VOL II.
CHOLO VISCERAL
Cuaderno Roto Producciones/Necio Records/Tóxiko Producciones (2016)
Espontaneidad,
experimentación e improvisación constituyen los postulados sonoros sobre los que
se sostiene el sonido de Vol II el nuevo trabajo de Cholo
Visceral, estableciendo una senda sónica compleja y singular, para nada
convencional, ni fácil de explorar, donde el stoner, la psicodelia, el free-jazz,
el progresivo, el space y hard-rock transitan aleatoriamente para fusionarse y recrear
ambientes delirantes, por momentos enajenados, colindando con lo
inclasificable.
Cholo Visceral, el vinilo debut de la banda |
Su
auspicioso epónimo debut (2013), cimentó su manifiesto psicodélico, destacando
sus prolongadas piezas, modelo que prosigue en esta segunda producción. La
banda conformada por Arturo Quispe (guitarras, ruido, teclado & voces),
Israel Tenor (guitarras y ruido), Manuel Villavicencio (bajo, guitarra
acústica/eléctrica & voces), Joao Orosco (batería), Silvana Tello (theremin,
voz y percusiones) y Max Vega (saxofón alto)
en esta ocasión nos conducen por
una serie de ambientes y atmósferas cargadas de inestabilidad sonora,
comenzando con el vigoroso bajo de “Explosión del Misti”, sopesando la amenazante
avalancha sónica conformada por guitarra, saxofón y percusión, revolcándonos de
un lado a otro. Luego en “Muca” (hacer añicos en quechua), tras una “intro” de rugosas
guitarras enmarañadas, un “descontrolado” saxofón sobre el pináculo dirige una
instrumentación inconexa, construyendo pacientemente
un atmosférico Huaylas del Mantaro, consiguiendo una espectacular sonorización,
sin duda el momento más brillante del disco, que tras una pugna entre
guitarrazos y sonoridad vernacular se desvanece hacia ambientes free-jazz.
Fotografía por Noisy eyes Tatiana Alfaro Chávez |
Nuevamente
un sinuoso bajo inicia la delirante marcha en “Cholacos”, estrellándose otra
vez las cuerdas y saxofones contra la percusión, transitando hacia parajes espectrales,
sucediéndose una serie de ambientes sonoros a lo largo de sus 16 minutos de
duración. La sutil pero trastornada “Jarjacha”
(en la cultura de los andes, así se le conoce al demonio del incesto) pretende
capturar la cosmovisión andina a través de sus cuerdas acústicas que se
combinarán con guitarras noise, theremin y las sugestivas onomatopeyas de Silvana
Tello, logrando otro genial momento del LP, mientras que en la enigmática “Cholo
Visceral”, iniciada por un atrayente huayno, que servirá para catapultarnos hacia
ambientes espaciales, alternándose nuevamente con sonoridades andinas, volvemos
a ser presa del desvarío ante la alta dosis de delirante space rock y el
revuelco de percusiones con osciladores y demás instrumentos.
En
la misteriosa “10 años de terror” un bajo cavernoso, aunándose con desgarradoras
guitarras, ensayan una jornada de ultratumba, cuyas fantasmagóricas sonoridades
se tornan asfixiantes, sucumbiendo ante los sombríos guitarrazos del cierre.
Este ambiente lóbrego proseguirá en la aterradora “El paso entre las lomas”, la
pieza más breve del disco, pero de una brillante aura siniestra, empujada por unos
“embrujados” pianos y teclados, para transformarse posteriormente en taciturnos
solos de piano, poniendo sin duda un estupendo cierre para este alucinante
álbum.
Foto por Ale Jandra Orosco
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Los
Cholo Visceral en esta nueva entrega nos ofrecen una serie de lisérgicos parajes
sonoros, inspirados en el subconsciente y sus complejidades, donde el deliro, la
paranoia, el terror, el pánico y los “excesos”, intentan ser representados a
través de sus siete partes, además de destacar la inclusión de elementos andinos
en su paleta sónica y conceptual. Vol. II, grabado, mezclado, masterizado
y producido por sus propios artífices en Fonoteca Studio entre los meses de
agosto y diciembre del 2015, transmite ambientes y sensaciones caóticas, por momentos incompresibles pero nunca superfluos,
logrando otro valioso aporte para la escena psicodélica-progresiva peruana.
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