La
proliferación de espacios alternativos, en su mayoría on-line, para la difusión
de música peruana ha llegado a niveles casi incontables este año, destacando el
“lunar” que significa el programa televisivo Imagen de la música, a pesar que
no nos parece adecuadas sus repeticiones o que no se tomen en cuenta a las bandas que
cantan en inglés a pesar de ser peruanas, esperamos que no sea un caso de censura
a ellas por tomar esa opción poco “nacionalista”. De todas formas meritorio que
este programa siga tantos meses al aire y sirva de vitrina para las diferentes
opciones de estilos musicales que conviven dentro de nuestra escena.
Por
otro lado sellos como Buh Records, A Tutiplén Records, Dorog Records, Chip
Music, entre otros, o colectivos como Underpop o Sonidos Latentes y muchas bandas auto-produciéndose, siguen haciendo la
heroica en su afán de persistir en su terca pasión, que para muchos nos resulta
la música. Pasión no correspondida muchas veces como se debe por parte del público, ya sea no
asistiendo a conciertos o haciendo que el músico mal “baratee” el precio de sus
discos para que éstos salgan y no se “queden”. Otras bandas y proyectos
personales ante la carencia de recursos y apoyo han optado por la edición vía
web, a través de las diversas plataformas existentes.
Continuaremos
con nuestro “floro” en el siguiente episodio. Por ahora seguimos con nuestra
variopinta lista.
20
ZETANGAS
Landmark
Records
El
segundo álbum solista del ex Electro Z y Rayobac, Carlos García, “Carlangas
Zetangas” tiene un auspicioso inicio donde se dejan escuchar ligeras guitarras rítmicas
entremezclándose con enrarecidas sonoridades que edifican una entusiasta marcha en “Post
insomnio”, algo más galopante y espacial se erige “Monochrome”, somníferas
cuerdas aunándose a complejos ruidos se exhiben en la breve “nostalgia
eléctrica”, mientras que el cromatismo guitarrístico de “Wild Rabbits” resulta
contagioso, iluminándonos de buenas “vibras”, además de sus coqueteos con unos animosos teclados. Guitarras y sonoridades sintéticas confluyen a la
perfección en “Paicheman”, esa alianza que Zetangas estimula entre su guitarra
y artilugios electrónicos proseguirá hasta el cierre del disco, que concluye
con la espacial “My Eyes are Vibrating”, cuyas sugestivas atmósferas son
decoradas por capas noise.
Zetangas ha logrado en G-Bone, elaborar música paisajista, colorida y por momentos surreal, relajando nuestros sentidos e incitándonos a dar rienda suelta a nuestra imaginación a través de cada una de sus reposadas melodías.
Zetangas ha logrado en G-Bone, elaborar música paisajista, colorida y por momentos surreal, relajando nuestros sentidos e incitándonos a dar rienda suelta a nuestra imaginación a través de cada una de sus reposadas melodías.
19
LOS
HIJOS DEL CULTO/LOS CUNCHES
Dos
jóvenes bandas peruanas unen esfuerzos para lanzar este atractivo disco de
sugestiva portada vintage. La primera parte corresponde a Los Cunches, combo
conformado por José Darmmert (guitarra y voces), Andrei Marambio (bajo) y
Alonso Garrido-Pinzás (batería) quienes inician su set con “Sonic Youth”
vertiginosa pieza que rinde tributo a la música de los newyorkinos.
Las delirantes
cuerdas de “Porno Kinglon” pasadas por delay, resultan lisérgicas a lo largo de
este breve instrumental. El cover del
tema “Coming in from the cold” de Bob Marley, en virtud a su resonante y atmosférica
guitarra alcanza hipnóticas sonoridades shoegaze, logrando una verdadera
reinterpretación de la pieza original. Cerrando con la tortuosa “8 a 5”.
La
segunda parte se inicia con la críptica “Vööris” de Los Hijos del Culto, siendo
llamativa la gutural voz de su guitarrista y tecladista, Tomás Orrego, bien
secundado por Asiel Nuñez en el bajo y Gabriel Crovetto en la batería,
construyendo sonoridades colindantes con el Doom-Metal. Pero la propuesta de
esta banda se mostrará versátil y rica en texturas, al explorar con el
surf-rock (“Tutti la vitta vendetta” o “Chupacrabas”), el punk-rock, el
rockabilly y el noise o combinando estos estilos en sus diversas piezas, como por
ejemplo en “Vapor Rosa”. Allí tenemos la histriónica versión de la querida “Canary
Bay” de los Indochine. Pero LHDC también se dan abasto para experimentar con
más alternativas, como en los tres primeros minutos espaciales de la extensa “El
andar de la bestia análoga”, para luego dejarse escuchar nuevamente la voz
infernal de su vocalista sobre ambientaciones propias del hades.
Los cunches |
Los Hijos del Culto |
18
Caracoles suicidas
Prácticamente
metiéndose “por los palos” ingresa este entusiasta álbum debut a nuestra lista,
Entre
Copas de Tinto Oscuro producido
por Rafael de la Lama (Proyecto de la Lama, colaborador en el Cosmos
de Pipe Villarán), y que gracias al impecable performance de los Caracoles
Suicidadas, Enrique Tataje (voz), Lucho de la Lama (bajo), Juan Gutarra
(guitarra acústica), Diego Silva (guitarra eléctrica) y Fernando de la Lama
(batería) nos dejan una grata impresión, al ofrecernos una caravana de buen
rock, con una serie de amenas canciones que resultan muy pegajosas y rítmicas,
teniendo como bandera el country-folk, proponiéndonos algo diferente e inédito
en nuestro medio, transportándonos hacia paisajes del lejano oeste o parajes
bucólicos, lugares lejanos a nuestra realidad pero que la banda se las arregla
para hacérnoslo sentir cercano; así como también por ratos respirándose cierta
atmósfera Calamaro.
La trotona marcha de “Voy” nos causa la sensación de estar sobre un caballo divisando el desierto, en “Entre copas de tinto oscuro” hay coqueteos con la trova, mientras que el rock vaquero y veloz de “El cobarde” resulta intenso. Los caracoles desaceleran sus melodías para entregarnos los momentos más sosegados del disco con “La caravana de los caracoles suicidas”, “TV Lorraine” y “Tarde o temprano”, ¿polka? en “El extraño caso de Hugo el camaleón”, cerrando con la reflexiva "En algún lugar”, cuyas delicadas cuerdas adormecen nuestros sentidos ofreciéndonos relajantes ambientaciones. Un disco de sonido impecable.
La trotona marcha de “Voy” nos causa la sensación de estar sobre un caballo divisando el desierto, en “Entre copas de tinto oscuro” hay coqueteos con la trova, mientras que el rock vaquero y veloz de “El cobarde” resulta intenso. Los caracoles desaceleran sus melodías para entregarnos los momentos más sosegados del disco con “La caravana de los caracoles suicidas”, “TV Lorraine” y “Tarde o temprano”, ¿polka? en “El extraño caso de Hugo el camaleón”, cerrando con la reflexiva "En algún lugar”, cuyas delicadas cuerdas adormecen nuestros sentidos ofreciéndonos relajantes ambientaciones. Un disco de sonido impecable.
17
Physic
Aquí
otro buen álbum debut, esta vez de los noveles Physic, banda conformada por Pablo
Villar (voz y guitarra), Luis Villar (voz y guitarra), Daniel Villar (bajo) y Nicolás
Ojeda (batería) quienes exhiben a través de sus 9 piezas, revival post-punk
británico, ciertas ráfagas post-grunge y de garage rock, además de reconocerse sonoridades Smashing Pumkins.
Las
cuerdas hipnóticas de “Loop Queen” y su macizo sonido nos “enganchan” en una
con su música, donde los veloces y rítmicos rasgueos de “Hold Me Down” continuarán
encandilándonos, la sinuosa “Behind Me” no desentonará en nada con lo antes
expuesto, así como las oníricas líneas y densos ambientes de “You’re Not Crazy”
guiada por un “taca-taca” que emula ligeramente a los de The Edge (U2).
Las guitarras ascendentes y la sugestiva voz de su vocalista en “Never Satisfed” confundiéndose con una maquinal caja de ritmos, construyen increíbles paisajes sonoros, apropiados para ensayar un baile espontáneo. Atmósferas grises y apesadumbradas se erigen en la oscura “Holding Hunger”, finalmente tras momentos de melódicos guitarreos, el alucinante ruidismo a lo Sonic Youth de “Down” resulta excitante. Excelente estreno de estos muchachos.
Las guitarras ascendentes y la sugestiva voz de su vocalista en “Never Satisfed” confundiéndose con una maquinal caja de ritmos, construyen increíbles paisajes sonoros, apropiados para ensayar un baile espontáneo. Atmósferas grises y apesadumbradas se erigen en la oscura “Holding Hunger”, finalmente tras momentos de melódicos guitarreos, el alucinante ruidismo a lo Sonic Youth de “Down” resulta excitante. Excelente estreno de estos muchachos.
16
DREAMS ON BOARD
Surrounding
Label
El
impecable segundo álbum de Dreams On Board, proyecto electrónico del productor
Diego Meneses Suárez, donde cada una de sus piezas han sido esculpidas con
singular dedicación, luciéndose sobrias y elegantes, nos conquista desde el
saque con "Floating", cuyos ensayos iniciales de synths minimalistas
van generando una marcha in crescendo
que nos atrapará hasta arrojarnos a una hipnótica vorágine de percusiones y
sonidos sintéticos de los más deliciosos o esos suculentos arreglos de guitarra
acústica en la cálida "City Mood" ofreciéndonos momentos de
confort.
Meneses adopta sonoridades IDM en varios surcos del álbum, teniendo en la densa "Dejavu" un ejemplo de ello, pero también concibiendo atmósferas más íntimas y relajantes como en la bella "Marina Sky", la reposada "Fly" (Qué tal caricia para los oídos) o la nostálgica "Wishes", exquisita combinación de sutiles beats y melancólicos teclados, para finalmente conducirnos por ambient. Destacar además la enigmática "Summertime" cuyas delirantes atmósferas resultan irresistibles.
Meneses adopta sonoridades IDM en varios surcos del álbum, teniendo en la densa "Dejavu" un ejemplo de ello, pero también concibiendo atmósferas más íntimas y relajantes como en la bella "Marina Sky", la reposada "Fly" (Qué tal caricia para los oídos) o la nostálgica "Wishes", exquisita combinación de sutiles beats y melancólicos teclados, para finalmente conducirnos por ambient. Destacar además la enigmática "Summertime" cuyas delirantes atmósferas resultan irresistibles.
15
NADIE INCENDIA EL MUNDO
COCAINA
A
tutiplén Records
El tercer álbum de los Cocaina se inicia con “Otro
sol” pieza en donde los
músicos parecieran estar realizando una prueba de sonido, afinando sus instrumentos y
lanzando melodías inconexas hasta armar una sólida estructura, de la que saldrá
expulsada música incendiaria como lo muestra la imagen de la portada del disco, en
donde sus guitarras atmosféricas se encargan de lanzar la desenfadada voz de
Ignacio Briceño por los aires, para luego en la acelerada “Infraestructura”
seguir practicando música visceral que
irá deconstruyéndose hasta empalmar con la inclasificable “Koala”, mostrándose
descarados y sinvergüenzas en desarrollar las sonoridades que les plazca, en especial con su corito “popero” (con la ayuda de las chicas de Gomas), importándoles un
comino si nos parece una pieza ridícula, dejándonos totalmente desubicados,
vale el intento. Los densos teclados de “Gunnison, Colorado” nos distraerán de la
avalancha de guitarras y percusiones que se avecina y que terminará por
sepultarnos que tras unos instantes para el respiro los músicos giran su sonido
hacia ambientes más psicodélicos.
El post-rock de “Industriado” resulta estimulante, demostrando sus integrantes los versátiles que pueden ser al transitar por los diversos terrenos del rock, creando una de mis pistas favoritas del álbum. Guitarras afiladas en “Alabarda”, melódicas en “Siaht”, corrosivas en las ruidosas “La Fragmentación” (con la participación de José Javier Castro en guitarras) y “Estío”, y punk-rock cuasi Clash en “Crossroads”, tornándose cada vez más salvajes sobre el final, son muestras de las bondades ya sentencias y manifestadas en sus anteriores álbumes, que no hacen sino confirmar la madurez alcanzada por la banda. Sin duda su mejor obra hasta la fecha.
El post-rock de “Industriado” resulta estimulante, demostrando sus integrantes los versátiles que pueden ser al transitar por los diversos terrenos del rock, creando una de mis pistas favoritas del álbum. Guitarras afiladas en “Alabarda”, melódicas en “Siaht”, corrosivas en las ruidosas “La Fragmentación” (con la participación de José Javier Castro en guitarras) y “Estío”, y punk-rock cuasi Clash en “Crossroads”, tornándose cada vez más salvajes sobre el final, son muestras de las bondades ya sentencias y manifestadas en sus anteriores álbumes, que no hacen sino confirmar la madurez alcanzada por la banda. Sin duda su mejor obra hasta la fecha.
14
ZETANGAS AND THE MONSTER OF COMIDA 2
ZETANGAS
Las
hipnóticas cuerdas de “111Cadaver man*” nos remiten hacia sonidos orientales,
que flotan por encima de cálidos ruidos burbujeantes, estrellándose ligeramente
con rasgueos de guitarra. En “222Infernal banquet**” los sonidos de unos
replicantes y ondulantes punteos de guitarra giran alrededor de nuestra
mente, esta agradable marcha irá
desacelerándose hasta caer en el silencio. Unos ligeros punteos, emulando el "Dim-Dom" de las campanas combinándose con portentosos redobles de batería que
se extenderán hasta el final de la pieza,
sirven de plataforma para que se desplacen a través de ella, una serie
de distorsiones y ruidos electrónicos causando sensaciones delirantes en
“333Axeman***”. Oníricos ambientes son
construidos por el músico en “444The Circus of Satan****”, atmósfera que es
llevada a segundo plano, tras la irrupción de guitarras noise, mientras que cristalinas y atmosféricas guitarras
construyen nostálgicos y “belkinianos” paisajes en “555The First Head
Transplant*****”, cinco minutos de sensaciones intensas y reconfortantes que
parecieran ser eternos. Sin duda la mejor del disco.
Finalmente “666Mr Cool ice or Mister Ice Cool******” se establece como una pieza de melódico shoegaze, que conforme va llegando a su fin acelera sus revoluciones.
Zetangas con tan solo seis pistas ha logrado superar lo hecho en sus anteriores trabajos, para ofrecernos su disco más delirante y el que exhibe de manera óptima el equilibrio entre su cromática guitarra y sus ruidos electrónicos. Una lástima que no haya noticias ni rastros de una futura edición física de esta obra.
Finalmente “666Mr Cool ice or Mister Ice Cool******” se establece como una pieza de melódico shoegaze, que conforme va llegando a su fin acelera sus revoluciones.
Zetangas con tan solo seis pistas ha logrado superar lo hecho en sus anteriores trabajos, para ofrecernos su disco más delirante y el que exhibe de manera óptima el equilibrio entre su cromática guitarra y sus ruidos electrónicos. Una lástima que no haya noticias ni rastros de una futura edición física de esta obra.
13
CLAROSCURO
MATUS
Espíritus
inmundos
El
quinto álbum de Matus, a diferencia de su anterior producción, deja un tanto
las sonoridades eclécticas, pero sin descuidar la experimentación con la
psicodelia, el blues, el jazz, el doom y el heavy metal. Digamos que se trata
de un disco más rockero, más duro y más “retro”, donde también hay espacio para
momentos apacibles, como en la conmovedora “Crisálida” o en la tierna
“Firmamento”.
Precisamente
la dureza es marcada desde el principio, con la densa marcha de guitarras, en
clave Black Sabbath, lideradas por unos penetrantes punteos al que se le une
los delirantes sonidos del theremin, emulando a la voz de una ¿”encantadora”?,
dándonos la bienvenida al surrealista mundo sonoro de Claroscuro, con la
psicodélica “Umbral”. La música de la pieza inicial muta tras el fraseo final
“No temas más/Entra en la niebla de neón” transformándose en una sonoridad lóbrega cuyas delicadas cuerdas acústicas serán
irrumpidas por los sonidos espectrales emanados desde el theremin, este breve
halo recibe el nombre de “Niebla de Neón”.
Casi sin respirar prosigue la pesada “Mío es el Mañana”, relatándonos
acaso la historia futurista de un humanoide o la pronta deshumanización de
nuestra raza. Destacándose sus sonidos macizos, por momentos ascendentes y
triunfales.
Finas cuerdas intercalándose con espaciales teclados y tiernos golpes de piano resultan luminosos en la romántica “Firmamento”, aunque los “penitentes” platillos del final nos preparan para subirnos al sonido galopante y blusero de “Rompecorazones”, cuyos delirantes wah wah y teclados logran hipnotizarnos, pero el frenesí es abortado por "Jenízaro", sugestiva pieza instrumental de percusión. Etéreos tambores mezclándose con duras guitarras crean otra pista instrumental, “Paisajes del Futuro”. Atmósferas sombrías son construidas merced a sus tristes cuerdas acústicas y la bella pero desolada y lamentosa onomatopeya de Veronik, en la taciturna “Crisálida”, sin duda la mejor del disco. Las piezas instrumentales concluirán con la bohemia “Bizarro Cabaret”, donde Veronik ensaya un "vocalese" sobre bases jazzísticas, soportadas por piano, trompeta y batería, atrapándonos con su nebulosa ambientación. Finalmente la expansiva “Hada Morgana” de punteos bluseros y psicodélicos, y delirantes teclados ponen el cierre al disco, dejándonos con las ganas de escuchar más, pues los 28 minutos de duración nos quedan realmente cortos.
Finas cuerdas intercalándose con espaciales teclados y tiernos golpes de piano resultan luminosos en la romántica “Firmamento”, aunque los “penitentes” platillos del final nos preparan para subirnos al sonido galopante y blusero de “Rompecorazones”, cuyos delirantes wah wah y teclados logran hipnotizarnos, pero el frenesí es abortado por "Jenízaro", sugestiva pieza instrumental de percusión. Etéreos tambores mezclándose con duras guitarras crean otra pista instrumental, “Paisajes del Futuro”. Atmósferas sombrías son construidas merced a sus tristes cuerdas acústicas y la bella pero desolada y lamentosa onomatopeya de Veronik, en la taciturna “Crisálida”, sin duda la mejor del disco. Las piezas instrumentales concluirán con la bohemia “Bizarro Cabaret”, donde Veronik ensaya un "vocalese" sobre bases jazzísticas, soportadas por piano, trompeta y batería, atrapándonos con su nebulosa ambientación. Finalmente la expansiva “Hada Morgana” de punteos bluseros y psicodélicos, y delirantes teclados ponen el cierre al disco, dejándonos con las ganas de escuchar más, pues los 28 minutos de duración nos quedan realmente cortos.
12
ASÍ DE SIMPLE
GELATINA MAGMA
Dorog
Records
El
músico Giancarlo Samané (El Paso, Polvos Azules y director del sello Dorog
Records) y la cantante Ángela Ruesta elaboran música refrescante, colorida y
amena, combinándose con sus explosivas letras, embargadas por el sarcasmo
y la ironía, denunciando y poniendo el dedo en la llaga, sobre diversos conflictos
que son el pan de cada día de nuestra nación. La propuesta del dúo también
ofrece rock fusión, como el landó de “La casa sonora” y con el afro en la fabulosa “Letra
de casualidades”.
El
disco se inicia con el colorido pop de la ambientalista “Anfibios”, cuyos
sintetizadores entrelazándose con hipnóticas cuerdas de ¿charango? Y trastes New
Order, resultan embriagadores, imposible ser indiferente ante tremenda pieza. En “Pirata de Niebla”, al sonido de una ligera
percusión programada se le suma una línea de guitarra al mejor estilo Electro-Z,
y sonoridades espaciales emanadas de los sintetizadores, el tema conforme va acercándose
al final irá adquiriendo rasgos ambient. Sintetizadores de aires ochenteros, finos
punteos de guitarra confundiéndose con suaves efectos construyen una contagiosa pista new wave en “El
cometa”.
La electrónica
también se hace presente con “Houdini”, mientras que el lado más experimental
del disco se exhibirá con la excelentes “Cállate”,
donde sobre un monótono punteo y teclados psicodélicos el dúo se manda con un satírico
mensaje contra los medios de comunicación en su proceso de “brutalización” de
las masas en pos de los intereses del estado y los grupos de poder, atacando de
paso a la Tv. Basura, “…la gente famosa se vanagloria de ser estúpida…”, la
techno-afro y combativa “Letra de
casualidades” y el onírico landó de “La casa sonora”.
Sobresaliente
estreno de este dúo, atrevidos no solamente en su exploración musical sino en
la creación de sus liricas, abordando los temas sociales del país, yendo en
dirección contraria a lo que pareciera ser el estándar de nuestra época, ser
indiferente, sin necesidad de sonar furiosos, sino apelando al pop. Inteligentísima
propuesta, así de simple.
11
TRANSITION
RYŪ
Para
variar otro debut, esta vez desde Trujillo. El líder de la banda Ciudad Gragea,
el guitarrista José Alvarado, nos ofrece un extraordinario EP de cinco
canciones, todo esculpido con sorprendente maestría, de música intensa y dinámica,
directa a los sentidos, consiguiendo para el oyente una experiencia más que gratificante.
El
disco se inicia con unas delicadas melodías evocando la nostalgia propia de una
melancólica tarde, como exhibe su portada, arrancada de las finas cuerdas y atmosféricos teclados de “Jungvolk”, introduciéndonos a un ambiente
dominado por la tristeza, pero este será derrumbado por sonoridades "discotequeras" dando paso al hedonismo en la bailable “Transition”, la pieza
que da título al disco. Las pulsaciones de “Feel” nos transporta hacia visiones
galácticas y los luminares del firmamento. El chill-out de “Depth” irá entremezclándose con
sintetizadores en clave techno, siendo enriquecida su textura por diversos efectos que se encargarán de construir una marcha futurista, posteriormente unos contagiosos beats, aunándose
con samplers y teclados espaciales ensayaran ritmos bailables encontrándose con
dancísticos teclados new wave, está suculenta pieza final recibe el nombre de
“Time”. Simplemente fantástico.
José Alvarado |
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