TOMORROW’S
HARVEST
BOARDS OF CANADA
WARP
RECORDS(2013)
Escapar de su Escocia
natal, para emprender un exótico viaje hasta la lejana Nueva Zelanda y
afincarse en una zona rural hace ocho años, fue el precio que pagó el dúo
Boards Of Canada para preparar su nuevo álbum, Tomorrow’s Harvest ,
sucesor de The Campfire Headphase. ¿El resultado? Diecisiete alucinantes
tracks, que coloca al álbum como uno de los candidatos a disco del año, y pone
a los escoceses como abanderados de la electrónica de nuestros tiempos, gracias
a su autentica propuesta de música mística, inédita y ensoñadora, además de
marciana.
Boards Of Canada, está
formado por los hermanos Michael Sandinson y Marcus Eoin, quienes iniciaron su
exploración musical desde los 10 años. En 1987, formaron Boards Of Canada junto
a otros amigos de su pueblo natal, Pentland Hills, en Edimburgo. Algunos han
denominada la corriente o el estilo de la banda como “Intelligent Dance Music”(IDM),
pero Boards simplemente trabaja con la electrónica, explorando con diversos ambientes sonoros, que se encarga de llevarnos por atmósferas psicodélicas y paisajes oníricos, derrochando cierta
influencia ambient del maestro y guía, Brian Eno, además de recoger el legado dejado por Kraftwerk.
El nombre lo tomaron
de National
Film Board Of Canada, institución de carácter similar a National
Geographic, de la que Marcus y Michael eran admiradores, llegando
incluso a samplear partes de los documentales para sus
canciones.
El grupo se convierte en dúo y adquiere cierta popularidad
desde 1990, generada por sus escasas apariciones en público, el prácticamente
no realizar conciertos y los rumores de que bajo su música se esconden mensajes
ocultos. Además de no ofrecer entrevistas, ser algo ariscos y saberse poco o
nada de su vida privada. Para muestra
de ello un detalle, nadie sabía de que los integrantes de Boards Of Canada eran hermanos esta la publicación de su
anterior álbum el 2005.
Los misteriosos y enigmáticos hermanos |
En su propio estudio, Hexagon Sun el dúo graba sus primeras maquetas y
composiciones, éstas las distribuyeron en casetes entre sus amistades de
Edimburgo, bajo su propio sello, Music 70. En 1995 publican el EP Twoism, este trabajo llegaría a las manos de Sean Booth, miembro de
Autechre y dueño de Skam Records, quien los ficha para su sello y lanzar el
siguiente material del dúo, el EP Hi
Scores. Luego pasaría de Skam Records a Warp Records, para el
lanzamiento de su primer álbum Music Has The Right To Children (1998), que
alcanzó buena acogida de la crítica y del público. En 1999 editaría su primer y
único Peel Session, para luego sacar otro EP In A Betiful Place Out Place Out
In The Country. Cuatro años después, recién lanzarían su segundo
álbum, Geogaddi (2002) , que también
lograría buenos comentarios de la prensa y los seguidores de BoC.
Fusionando su experimental electrónica con el folk y el
hip-hop, a través de samplers, guitarras acústicas y breaks, sacan a luz el
2005, The Campfire Headphase , quizás lo más ecléctico que haya
publicado el dúo y para muchos, su mejor álbum. Una vez terminado este álbum, los hermanos de inmediato se
pusieron a trabajar el siguiente disco pero se dieron todo el tiempo del mundo
para concluir su nueva obra, hasta que el 2012, recién deciden seriamente
apurar el paso con lo que sería Tomorrow’s Harvest.
TOMORROW’S HARVEST
(2013)
Lanzado en Junio
pasado, y precedido por una campaña publicitaria en
discos de vinilo, luego en programas de radio, un comercial de TV, y finalmente
por parte del dúo y el sello Warp, el cuarto álbum de
estudio, del dúo británico, es como si emprendieras una caminata por en medio
de esos desérticos paisajes que evoca su portada (una fotografía difusa del
horizonte de la ciudad de San Francisco, tomada desde la base militar Alameda,
hoy inactiva.), música encargada de crear climas de tensión y misterio, con
tonalidades arrítmicas en algunos casos, lánguidas y nada bailables sino
simplemente para delirar y disfrutar.
BoC despliega en este
trabajo una amplia gama de efectos, mayormente antiguos, que crea cierta
ambientación retro, como al inicio del disco con “Gemini”, así como una variedad
de máquinas de ritmos y samplers, y por momentos uso de percusiones reales. Son diecisiete temas, que parecen
hubieran sido pegados de diferentes maquetas una tras otra sin ningún ánimo de anhelar
plasmar una historia con ilación sino reflejar una serie de emociones tan
diversas y dispersas que van trasmutando conforme transcurren sus diferentes
piezas musicales. Un álbum listo para
causar situaciones y estados mentales. Un soundtrack en la que somos libres de
construir la escena que queramos, según nos evoque los sonidos de los diferentes
temas que lo componen.
Tomorrow’s Harvest está inspirado en la
película Deadly Harvest
(1977), que denunciaba el calentamiento global, el maltrato de la tierra, y el
debilitamiento de la agricultura. Quizás ello deba su sonido fantasmagórico,
desolador y hasta apocalíptico que emana de varias de sus canciones, aunque
esto no quiera decir que se trate de un disco aterrador o terrorífico, para
nada, más bien luce un sonido calmado, reflexivo, salvo las irrupciones de las
voces robotizadas en algunos temas. Cada uno de los diecisiete temas es como un cuadro que forma
parte de la exposición de una galería de un museo de arte moderno. Cuya magia reposa
en sus beats minimalistas e irregulares, en sus texturas ásperas, melodías
melancólicas y robóticas voces y
recitados numéricos que suenan realmente inquietantes.
“Gemini” es la pieza
que da inicio al álbum con una fanfarria
electrónica añeja, que evoca a aquella que acompañaba cada VHS al dar comienzo a la
película contenida, cuya pieza clásica de segundos de duración se asociaba a la
distribuidora del film, luego su lánguida sonoridad nos anticipará un camino
más tenue, siguiendo “Reach For The Dead” con su estilo etéreo y maquinal, logrando una canción bastante
tensa. “White
Cyclosa” es más sombría y crea atmósferas de contacto extraterrestre, ideal para
disfrutar el paisaje de la contraportada del disco. El dúo va un poco más allá con la
alucinante y desconcertante “Jacquard
Causeway”,
con su peculiar martilleo antirrítmico, construyendo música perfecta para un
perturbador sueño. Más onírica es la ambiental
“Telepath” y sus siniestros conteos
robóticos, en esa misma tendencia sigue, la cinematográfica “Cold Earth”, aunque acompañada con
percusiones que le dan un poco más de colorido al tema. La cortísima “Transmisiones Ferox” y sus peculiares efectos nos hacen
simular estar ubicados en medio de vientos desérticos, mientras que con “Sick
Times” seguimos andando por medio de la carretera y la arena. “Collapse” es otra genialidad
ambient, que podríamos decir cierra con eficiencia el primer acto de la obra.
“Palace Posy” es una
rareza rítmica, de bucles y loops, algo pop, que irrumpe de forma abrupta sobre
su predecesora, y otra vez esas desconcertantes e indescifrables voces robóticas hacen su aparición.
Sin duda una de las mejores del álbum. “Split Your Infinites” nos presenta unas
bizarras sonoridades construidas sobre la base de una línea de synth y teclados que trascurren de manera
ondulante, caja de ritmos, e inquietantes reproducciones de voz robótica,
coqueteando con el dubstep. “Uritual” nos hace retomar tensos pasajes
ambients ya recorridos en el álbum, en “Nothing
Is Real” el sonido de un piano suena lejano y en medio
de ellas, unas voces fantasmales empiezan a susurrarnos sin piedad, la pieza
nos trae a la mente paisajes aéreos de cumbres, lomas, dunas o
montañas. “Sundown” es una bellísima pieza de corta duración que
ni bien la empezamos a disfrutar nos deja para dar paso a sonoridad fílmica de
“New Seeds” y sus repetitivos ritmos. “Come To Dust” es una de las piezas en donde se puede
apreciar el sonido de una batería real, que acompaña las cíclicas líneas de ritmos
electrónicos y densos teclados que terminan confluyendo entre sí. Cierra la ambiental
“Semena Mertvykh” cuya sonoridad se va apagando de a pocos y sin darnos cuenta.
Tomorrow’s Harvets avanza progresivamente
y sin aviso, meticulosamente, con emociones diferentes y conviven musicalmente
dentro del panorama de las tendencias modernas, poniendo al dúo escocés a la
vanguardia de la música electrónica. Con
un sonido exquisito, que difícilmente grupo alguno de la actualidad
pueda igualar. Boards Of Canada, suenan
extraterrestres. Un álbum indispensable en nuestra colección. Los nuevos reyes
de la electrónica, han asumido el trono y parece que será por largo tiempo.
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