Cristóbal Pereira y Alberto Cendra se conocieron desde
la infancia, el destino cruzó nuevamente sus caminos en Barcelona, y el 2014
dieron luz a Puppies In The Sun presentando una serie de “singles”
caracterizados por sus ambientaciones oscuras y místicas. Este año han editado
dos EPs en formato casete, vía Buh Records, Unheard y The Church of The
Puppies In The Sun. Además, acaban de editar susencillo navideño “Christmas Lullaby”, misterioso tema acompañado
de su lado “B”, “The Alien Rabitt Massacre & the Birth of Puppiers in the
Sun” pieza de caótico y vertiginoso sonido de espíritu “lo-fi”. Conversamos con
el dúo, para saber más sobre sus orígenes y singular propuesta, en una amena
charla.
¿Cómo se conocieron?
Cristóbal: Cuando tenía dos años mis papás me llevaron a conocer
al hijo de unos grandes amigos, ahí conocí a Alberto, tenía cero años.
Alberto: Nuestros padres son amigos, por eso nos conocimos
de niños. Un tiempo vivimos en la misma residencial, en Barranco, pero al
llegar la adolescencia nos perdimos el rastro.
¿Cómo deciden dar origen a Puppies in the Sun?
C: Un día nos encontramos por casualidad en la calle
Ferrán en Barcelona.
A: Sí, y en Barcelona empezamos a ir a conciertos, yo
empecé a explorar con los sintetizadores, y como sabía que Cristóbal tocaba batería,
quedamos en tocar juntos. Después de pocos ensayos, Puppies in the Sun ya tenía
forma.
¿Cómo definirían a su música? Y, ¿Cómo se
decidieron a impulsar un proyecto de sonoridades no tan comunes en nuestro
medio, recurriendo solo a batería, samplers y ambientaciones? Sobre todo, por
Alberto, que viene de proyectos como Los Zapping, o apoyado en la producción de
Submarino, que poco o nada tienen que ver con el sonido de Puppies.
C: Yo definiría nuestra música como psicodélica,
oscura, distópica y futurista.
A: Creo que simplemente empezamos a tocar juntos y
cuando empezó gustarnos el camino por donde iba el sonido, seguimos explorando
por él. Me parece que fue bastante natural. En ningún momento pensamos que
estaban haciendo otras bandas.
En el 2014, lanzaron cuatro temas vía soundcloud,
¿por qué nunca los editaron, como sí lo hicieron con sus últimos EPs, además de
ser pistas de mayor duración, casi media hora de material?
A: No los editamos en físico porque nadie nos lo
propuso. Fue gracias al interés de Buh Records que tuvimos la oportunidad de
editar los casetes.
C: A mí me parecen cuatro temas que no veo
coexistiendo en un mismo álbum, fueron lanzados con la idea de ser “singles”.
De su primera etapa, hay un tema que titula: “Es lo
peor que he hecho en mi vida, ser dark”, ¿Es en serio? ¿Quién de ustedes fue
dark?
C: Ninguno. Alberto era “chikipunk” y yo un hippie
que escuchaba rock progresivo, ahora debo ser de los pocos autoproclamados
“hípsters”.
A: Ese nombre surgió de una época en que pasábamos el
tiempo jugando a buscar estupideces en “Yahoo Respuestas”, salió de uno de esos
lugares oscuros del internet.
¿Por qué el nombre del proyecto, y su peculiaridad
con algunos títulos de sus trabajos? Por ejemplo: “Is it Bad to Put Baby Born
Puppies in the Sun?” o ensu reciente EP, “The Church of The Puppies in the
Sun” ¿Hay algo oculto detrás de ellos?
A: Los nombres salen de cosas que nos suceden, “The
Church of Puppies in the Sun” nació cuando estaba viendo TV y una iglesia
evangélica secuestró el estadio de Alianza Lima, se gestó una batalla campal
entre hinchas del "Comando Svr" y los fieles de esa secta, me pareció
una situación tan insólita y surrealista que me sentí identificado y decidimos
crear nuestra propia religión.
C: Me molesta mucho que no haya “emojis" de
cruces invertidas ni pentagramas.
¿Quiénes influenciaron en la música que ustedes
desarrollan?
C: Popol Vuh (mi
seudónimo como fotógrafo es Vuhh gracias a ellos), el arte y diseño soviético,
la literatura de ciencia ficción, la astrofísica, Andrei Tarkovsky, Stephen
Hawking, Kraftwerk, Faust, Battles, Black Dice, Death Grips, Animal Collective,
el black metal clásico noruego como Darkthrone, Burzum, Immortal, Emperor y el
“black metal” más contemporáneo como Sun Worship y Liturgy, que no creo que sea
“black”, sino “post-black”.
A: Cristóbal es más
rebuscado, pero a mí me influenció ver en vivo a Black Dice, cuando era un
escolar y luego ver a Liquidarlo Celuloide en una fiesta tremenda en 2007 que
se llamó Sinestesia. Más tarde ya en Barcelona ver a My Bloody Valentine,
Boredoms o Swans en el Primavera Sound me impactaron mucho. A mí, lo que más me
inspira es ir a conciertos.
C: Los dos amamos Za!, que es una banda de Barcelona
que todo el mundo debería ver en vivo porque son la puta hostia… y faltan
últimos discos de Swans y los grupos de “cosmische rock”, también denominado
por los ingleses como“krautrock”.
A: Sí, como Neu!, es
una de las más grandes influencias.
C: …yo soy bien fan de
King Crimson.
Sobre sus dos últimos EPs, lanzados por Buh
Records, el primero es un poco más “paisajista” por decirlo de alguna manera,
mientras que el segundo suena más orgánico, con mayor protagonismo en la
percusión. Cuéntenos un poco más sobre estos.
A: La diferencia radica en el proceso de grabación de
cada uno, en “Unheard” se pueden encontrar más grabaciones de campo y pasajes
de largas sesiones que grabamos en 2016, mientras que en "The Church of
Puppies in the Sun" lo que hicimos fue grabar en distintos lugares,
Cristóbal grabó las baterías desde Lima y yo fui trabajando el resto en
Barcelona.
¿Cuál es el
futuro de Puppies in The Sun?
C: Tocar en Berghain*
*Berghain, es el club más difícil la hora de entrar y un paraíso
elitista del tecno.
Asteroide, el dúo de
los hermanos Marco y David Rivarola, desde Puno, están próximos a lanzar un
nuevo álbum, el sucesor de su atractivo Venganza
(2016). A manera de aperitivo, ellos
acaban de estrenar su EP de Remixes, El Abismo Contenido, un singular trabajo colaborativo, que contó con la
participación de Mario Silvania, José Gallo (Theremyn_4) y Zigo Rayopineal de
Argentina.
Conversamos con la dupla
sobre su reciente EP de reversiones, algo inusual en nuestro medio.
¿Cómo
surgió la idea de hacer un EP de Remixes?
Asteroide: En
un inicio la idea fue regrabar un par de temas (que de hecho aún tocamos) y
lanzar un par de singles, pero después nos pareció mejor idea que otra gente
metiera la mano y le diera un nuevo color a esas canciones.Y qué mejor que gente que apreciamos y admiramos.
José Gallo, Theremyn_4
La
carta de presentación de este EP es “En
Tu Faz”, remixado por Theremyn_4, ¿cómo se dio el acercamiento con José Gallo?
A: “En
tu faz” fue nuestro primer “single” hace diez años y quisimos que ahora también
lo fuera. Pensamos en Theremyn_4, porque conocemos y respetamos su obra y
porque vimos que le había hecho remezclas a bandas que a nosotros también nos
gustan mucho como Catervas o Resplandor, entre muchas otras.
Quedamos muy contentos con el resultado, un tema más
disruptivo y rompedor, que aprovechó muy bien el tempo del tema y el ruido de
las guitarras para acercarlo al “glitch” noventero.
¿Y
cómo se dio lo de Mario Silvania?
Mario Silvania. Foto: conciertos Perú.
A: La
participación de Mario Silvania siempre estuvo en mente, desde que pensamos en
los remixes, no solo porque admiramos su enorme legado al frente de Silvania y
Ciëlo, sino porque al pensar en un disco de remezclas la primera y más clara
referencia fue el disco “Delay Tambor” en el que otros actos remezclaban sus temas.
“Sabotearme” terminó con un ligero aire “shoegaze”, un
poco en la onda de Lush o alguito de Slowdive, con unos teclados al final que
reemplazaron las guitarras distorsionadas de la versión original. Nos gustó
mucho que Mario captara esa onda que buscábamos en uno de nuestros temas
favoritos de nuestra primera época, porque además ni lo hablamos, pura
telepatía.Después, producto de toda esa
buena onda y enorme sensibilidad, se animó a hacerle un video muy hermoso al
remix, el cual justamente acabamos de publicar. En la reversión y masterización del "track", también participó Antonio Ballester (Blue Velvet, Silvania).
Los
otros dos remixes están a cargo del artista argentino Zigo Rayopineal, cuéntenos
sobre su trabajo.
Zigo Rayopineal. Foto: Facebook del artista.
A: A
Zigo Rayopineal tocó en Lima el 2016, en un evento de Fundación Telefónica, y lo
conocimos en Cusco cuando coincidimos con él en un festival ese mismo año.Además de impactarnos lo delicado y sutil de
su electrónica, nos topamos con una persona llena de energía y buena onda, dispuesto
a hacer nueva música.No pudimos
concretar un concierto en Puno el 2017, pero finalmente nos sacamos el clavo
con estas remezclas.
“Caminaremos” que era un tema lento y de pocas notas,
terminó con dos versiones en este disco: una pop y más rítmica, y otra más
extensa y más cercana al ambient.En
ambos casos quedamos encantados con su delicadeza y su buen oído al utilizar
algunas partes de guitarra y bajo casi sin procesar.
¿Existieron
sugerencias de vuestra parte hacia sus colaboradores al momento de gestar las
remezclas?
En todos los casos, los colaboradores tuvieron total
libertad para hacer con los temas lo que mejor les pareciera. Y fue una buena
decisión, no podríamos estar más contentos con los resultados, son diferentes
pero todos encajan con nuestros gustos y superaron todas las expectativas.
Finalmente,
¿qué nos pueden decir sobre el diseño de su “encendida” portada?
Esta fue hecha por Pablo Goto (Kaboogie) quien también
hizo portadas para El Aire, Protones, Francois Peglau, entre otros. Él tocaba
enMi jardín Secreto y nos hicimos patas
cuando tocamos juntos en el Festival Espora del 2016; y justo a él se le
ocurrió hacernos unos diseños, y coincidió con que estábamos pensando en este
disco de remixes. El arte de todo el lanzamiento estuvo a su cargo.
Deliberadamente Warp, recontra pajaza.
Sinceramente
este no ha sido un año auspicioso. A pesar que los medios digitales han permitido
que uno tenga a su disponibilidad un sinnúmero de producciones, su proporcionalidad
en cuanto a calidad musical no es la misma. No llegamos ni a diez obras maestras, pues esta
mención superlativa solo se ajusta a las que ocupan nuestras dos primeras
casillas. Hay álbumes buenos, con un grupo de canciones de gran factura, pero
cuya diferencia no llega a redondear la faena, siendo completada en la mayoría de
casos, solo por composiciones aceptables. Y así se fue este año, con contadas
emociones que compartimos a continuación.
1
DOUBLE
NEGATIVE
LOW
Sub Pop
Cada disco lanzado por la pareja de Duluth, Minnesota,
durante la presente década ha sido colosal, The Invisible Way (2013)
marcó su sosegada despedida con sonoridades electroacústicas, a pesar de
mostrar un sonido algo más acelerado, mientras que One And Sixes significó
su gran salto hacia la experimentación sonora, con resultados increíbles. En
esta nueva entrega, el brinco ha sido de niveles estratosféricos, consiguiendo
que la banda suene mejor que nunca.
El pop abstracto de “Quorum”, nos atrapa en
una, nos resulta familiar, como si hubiéramos intuido que este sería el futuro
de Low. Siguen los ambientes oscuros y claustrofóbicos de “Dancing and Blood”,
con la enigmática interpretación de Mimi Packer flotando por la densa atmosfera
del tema, para luego lucir sufrida en la emotiva “Fly” e ir transitando sobre
lúgubre “loops”, sutiles cuerdas y grises sintetizadores. Más ambientaciones
misteriosas se suceden en “Tempest”, además de alterarnos los nervios con sus
saturaciones sonoras. La belleza minimalista de “Always Up” resulta sedante. En
“Always Trying to Work It Out” construyen parajes surrealistas para volarnos la
cabeza y el dueto de voces procesadas, Alan Sparhawk y su esposa Mimi, nos haga
más delirante la travesía.
La fantasmal “The Son, The Sun”, es otra
pasada. “Dancing and Fire” es quizás lo más aproximado a su “sadpop”. Otro pico
del disco es “Poor Sucker”, con su abstracto sinfonismo y nuevamente el coro de
voces de rasgos etéreos emprendido por la pareja mormona. Mientras que
percusiones telúricas, sintetizadores bizarros y guitarras procesadas, tornan
densa la escucha de “Rome (Always in the Dark)”, con sus cercanías al
industrial, las cuales se prolongaran con los complejos “synths” de “Disrray”,
y como siempre las voces de los Sparhawk, transportándonos a lugares de
ensueño. Un espectacular final, para una maravillosa jornada sónica. Larga vida
para mis hermanos, y sus innovadores ensayos.
2
AVIARY
JULIA
HOLTER
Domino Records
Cuando tuve la oportunidad de presenciar el
gran show de Julia Holter en Lima hace dos años, y soltó un adelanto de su
próxima producción, jamás pensé que el sucesor de su extraordinario Have
You In My Wilderness (2015), llegaría a límites ni paisajes sonoros tan
majestuosos. Recuerdo que, apenas salido este álbum, mi amigo Carlos Quinto
hizo algunos comentarios al respecto en su muro de Facebook, le comenté que el
disco sonaba increíble y como es su sana costumbre, “un paso adelante”, a lo
que él me replicó: “En realidad son dos
pasos atrás para tomar vuelo para tremendo salto”. Efectivamente, pues la
artista, en esta entrega nos trasporta por ambientaciones inéditas en su
trayectoria.
La inicial “Turn the Ligth On”, es realmente
una alucinada, introduciéndonos a un mundo “real mágico”, merced a su barroca
instrumentación acompañada de su esplendorosa voz, sonando como nunca para
embargarnos de emociones encontradas frente a tremenda belleza surrealista.
Sigue el inquieto órgano de “Wether”, junto a intensos teclados y amenazadoras
percusiones creando más ambientes delirantes. Etéreos arreglos de viento y
teclados, y complejas voces para la misteriosa “Chaitius”. En “Another Dream”,
Holter extrae de su paleta sonora, sugestivas atmosferas de emotivo “ambient
music”, que con el transcurrir de la pieza se tornan perturbadores. Seguirá la
fantasiosa “I Shall Love 2”, con unos ensoñadores arreglos de voces, que nos
llevará hacia un extrañísimo paisaje celestial. Otro paraje mágico difícil de
describir es el que edifica para “Underneath The Moon”. Más sonidos enigmáticos
transitan en “Colligere”.
Conmovedora música irá desfilando a lo largo
del álbum, como en los violines de “Words I Heard”, hasta su reflexivo final
con “Why Sad Song”. Con este disco que ya podemos proclamar a nuestra adorada
Julia Holter como la artista de la década.
3
7
BEACH
HOUSE
Bella Union
El dúo dinámico de Baltimore, Victoria Legrand
y Alex Scally, Beach House, desde su obra maestra Teen Dream (2010), no ha
parado de alumbrar álbumes superlativos. Su séptimo disco, justamente titulado
7, no ha sido la excepción, pues la pareja sigue creando música espacial, de
ambientes que inspiran esperanza, sueños, y también añoranzas, pero ya no tan
depresivos como los del Bloom (2012).
Su trabajo anterior, B Side and Rarities
(2017) les sirvió “para limpiar el
armario creativo, poner el pasado en la cama, y comenzar de nuevo”. Una vez
trazado el renacimiento sonoro de BH, se separaron de su productor Chris Coady
y se asociaron con el productor de MGMT y ex Spacemen 3, Peter Kember (Sonic
Boom), colocándose algunas metas, como repasar “métodos antiguos y eliminar algunas limitaciones autoimpuestas”, y
dejar que el instinto creativo dicte la sensación del álbum.
La creación de su estudio, edificado sobre lo
que había sido su sala de ensayo, les permitió mantener el entusiasmo por las
composiciones más antiguas, pues podían registrarlas en el momento preciso y no
como en ocasiones pasadas, tener que esperar largos periodos de tiempo hasta
completar los temas necesarios para registrar un álbum, además de la presión de
pagar carísimas sesiones de grabación. Con un ambiente idóneo, se tomaron el
tiempo necesario para experimentar y combinar libremente con diversos
instrumentos, pedales de efectos y lo que quisieran. Es así, que en el registro
podemos escuchar el empleo de nuevos recursos para redefinir su sonido, como
distorsiones de guitarra, saturación de sintetizadores y sorpresivas
percusiones, que adquieren mayor contundencia que en anteriores registros,
enriqueciendo de esta manera sus texturas sonoras.
Esta vez las melodías de ensueño de Beach
House, están conducidas por efectos de distorsión que, en lugar de sonar
irritantes, el dúo las procesa para otorgarles calidez, desde “Dark Spring”,
las distorsiones de su guitarra, yendo en forma progresiva, se encarga de
ambientar hermosos paisajes o en “No Mind” jugando con etéreas percusiones y
mágicos teclados, para luego vibrar ligeramente junto a inquietos “synths” y
cajas de ritmo para “Lemon Glow”. Los coros celestes de la etérea “L´Inconnue”,
nos transporta a los paisajes fantásticos y relajantes del Depression Cherry (2015),
con Victoria embelesándonos los oídos con su canto en francés, como ambientando
un relato épico, asomándose sorpresivamente el sonido de una espectral
percusión desde el “casiotone”. Luego,
en “Drunk In LA”, tensos teclados, con otros de rasgos híbridos se van
mezclando hasta crear un dramático ambiente para que la nostálgica voz de
Victoria de la estocada final y juegue con nuestras emociones y ser asediados
por ásperosriffs.Lo opuesto sucede con la aletargada
“Black Car”, cuyos enigmáticos teclados iniciales lentamente van transitando al
compás de una “seca” percusión. Los cansinos teclados de “Lose Your Smile”
evoca algo del desencanto del Bloom (2012), es más, se asemeja al
“track” oculto con el que cierran ese álbum, cuyas melodías tienen la capacidad
de arrullarnos hacia el sueño placentero. Para el tramo final, Victoria y Alex,
nos cautivan con aquellas melodías que suenan a despedida del ser amado, que
golpean el corazón. En la primera de ellas, “Woo” somos hipnotizados por un
elegante “loop” de percusión, nostálgicas notas de teclados, y la bella voz de
Legrand, escarbando en nuestros penosos recuerdos, además de sus sintetizadores
construyendo parajes celestes, y que en “Girl Of The Year”, sus rasgos
espaciales y reflexivos, recrearán ambientes glaciales, pero a la vez
transportándonos hasta la infancia. A las quietas notas de piano de “Last
Ride”, se suman, intensos sintetizadores, reverberaciones y una serie de
distorsiones de cuerdas hasta su estratosférico final.
7, plasma la visión
caótica y dolorosa, que el dúo percibe del mundo actual, para en medio de ello,
ir descubriendo la verdadera felicidad.
*Fragmento extraído del especial publicado
en F/NZIN 0.2
4
DIONYSUS
DEAD
CAN DANCE
PIAS
Si bien en esta ocasión, el resultado del trabajo
de Brendan Perry y Lisa Gerrard no alcanza los ambientes fantásticos de su
maravillosa reparación, Anastasis (2012), igual siguen
consiguiendo música ecléctica, espiritual y dispuesta a purificar el alma, al
transportarnos por parajes del cercano oriente y del mediterráneo, cuyos
sonidos son capaces de hacer recrear en nuestras mentes una serie de rituales y
cultos aledañas a esas zonas.
Dionysus ha
sido distribuida en siete actos, siendo el primero de ellos, “Sea Borne”, donde
somos conducidos por una entusiasta y envolvente comparsa de sintetizadores,
arpas y espaciales coros étnicos. Luego, “Liberator of Minds” prosigue por esa
senda, aunque más ralentizada, para después hacernos sacudir las caderas con la
delirante “Dance of Bacchantes”, tentándonos a ensayar un “raqs sharqi” o “danza
del vientre”.
En “The Mountain” somos abrazados por la
oscura interpretación de Brendan, haciéndonos creer que estamos por la meca. Las
estimulantes sonoridades étnicas de “The Invocation”, “The Forest” y “Psychopomp”,
nos sigue atestiguando de la grandeza y elegancia de de Dead Can Dance, aunque
se extrañe la supremacía de la voz de Gerrard. Finalmente, es Dead Can Dance y
nadie en la actualidad es capaz de hacer está música sinigual.
5
CRIMINAL
THE
SOFT MOON
Sacred Bones Records
Luis Vasquez se muda a Berlín y alquila un
solitario estudio ubicado en un sótano de la sombría ciudad para sentirse
completamente libre de explorar sus demonios y emprender la catarsis a través
de la composición musical.
“Esta
es una autobiografía de mi vida, es como un diario, y se trata de comprenderme
a mí mismo y aprender a crecer” declararía a un medio, a
otro manifestaría: “He pasado los últimos
ocho años tratando de curarme, y no ha funcionado, así que [este registro] es
una especie de acto de desesperación, está dirigido a mí mismo. Tengo mucha
culpa en la conciencia”.Por todo
esto, el nombre de su confesional álbum. La idea de criminalizarse a sí mismo
por cada cosa que ocurre, enfrentándose con su propia persona y con una
infancia rodeada de violencia y abuso.
En Criminal,
las liricas se tornan más explicitas.Allí tenemos, "Like A Father", vociferando de manera monótona
y acelerada contra el padre que nunca tuvo e increpándole todas sus culpas.
“Burn”, expulsando ese perturbador odio hacia sí mismo, que lo acompaña
continuamente y sus intentos de sortearlo. En “Choke” abordando situaciones
tóxicas o en "Give Something", componiendo su primera canción de
amor.
Para
Vasquez haber producido su álbum, ha sido “un
manifiesto de su vida y evolución como ser humano”, le ha resultado
embarazoso reconocer y revivir sus tormentos, llegando a confesar: “Necesito trabajar en mí mismo, porque no
quiero sentirme así…estoy un poco arruinado”.
Si
bien Criminal
no es un álbum fácil de escuchar, además de los tortuosos gritos y lamentos de
Vasquez que recorren todo el registro, posee un extraño poder seductor, irresistible
y placentero, casi sádico, así de sencillo, cuyas texturas sonoras son más
severas y rugosas. Donde sus melodías agridulces, surten efectos masoquistas y
su aspereza llega a embelesar. De hecho, la influencia “kraut” y electrónica
también están presentes, y probablemente se deba a su estancia en Berlín.
“Burn”
arranca de manera furiosa y descontrolada, con guitarras incendiarias y voces
del inframundo, abriéndose paso en medio de chirridos industriales, haciéndonos
recordar al Nine Inch Nails o Ministry más rabioso, derramando toda su ira y
enojo, producto de sus traumas, depresión y culpa. La estridencia industrial
continua con la siniestra “Choke”, cabalgando sobre unas contundentes
percusiones, nuevamente al mejor NIN, para susurrar mensajes ambiguos de
referencias sadomasoquistas. La pista resultará aplastante. La romántica,
aunque claro al estilo Soft Moon, “Give Something”, nos cautiva con sus
lóbregos ambientes, rozando con lo tétrico, además de presentar como
herramienta, un elemento ya empleado en trabajos anteriores, simular el bajo de
Simon Gallup para el Pornography, mientras, que los crujidos electrónicos que
desfilan sobre el final del tema, generan aún mayor zozobra.Mientras que la ya comentada “Like a Father”,
trae envolventes golpes EBM, guitarras procesadas, sintetizadores disonantes, y
la voz robotizada de Vasquez dispuestos a retorcernos los sentidos con una
febril danza. “The Pain” nos coge del cogote y nos tira al medio de una turbia
pista de baile, gracias a sus hipnóticas guitarras y gótico bajo, un recontra
revival ochentero, envolviéndonos también sus irritantes líneas de sintetizador
que sirven de narcótico postludio.
La
fiesta oscura en que se convierte de pronto Criminal, prosigue con la
palpitante “It Kills”, cuyos brincos de saturadas guitarras y sintetizadores,
acompañados por fragorosas percusiones, suenan emotivos, además de dibujarnos
ambientes desolados. El tramo más enfermo del álbum, justamente lo presenta la
industrial “Ill”, con sus agresivos “loops”, chirridos, acoples y otros ruidos
paranoicos, predisponiéndonos a ensayar una bizarra danza que nos lleve a la
locura, toda una cacofonía sónica la pista. Los ambientes grises de “Young”,
con maquinal caja de ritmo acompañando toda la pieza, por momentos se tornan
tenebrosos, ni qué decir de sus alterados sintetizadores, transportándonos por
algún ambiente de un filme surrealista.Entre empujones, gracias a sus arrebatadas percusiones y guitarras
aterradoras, ingresa “Born Into This”, queriendo sonorizar algún film de
terror. Finalmente, la pieza que da título al disco, “Criminal”, inicia con
densos punteos y sintetizadores claustrofóbicos, para luego dar paso a
peculiares percusiones, y ambientes, reflexivos, por darle alguna definición,
dentro del lenguaje sonoro de Vasquez y cerrar con algunos chirridos.
*Fragmento
extraído del especial publicado en F/NZIN 0.2
El
número de lanzamientos de EPs durante este año, ha sido realmente alucinante.
Agradecemos a quienes nos hicieron llegar sus trabajos, en lo posible hemos
tratado de compartirlos y los que no, las disculpas del caso, pero nuestras
obligaciones personales nos impiden cumplir con todos.
Finalmente,
nos quedamos con quince producciones como nuestras favoritas. También,
aprovechamos la ocasión para compartir algunos trabajos destacadísimos que nos
ha dejado este año y no entran dentro de esta categoría y con ellas comenzamos.
SINGLES
Hemos
considerado los que no forman parte de algún álbum o EP. Cuatro son nuestros
favoritos:
1
D
Silvania
Mario
Silvania nos dio la sorpresa, y noticia del año, al anunciar el regreso de
nuestra querida banda. En esta ocasión reaparece con un “single”, conformado
por dos temas, y ejecutados con nueva formación, donde Antonio Ballester (Blue
Velvet), Rolando Serra y Antonio Benaumont completan la alineación.
Desde
las primeras cuerdas de “Gene”, de clara influencia Belkings, la ensoñadora
ambientación del tema y las etéreas voces de Mario, nos transporta por bellos
parajes surrealistas colindantes con una naturaleza mágica, solo capaces de ser
recreados en “Un bosque en la memoria”. Mientras que en “A Cocó…” tema dedicado a
quien fuera su pareja en Silvania y Ciëlo, Mario y compañía conducen hermosas
resonancias de cuerdas (con ciertos toques orientales) que adquieren dimensiones
espaciales, para transpórtanos por esferas celestes y allí ser recibidos por densas
líneas de teclados que caminan en paralelo con otras de trazos intensos.
Tras
escuchar ambas pistas, uno solo atina a quedarse estupefacto con música tan
maravillosa y fascinado con los cuadros mágicos que salen de la paleta sonora
de este remozado Silvania y con la expectativa al tope de lo que será su
próximo álbum.
2
SIMBIOSE
YUME
STATION-SIAM LIAM
Chip Musik
La ex
bajista de Ruidósfera, Karen Huacasi a.k.a. Yume Station, y Alexander Fabian
a.k.a. Siam Liam, presentan un adelanto de sus respectivos álbumes. En esta
entrega ambos músicos nos exponen diversos paisajes sonoros, embargados por el
suspenso, la intriga, el misterio, muy sugestivos para hacer volar nuestras
mentes y emprender viajes oníricos y sobre el final aún levitar sobre el agua.
3
EL
PODER DEL SOL
VERANO
DEL 83
La
nueva composición de los trujillanos, resulta fresca y encantadora, pues el
sonido protagónico que asume las ensoñadoras cuerdas del ukele, a lo largo del
tema, resultan acogedores, transportándonos hacia ambientes embargados por la
inocencia y el sosiego, exhibiendo sonoridades oscilantes entre el “folk” y el
“dream-pop”.
Melodías
finas y delicadas, con ciertos rasgos “folk”, son las que se dejan escuchar en
este nuevo tema de la banda limeña, tras su EP debut, Luna (2017), demostrando un
sonido más pulcro, como para continuar siguiéndoles la pista a estos chicos.
EPS
15
EL
MEJOR DE LOS ESCENARIOS
EL
KAMIKAZE
Catenaria Discos
Por su
nombre podríamos sospechar de música agresiva y visceral, todo lo contrario,
pues la banda conformada porPlinio Cárdenas (Guitarra y Voz Principal),
Ohmar Cachay (Guitarra y Voz), Eider León (Bajo), Daniel Fonseca (Baterista),
ejecutan un correcto pop-rock tamizado por densas guitarras. Sobresaliendo
temas como “De Javu”, las ásperas cuerdas de “Limagris” o la nostálgica ambientación
electroacústica para la trágica “Kamikaze”, con irrupción final de corrosivas
cuerdas.
14
EL
OTRO INFINITO
UN
ANTIGUO ENEMIGO
Bifronte Records
Este
segundo trabajo del año de Alfonso Noriega (quien rompió su racha y se mandó
con tres EPs), sigue exhibiendo esa incursión de distorsiones atmosféricas
incluidas en su disco antecesor. Con sonidos más espaciales y minimalistas,
Noriega, permanece en su trinchera de idear ambientaciones enigmáticas y noctámbulas
o cuasi terror como en “Theszé” y plenas de tensión como en “El corazón del
diamante”.
Desde
Rancas, Cerro de Pasco, Aníbal Smith Brown, es la identidad virtual que asume
Aníbal Smith Meza Cajahuamán, para referenciar su pasión bohémica e inspirado
en esta, ir desarrollando música insinuante, que transita entre lo minimalista
y lo versátil, que van dirigiéndose desde las guitarras hasta los instrumentos
sintéticos.
En este
EP, se presenta un lado experimental y otro convencional. Allí tenemos los
ambientes inhóspitos de “Sólido Platónico”, cuyos metales y demás sonidos
peculiares e instrumentación minimalista, desfila al compás de un fagot, los
parajes marcianos de “Vértice”, más orientado hacia el IDM y de la misma manera
“El Mapa de Siete Colores” pero con una hibrida electrónica, donde transitan
arreglos de cuerdas, consiguiendo quizás el tema más experimental del registro
y a nuestro gusto lo más atractivo de la placa. Mientras que “Energía
Taquiónica”, “Cubo Metratónico” (con coquetos punteos y ligeras ráfagas de
distorsión) y “La Ley de Uno” el músico dispara sonoridades “dream-pop”,
cautivándonos con sus embelesadoras melodías.
10
OXÍMORON
ALEC
MARAMBIO
Pop atmosférico,
cercano al “shoegaze”, es lo que se deja oír desde el comienzo del primer tema “No
Puedo Escapar”, con sus brochazos de “free”-ruido, así como ambientes más
serenos transitan en la melódica “Mañana” o la sosegada “Cicatrices”. Sea cual
fuere la sonoridad que emprende el guitarrista Alec Marambio siempre les
impregna a sus piezas sus respectivas cuotas de ensayos ruidistas.
Alfonso Noriega, la mente de El Otro Infinito,
en esta ocasión a su consabida electrónica de rasgos trasnochadores, le añade
guitarras procesadas en mayor volumen, para otorgarle a su sonido rasgos atmosféricos
y salir de su introspectivo individualismo.El ritmo avasallador de precarios "loops" y "beats"
sobre ambientaciones misteriosas en "White city, black city" resulta
adictivo, así como los enigmáticos parajes que construyen para
"Saigon", o la pista de corte IDM, "Las mareas traen tu nombre".
7
L.I.E.S
LA
TERMINAL
Si
bien se trata de un material de ocho pistas, la mayoría de estas son brevísimas
y su duración total no llega ni a los 15 minutos. Por esta razón, lo
consideramos dentro de nuestro conteo.
José
María Málaga, el cerebro de los arequipeños La Terminal, recopiló sus caóticas
epifanías sonoras, durante el periodo 2013 – 2018. De sonido artesanal y
electroacústico, sus siete pistas que colindan entre el “noise” y lo etéreo,
nos termina de sobrecoger, producto del valle de lamentos por donde transitan,
además de cautivarnos con su espectral sonido. Allí están las ambientaciones
enajenadas de “Hebefrenia”, las cuerdas acústicas de trazos arrítmicos en la
breve “Tan Sola La Navaja”, los “riffs” de guitarra de palo en “De Mis 200
enemigos” acompañadas por una atmosfera fantasmal, peculiar sonoridad que se
repetirá en “Hate & Rhythm is Love”. Así como en la versión acústica de
“Besando el Suelo” y la precaria “Nuestras Esperanzas. Mientras que la pasión
de Málaga por el ruido y la disonancia más enferma, queda expuesta en la
terrorífica “Sin Cuello”.
6
TÍMIDAS
FORMAS DE CONVIVENCIA
SATELITE
MENOR
Catenaria
Discos
Melodías
cálidas y ensoñadoras son las que nos dejan el primer EP de SATÉLITE MENOR,
"Tímidas formas de convivencia", editado por el sello Caterina
Discos. Cuatro piezas electroacústicas que nos envuelven en atmósferas
embargadas por la nostalgia y la introspección, resaltando el dueto de voces
entre Sofía Araya y Antonio Espinoza (Guitarra acústica), sobre todo en el
embelesador “Persona Bajo La Lluvia”. Los acompañan Vicente García (Guitarra
eléctrica), Mirko Bailón (Bajo), Julio Guillén (Teclado) y Jesu Ccopa
(Batería), quienes provienen de diferentes proyectos sonoros como Marfilia,
Prealba, Lynejami y Panoptia; y el registro fue mezclado y producido por Daniel
Quiñones Mollo.
El
nuevo proyecto de la arequipeña, Diana Matos (Alias La Gringa), ahora radicada
en Lima, quien junto a Tina Crisis (Bajo), Alejandro (Guitarra) y José
(Batería) recibe el nombre de Perra Vida, y acaban de lanzar su primer EP de
contundente, incendiario y contestatario “hardcore-punk”, dispuesto a meternos
una “cachetada” ante la indiferencia con la que asumimos algunos problemas
sociales, como por ejemplo la denigración contra la mujer. Es más, el nombre de
la banda está inspirado en el epíteto que el funesto PKK lanzó contra Verónica
Mendoza en la pasada campaña presidencial.
De
arranque las aceleradas, corrosivas y abrasivas guitarras de “Célebres
Plumíferos”, nos introducen al visceral ambiente que se experimenta a lo largo
del registro, donde prevalece los gritos de Diana. En la combativa “Acoso”
(¡qué tales aporreos lo del baterista!), Diana denuncia el constante
hostigamiento con la que la mujer peruana tiene que convivir en una sociedad
como la nuestra, infectada por estereotipos machistas. Luego en la aplastante
“Dime Que No”, Matos sarcásticamente habla del desengaño (“…Y si no me quieres,
¡No me florees!”).
La
desilusión y ambientalismo de “Heroína”, la antirreligiosidad de “Nobles e
Infames” y los rollos políticos de la pista inicial, son otros temas que
desfilan rabiosamente durante nueve minutos dispuestos a sacarnos la mugre de
la apatía y el letargo con los que estamos embarrados.
2
ROZA
CRUZ
LA
MECÁNICA POPULAR
Names You Can Trust
Este disco
llegó aquí gracias a la recomendación de nuestro amigo y colega Achorao’,
Gonzalo Díaz, tan solo algunos días atrás, y de inmediato nos quedamos
alucinados con la “salsa psicodélica” que ensaya el combo dirigido por el
etnomúsico peruano radicado en New Jersey, Efraín Rozas a lo largo de los cinco
actos que comprende su delirante obra.
Desde
el arranque La Mecánica suelta todo el arsenal, con el ritmo endiablado de “Bienvenida”
y su saturada e intensa guitarra haciéndonos retorcer el cuerpo junto a
timbales y otros instrumentos de percusión. El vértigo se frena y las
revoluciones se reducen con la narcótica dupla “Descenso/Abra”. Sobre sabrosos
ritmos transitan ásperos y densos arreglos de guitarra, logrando efectos hipnóticos
en “Visiones”, más vehemencia experimental es practicada en “Ofrenda”, con unos
solos y efectos de “delay” realmente deliciosos. Finalmente, la experimental “Dividuación” es
otro episodio para la alucinación, merced a la improvisación (aun explorando
con cumbia y sonidos andinos) y la gala técnica que ofrecen los músicos.
1
ALBA
ALOYSIUS
ACKER
Bifronte Records
El
músico, compositor y artista multidisciplinario José Alfredo Rodríguez, nos
sorprende con un nuevo EP bajo su alias Aloysius Acker, donde el atractivo de
su música ensoñadora y paisajista, esta vez reside en su exploración con el
ruido, a lo largo de las cuatro piezas que lo conforman, persistiendo esas
imágenes surreales y etéreas que recrean nuestra mente al disfrutar de su
escucha, consiguiendo así, otra hermosísima producción.
El
registro alza vuelo con la celestial “Pastoruri”, cuyas guitarras atmosféricas
de rasgos “noise” nos ofrece un recorrido aéreo por ambientes gélidos como el
mencionado, sentenciando la maestría con la que Rodríguez trabaja el ruido.
Prosigue “Madreselva” y ese suculento “brebaje”, de etéreos sintetizadores,
guitarras electroacústicas, “feedbacks”, distorsiones y “hit-hats” dispuestos a
alterar nuestros sentidos. Luego en “Luz de otoño”, sobre la marcha cíclica de
una caja de ritmos, desfilan más distorsiones de corte grisáceas y cuerdas
procesadas, con los mismos efectos embriagadores con los que hasta ahora hemos
experimentado.