Una de las bandas más queridas y
admiradas durante los 80s es sin dudas The Cure, su fama ha llegado a distintas
partes del planeta, tanto por sus buenas canciones como por su peculiar look,
que ha llevado a muchos a catalogarlos como góticos, etiqueta que el mismo
Robert Smith, líder de la banda desecha: "Es tan triste que a The Cure
se le siga llamando gótico [...] No somos categorizables. Supongo que éramos
post punk cuando salimos, pero globalmente es imposible categorizarnos. [...]
Yo toco música de The Cure, sea lo que sea que esto signifique."
Fue tanto el impacto de The Cure durante los 80s que a pesar de ser una banda de la escena independiente, varias de sus canciones lograron amplia difusión radial en nuestro medio como “Boys Don’t Cry”, “Close To Me”, “In Between Days”, “Just Like Heaven”, “Why Can´t I Be You” y “Friday I’m In Love” en los noventas, aunque hay que aclarar que también eran los temas más digeribles para una audiencia “comercial” como la nuestra, pues nunca pasaron en emisora alguna ninguna canción de sus grandes obras como Seventeen Seconds, Faith, Pornography o Disintegration.
Los inicios
de The Cure nada tienen que ver con el rostro pálido de Robert Smith ni sus
labios mal pintados, ni el uniforme negro que siempre han caracterizado a los integrantes de la banda, tampoco el
sonido de los teclados, y mucho menos las texturas sónicas creadas por más de
una guitarra, sino las simples y “franciscanas” melodías de tres chicos
imaginarios que darían apertura a los ochentas como un “power trío”.
ROBERT SMITH : THE IMAGINARY BOY
Fue tanto el impacto de The Cure durante los 80s que a pesar de ser una banda de la escena independiente, varias de sus canciones lograron amplia difusión radial en nuestro medio como “Boys Don’t Cry”, “Close To Me”, “In Between Days”, “Just Like Heaven”, “Why Can´t I Be You” y “Friday I’m In Love” en los noventas, aunque hay que aclarar que también eran los temas más digeribles para una audiencia “comercial” como la nuestra, pues nunca pasaron en emisora alguna ninguna canción de sus grandes obras como Seventeen Seconds, Faith, Pornography o Disintegration.
Estamos a solo
dos meses de su esperado concierto en la capital, y desde este rincón de la red
deseo hacer un humilde tributo a través de varias entregas, sobre una de las
pocas bandas que ha podido juntar durante 3 décadas a “perro, pericote y
gato” bailando al compás de sus
canciones, y a muchos otros refugiarse en sus deprimentes, lúgubres y oscuras
melodías, el tormento que llevan por dentro. Pues así es la música de The Cure,
sonidos que exploran diferentes estados de ánimo y difíciles de encasillar.
Smith, Tolhurst y Demsey |
ROBERT SMITH : THE IMAGINARY BOY
La historia de The Cure se debe a su fundador,
líder, guitarrista y compositor Robert Smith, se podría decir que él es The
Cure, a pesar que diferentes integrantes de la banda hayan aportado lo suyo musicalmente. Robert James
Smith nació el 21 de abril de 1959 en Blackpool, Lancashire, Inglaterra en un
hogar católico y de clase media trabajadora. Los Smith se mudarían a Crowley,
Sussex en donde la vida del niño Robert cambiaría para el bien de nosotros.
La existencia de Robert Smith se
transformaría cuando celebró su cumpleaños número 7 en 1966 y recibiendo como
regalo una guitarra. Smith había aprendido a tocar algo de guitarra por el
mismo tras la lectura de los libros “Play In A Day” de Bert Weedon, practicando
con la guitarra de su hermano mayor. Rindiendo una especie de tributo a su
ocasional “mentor”, compondría la pieza instrumental “The Weedy Burton” que
formaría parte del álbum Three Imaginary Boys. Smith también recibiría
instrucción académica para maniobrar su instrumento pero él estaba ansioso por
empuñar una guitarra eléctrica. Esa finalmente llegaría a su vida en la navidad
de 1971, fue una electroacústica de color rojo, Epiphone. Smith ocasionalmente
tocaría con los The Cowley Coat Band
en fiestas de domingos por las tardes. “Obtuve
la guitarra pero no tenía amplificador” recuerda Smith. A Robert le fue
prohibido por sus padres conectar la guitarra al gigantesco stereo que tenía la
familia, como era de esperarse el joven Smith desobedeció esa orden y simplemente
se puso a “rockear”.
Robert llevó a su amada Epiphone con
sus primeras bandas Obelisk y Malice, y en la creación de Easy Cure, canciones
como “Fire in Cairo” y “Meathook” fueron compuestas en su hogar con esta
guitarra.
En 1973, un adolescente Smith estudiaba
en el colegio Notre Dame Middle y formaría la banda Obelisk, en donde él cantaría
y tocaría el piano, le acompañarían Michael Dempsey en la guitarra, Lol
Tolhurst en la batería, Marc Ceccagno también en guitarras y Alan Hill en el
bajo. Luego se iría al colegio católico St. Wilfrid’s Comprehensive, pero sería
recién en 1976 que asumirían realmente la idea de formar una banda, con los mismos
integrantes a excepción de Lol y de Porl Thompson. Poco después Ceccagno
dejaría la banda y formaría otra de nombre Amulet. Ellos ensayarían
constantemente canciones de Bowie y Hendrix bajo el nombre de Malice, en un
salón del local de la iglesia del colegio, acompañados por un par de compañeros
de clase. Robert finalmente sería expulsado de la escuela por ser considerado
una “influencia indeseable”. La única motivación que tenía Robert para hacer
música según él, era no tener que trabajar.
Smith recuerda que una de sus primeras
canciones, “10:15 Saturday Night” la escribió en la mesa de su cocina mirando
como el goteaba el caño, sintiéndose muy deprimido, bebiéndose la cerveza
casera hecha por su padre, experimentando mucha tristeza por él mismo.
En enero de 1977, Malice se convierte
en Easy Cure, Lol retornaría a la banda y en abril de ese mismo año Robert
queda impactado por un anunció del Melody
Maker, en donde se convoca a un concurso de maquetas, el premio consistía
en grabarla profesionalmente. Los Easy Cure grabaron el tema en el dormitorio
de Robert y obtuvieron el premio, audicionando para Hansa Records, los contrataron por mil libras esterlinas
pero el sello quería que ellos toquen “covers”, Smith se opuso a esta propuesta
pues su posición era que las canciones deberían de ser material propio de la
banda, el contrato se disolvería en marzo de 1978. Habían roto con una
internacional, para la mayoría algo incompresible, pero no para Robert Smith
quien era un muchacho que deseaba que sus imaginaciones se volvieran realidad y
estaba dispuesto a pagar el precio de alcanzarlas, con tal de no trabajar.
THE CURE
Tras la ruptura con Hansa, en mayo de
1978 Porl se iría de la banda y su nombre se acortaría a The Cure, el trío
comenzaría a grabar demos caseros, los cuales enviaron a distintos sellos.
Chris Parry, el “buscatalentos” de Polydor había intentado sin éxito
convencer a sus jefes que “fichen” a los Sex Pistols y The Clash. Solo
consiguió que el sello firmé con The Jam. Frustrado al no encontrar sus ideas
eco con los gerentes de Polydor, decide abrir su propio sello, Fiction Records
en búsqueda de promover nuevas bandas con sonidos innovadores.
Uno de los demos de The Cure le
llegó a sus manos y le llamó la atención
el “drip, drip, drip…” de un tema y le pareció muy bueno, tanto que lo escuchó
nuevamente. Era “10:15 Saturday Night”. El 21 de Julio, Parry escribió una
invitación a la banda para una cita. La noticia fue tan buena para Smith que
llamó de inmediato a Parry y se reunieron en un pub cercano a Polydor Records.
La banda tomó algo de distancia con Parry cuando se enteraron que él no tenía intención
de hacerlos firmar con Polydor, sino de sacarlos con su propio sello.
Finalmente la banda aceptaría la propuesta de Parry.
A Chris Parry le pareció que los
instrumentos que utilizaba The Cure eran lamentables así que les compró uno nuevos,
para Smith adquirió una Fender Jazzmaster y un amplificador Roland JC 160. La producción de The Cure saldría bajo
Fiction Records, pero distribuido por Polydor, y serían la primera banda en
estrenar el naciente sello.
En diciembre de 1978, se lanzó el
primer single de la banda “Killing An Arab”, canción inspirada en la lectura de
Smith de El Extranjero de Albert
Camus, canción fresca y divertida, ambientada por sus sarcásticos punteos
“árabes”, en el lado “B” figuraba “10:15 Saturday Night” tan buena como la anterior y exponiendo un
rock’n’roll nunca antes escuchado. Robert Smith diría de estos dos singles “Siempre quise que ‘Arab’ y ’10:15’ sean un doble lado ‘A’”.
THREE IMAGINARY BOYS
La producción del primer LP estaría a cargo de Chris Parry, y su plan para el disco era bien simple, la banda debería tocar todo su set en vivo, grabarlo y tendrían listo el álbum. Debido al escaso presupuesto que Parry manejaba, les asignó a uno de los nuevos y jóvenes técnicos de Morgan Studio para que asumiera el papel de ingeniero de grabación, Mike Hedges iniciándose así una larga relación creativa con The Cure.
THREE IMAGINARY BOYS
La producción del primer LP estaría a cargo de Chris Parry, y su plan para el disco era bien simple, la banda debería tocar todo su set en vivo, grabarlo y tendrían listo el álbum. Debido al escaso presupuesto que Parry manejaba, les asignó a uno de los nuevos y jóvenes técnicos de Morgan Studio para que asumiera el papel de ingeniero de grabación, Mike Hedges iniciándose así una larga relación creativa con The Cure.
El álbum se hizo en cinco noches.
Paralelamente The Jam también estaba usando el estudio pero una vez que estos
terminaban su trabajo, The Cure se aparecía alrededor de las 10 de la noche y
las sesiones se prolongaban hasta la mañana del día siguiente. Todo marchaba
bien hasta que el último día de trabajo, Lol rompió una tarola, entonces se les
ocurrió parcharla con goma de mascar esperando que nadie notara el daño. Las
jornadas nocturnas iniciaron en Smith su
disfrute por el estilo de vida nocturno contribuyendo ello a aliviar su fastidio de levantarse temprano pero
por sobre todo sentir que no tenía que trabajar.
Encontrar material para el álbum no
fue problemas para ellos, según Smith contaban con un gran repertorio que
comprendía cerca de 30 canciones, muchas de ellas ya las tenían grabadas. Doce
de ellas, incluyendo todos los singles las grabaron la primera noche. Algunos
las habían dejado de interpretar por largos periodos como “It’s Not You” que
fue escrita 18 meses atrás. La banda también contaba con cintas de
presentaciones en vivo de 1977, cuando tenían varias piezas punks que solo
faltaba darles un poco más de forma.
Según Robert Smith la única dificultad
que se presentó durante la grabación del álbum, era la ineptitud del baterista
Lol Tolhurst, que menguo en el resto de la banda el hacer cosas más
complicadas, pues sabían de las limitaciones del baterista. Dempsey intentaría
sin éxito enseñarle cómo hacer los
trucos de los ritmos de XTC, sin embargo para Smith esto sería un alivio pues no
quería que la banda se orientara hacia ese estilo.
Mientras las sesiones continuaban se
manifestaron otras molestias en Smith, como el sonido de la grabación, que para
él no sonaba como realmente era la banda ni reflejaba el ruido que querían
hacer, pero años después reconocería que gracias a Chris Parry el álbum tuvo un
carácter especial que lo hacía diferente al sonido de cualquier banda de la
época. Pero los verdaderos problemas
vinieron cuando Parry decidió sacar del álbum el tema “World War”, que para
Smith era una pieza perfecta que Lol le había ayudado a escribir, y cuando observó
que en la lista de canciones que quedaban para el álbum figuraba el cover de
Hendrix “Foxy Lady”, cantado por Dempsey en un ensayo y de la que Smith se
refiere como “una porquería de adaptación”. Por estas razones Robert
Smith nunca más dejaría que nadie tuviera el papel de productor en el estudio,
encargándose desde entonces él mismo de la producción de los posteriores
álbumes de la banda. Pero faltaría un detalle más, la banda no participó en la
elaboración de la portada, solo les llegó la misma una vez terminada, la idea
de Polydor era mostrar a The Cure como una banda sin imagen.
“The Three Imaginary Boys” fue lanzado
en mayo de 1979, un álbum con canciones sencillas pero bien constituidas,
alejadas de los inicios punk de la banda, mostrando un sonido post-punk y hasta
podría decirse pop, con sofisticados arreglos para la época, con relucientes
líneas de guitarra y buenas letras cargada de existencialismo, que marcarían el
estilo de The Cure. Un mes después de su lanzamiento, el 2 de junio el álbum
ingresaría al chart de álbumes de UK alcanzando la posición N°44, la revista Melody
Maker le daría un puntaje de 5/5 al disco, en la reseña del mismo se
destacaría la frase “…los 80s comienzan
aquí”.
La banda saldría de gira para
promocionar el álbum. En junio de 1979, se lanzaría otro single, “Boys Don’t
Cry” descrita por Robert Smith como “un ensayo
de los 70s en una canción pop de los 60s”. Nuevamente el trabajo de la
banda fue bien recibido por la prensa pero ignorado por el público y las
ventas. “Boys Don´t Cry debería haber
sido un hit” diría Parry al respecto. En septiembre iniciarían otra gira,
siendo teloneros de Siouxsie & The Banshees en su Join The Hands Tour. Poco
después de terminada la gira, en Octubre Michael Dempsey dejaría The Cure.
Siendo lanzado en Noviembre el último single que contó con la participación de
Dempsey, “Jumping Someone Else’s Train”. A finales de 1979, la banda realizaría
otra gira titulada Future Pastimes Tour pero esta vez con Simon Gallup en el bajo.
THREE IMAGINARY BOYS RE-ISSUED 2004 (Rhino Records)
THREE IMAGINARY BOYS RE-ISSUED 2004 (Rhino Records)
El álbum fue remasterizado y reeditado en una edición para
coleccionistas a finales del 2004, compuesta por un set de dos discos,
conteniendo el primero de ellos la versión original del álbum y el segundo rarezas que abarcan el periodo entre
1977 y 1979. Acompañadas de un folleto que contiene fotografías inéditas de la
banda y notas de Johnny Black construidas en base a declaraciones de Robert
Smith.
El disco uno, nos muestra todo el entusiasmo de los tres chicos imaginarios a través de cortes ¿punk-pop? como “10:15 Saturday Night” y su pegajoso estribillo “drip, drip,drip…”, la marcha musical que avanza y se detiene en “Grinding Halt”, “Object” o la guitarrera “It’s Not you”. Otros temas más bizarros y menos accesibles como “Another Day” que nos muestra un esbozo de lo que haría The Cure en Seventeen Seconds o la fugaz y jazzística “Subway Song” que se va desvaneciendo para ser sellada con un neurótico y desorientador grito que ponen los cabellos de punta. “Foxy Lady” es una extraña versión del tema de Jimmy Hendrix y en donde Dempsey trata de impostar funestamente la voz de Hendrix, el resultado es horripilante, con razón Smith se molestó cuando la pusieron en el álbum. “Meathook” es una de las primeras creaciones de Smith y nos muestra coqueteos con el jazz. “Fire In Cairo” ofrece una de las canciones más melódicas del álbum, mientras que “Three Imaginary Boys” es otro anticipo del oscuro post-punk que la banda desarrollaría en sus futuras entregas. “The Weedy Burton” es la pieza instrumental que cierra el álbum y que tranquilamente pude ser obviada pero para Smith significaría homenajear sus orígenes aprendiendo a tocar las cuerdas. El disco suena fresco e impecable, para ser un primer álbum hecho por muchachos de 20 años, salvo “Foxy Lady”.
El disco uno, nos muestra todo el entusiasmo de los tres chicos imaginarios a través de cortes ¿punk-pop? como “10:15 Saturday Night” y su pegajoso estribillo “drip, drip,drip…”, la marcha musical que avanza y se detiene en “Grinding Halt”, “Object” o la guitarrera “It’s Not you”. Otros temas más bizarros y menos accesibles como “Another Day” que nos muestra un esbozo de lo que haría The Cure en Seventeen Seconds o la fugaz y jazzística “Subway Song” que se va desvaneciendo para ser sellada con un neurótico y desorientador grito que ponen los cabellos de punta. “Foxy Lady” es una extraña versión del tema de Jimmy Hendrix y en donde Dempsey trata de impostar funestamente la voz de Hendrix, el resultado es horripilante, con razón Smith se molestó cuando la pusieron en el álbum. “Meathook” es una de las primeras creaciones de Smith y nos muestra coqueteos con el jazz. “Fire In Cairo” ofrece una de las canciones más melódicas del álbum, mientras que “Three Imaginary Boys” es otro anticipo del oscuro post-punk que la banda desarrollaría en sus futuras entregas. “The Weedy Burton” es la pieza instrumental que cierra el álbum y que tranquilamente pude ser obviada pero para Smith significaría homenajear sus orígenes aprendiendo a tocar las cuerdas. El disco suena fresco e impecable, para ser un primer álbum hecho por muchachos de 20 años, salvo “Foxy Lady”.
El disco dos, contiene demos de
estudio y hechos en casa de Smith, tomas en vivo y otras rarezas inéditas como el
material de Easy cure con Porl Thompson como “I Want To Be Old” , “I’m Cold” y
la “punkeke” y ruidosa “Heroin Face”, todas ellas grabadas en 1977. El disco es
un registro cronológico del progreso musical que fue experimentando la banda. También podemos
encontrar los singles “World War”, “Boys Don´t Cry” y “Jumping Someone Else´s
Train” que aparecieron luego en el álbum Boys Don´t Cry, que reunía
prácticamente las mismas canciones de Three Imaginary Boys y sería la edición americana del mismo. En este segundo
disco, uno puede escuchar canciones de The Cure que fueron descartadas por
Chris Parry para el álbum y nunca publicadas como la ramoniana “Just Need
Myself”, la pieza “popera” tamizada por guitarras ligeramente distorsionadas llamada
“The Cocktail Party”, “Winter” que es una primera muestra del canto lánguido y
deprimente que caracterizaría a Smith, y
las punk-rock “Faded Smiles” y “Play With Me”. De verdad hay buenos temas que
quedaron fuera del álbum y dan ampliamente la razón a Smith del porqué de su
enojo con la elección final de las canciones
de Three Imaginary Boys. En esta colección también nos muestran
cómo iba quedando algunas canciones antes de ser grabadas en el estudio como:
“Boys Don´t Cry”, “It’s Not You”, “10:15 Saturday” y “Fire In Cairo”. Cierran
tres temas en vivo “Subway Song”, “Accuracy” y una extraña versión de “10:15
Saturday Nigth” con un ritmo más acelerado y estridente.
Un disco que dejara encantado al fan
que desea descubrir la historia de The Cure desde que permanecían en las
penumbras de sus ensayos en el sótano, hasta cuando salieron a la luz con sus
muestras de estudio. Los únicos puntos en contra de este disco de rarezas, es
el pobre audio de algunas canciones en vivo y ensayos caseros, que puede ser
chocante para quienes buscan calidad sonora, y la no inclusión del single
“Killing An Arab” una de las canciones
favoritas de los fans y el lado “B” “Plastic Passion”.
Así empieza la historia de The Cure
con un álbum sencillo pero que exhibe las primeras pinceladas de las obras
maestras que Robert Smith estaría dispuesto a presentarnos en sus próximos
trabajos durante los años sucesivos. El muchacho imaginario había comenzado a
hacer realidad sus sueños.
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