SE ACABÓ EL SHOW,
1985 EL ESTALLIDO DEL ROCK SUBTERRÁNEO
CARLOS TORRES ROTONDO
MUTANTE.
2012.
Este
libro relata el estallido del rock subterráneo centrándose en las cinco bandas
emblemáticas de la llamada “primera
camada”: Narcosis, Leusemia, Autopsia, Guerrilla Urbana y Zcuela Crrada. Y sitúa como punto de
quiebre el año 1985, cuando la escena es fortalecida con la producción de las
primeras maquetas y seguidillas de conciertos. SE ACABÓ EL SHOW es una crónica narrada por los propios
integrantes de las agrupaciones mencionadas además de otros personajes entre
músicos, intelectuales, artistas y seguidores que formaron parte de dicha
escena rockera. Pero también es una radiografía del nacimiento, vida y podría decirse
muerte del ¿movimiento? subterráneo.
SE
ACABÓ EL SHOW remonta sus antecedentes hacia los finales de
los años setentas e inicios de los
ochentas, cuando algunos rockeros y aficionados siembran la idea de cantar rock
en español a través de fanzines como
Rock, Rock del Sur, La Hojita Eléctrica, Costra entre otros de corta duración.
Así como la aparición de las bandas como Frágil, Up Lapsus y Anarquía, y los orígenes
de la discoteca No Disco, fuente del punk rock y la new wave que influiría
notablemente en la música que crearían las bandas subterráneas. Otro factor
determinante fue el intercambio de discos
y “pirateada” de cintas entre adolescentes y jóvenes melómanos quienes
finalmente serían los principales artífices de la escena subterránea. Todos
estos elementos contribuyeron en el posterior estallido del rock subterráneo.
La primera maqueta compilatoria |
Carlos
Torres ha colocado en orden cronológico las declaraciones de los protagonistas,
obtenidas en distintas entrevistas, dándole una apropiada secuencia al relato permitiendo al
lector la eficiente contextualización de los hechos. El libro ofrece un sinnúmero de detalles interesantes
de
acontecimientos míticos como “El Rock en Río Rímac”, los festivales “Bestiarios”
o “El rock Subterráneo vuelve atacar Lima” en la concha acústica del parque
Salazar, entre otros. Así como los
pormenores de la producción de las primeras maquetas y el LP de Leusemia, el
único editado bajo un sello oficial.
SE
ACABÓ EL SHOW contiene
fotografías inéditas y un diseño que respeta la estética subterránea de los
fanzines. Su presentación es impecable y
va desde la calidad de su papel (por fin
uno en que no se queda impregnado la huella del dedo) hasta su excelente
encuadernación.. Ironizando quizás sea la publicación menos subterránea que trata
sobre lo subterráneo. Pero su riqueza recae en la valiosa información que
contiene y que dejará más que satisfecho al melómano lector. Sobre todo para
quienes nos iniciamos en el rock escuchando música subterránea cuando éramos
casi unos niños. Es una lástima que algunos hayan limitado sus comentarios sobre
el libro a su aparente elevado precio, que lo será para quienes no valoran realmente la calidad de esta
publicación.
Primera Dosis- Narcosis |
“Se
acabó el show…” era el estribillo de una de las canciones de
la banda Guerrilla Urbana y creo también se convirtió sin querer en una frase profética
de lo que ocurriría con la escena subterránea al año siguiente de su estallido
ocurrido en 1985. El caos y la anarquía que proclamaban las bandas “subtes”
como actitud frente al sistema se infiltró dentro del mismo movimiento, ocasionando
su posterior ocaso. Todo lo forjado por las primeras bandas subterráneas y sus
seguidores se fue destruyendo por las insensatas pugnas entre los llamados “misio-punks”
contra los “pitu-punks”, la lucha de clases se trasladó a la escena
subterránea, algo que nunca debió ocurrir. Además de las confrontaciones de
egos, celos, “falta de brújula” y porque
no decirlo parte de la idiosincrasia autodestructiva peruana. Todo se convirtió
en un pandemonio y esa unión que existió al inicio se convirtió en una serie de
grupos sectarios caracterizados en muchos casos por el radicalismo sin razón y
el resentimiento social.
Segundo compilatorio de grupos subtes |
Tras
la lectura de SE ACABÓ EL SHOW uno se queda con un sinsabor y cierta amargura
al saber que por causas realmente estúpidas se perdió la gran oportunidad de
consolidar una escena rockera peruana e independiente así como existe en otros
países, y que si bien luego surgieron otras bandas que propusieron sonidos más innovadores
hacia finales de los ochentas, y se
hicieron otros intentos en los noventas, la oportunidad ya se había
perdido.
LP de Leusemia, lanzado por el sello el Virrey |
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