death Of Bunny Munro y Mute Records iniciaría el lanzamiento de las reediciones remasterizadas y video documentales de los álbumes de la banda, concluyendo así la década para el crooner infernal y sus malas semillas, dejando como aporte, sus dos últimos álbumes como valiosos aportes para la historia del rock contemporáneo. Tendría que pasar cuatro años más para que Nick Cave & The Bad Seeds nos entreguen una nueva obra.
VIDEOGRAFÍA 2000
GOD IS IN THE HOUSE (2003), filmación del concierto realizado
el 8 de junio del 2001 en Lyon, Francia, perteneciente a la gira del álbum “No
more Shall We Part”, destacando la ejecución de temas como “Do You Love Me?”, “Red
Right Hand”, “As I Sat Sadly By Her Side”, “Papa Won´t Leave You, Henry”, “Saint
Huck” y “The Curse Of Millhaven”. También figuran en el setlist, éxitos como “The
Weeping Song” y “The Mercy Seat” pero en
versiones no muy logradas.
El dvd trae como extras un documental
sobre las sesiones de grabación del mencionado álbum y los videos promocionales
de las canciones “As I Sat Sadly By Her”, “Fifteen Feet Of Pure White Snow” y “Love
Letter”.
THE
ABATTOIR BLUES TOUR (2007), espectacular concierto en un juego de dos dvds. El primero de
ellos contiene el concierto celebrado el 11 de Noviembre del 2004 en el Brixton
Academy de Londres, como parte de su gira de su extraordinario álbum doble, en
donde se aprecia una gran performance los Bad Seeds, así como los coristas que
acompañan a la banda, para replicar en vivo las sensaciones que emanan del Abattoir Blues/The Lyre Of Orpheus, lográndolo
en gran escala. “Hiding All Away”, “Supernaturally”, “Get Ready For
Love”, “There She Goes, My Beautiful World” y “Stagger Lee” son los momentos
cumbres de la presentación de Nick, su banda y el coro. El Segundo disco, contiene una presentación en el
Hammersith Apollo de Londres del 7 de junio del 2003, como parte de la gira de
promoción de Nocturama, destacando “Nobody’s Baby Now”, “Sad Waters” y la Birthday
Party, “Wild World”. Como extras figuran los videos de “Bring It On”, con su
respectivo “making of”, “Babe, I’m On Fire”, “Nature Boy”, “Breathless”, “Get
Ready For Love”, y el documental sobre el proceso de grabación del álbum
doble. Un dvd que no debe faltar en la colección del seguidor de la banda.
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