LAST NIGHT I DREAMT ABOUT YOU
THE SPIRACLES
Parakeet Records (2014)
Parakeet Records (2014)
El
ex guitarrista de Resplandor Luis Rodríguez, nos presenta el primer álbum de su
banda The Spiracles, producción precedida por el single “Fireflies”
(2011), el EP How Things Went Well When I Met You (2012) y el sencillo digital “Mykonos
Ambient”. En esta ocasión, Rodríguez agrupa
10 tracks de estético pop, cuyas melodías emiten sensaciones que oscilan entre
la melancolía y la esperanza, gracias a sus tiernas y delicadas sonoridades elaboradas
junto a su nueva formación conformada por Enrique Medina (guitarras), Nicolás Ojeda (batería) y Daniel Villar (bajo) quienes
secundan eficazmente la dulce voz de su vocalista, Verónica Grados.
Mezclado y masterizado en el Temple of Sound de México, Last Night I Dreamt About You resalta por su influencia Shoegaze, dream –pop y hasta neo-psicodélica, trayéndonos a la mente bandas como Cocteau Twins o The Sundays. Las finas guitarras de “Tremble” combinándose con el agradable canto de Verónica, es un golpe letal a nuestras emociones y sensibilidad, sobre el final unos teclados asemejándose a sonoridades de instrumentos de viento resultan por demás divinos. Casi sin soltarnos nuevamente unas melodiosas y cándidas cuerdas nos vuelven a cautivar los sentidos en “Hot Day”, donde la ensoñadora voz de su cantante no para de dibujarnos paisajes embargados por la nostalgia. Sonidos electrónicos abren paso a ensoñadoras sonoridades en “Trust”. Guitarras acústicas y sonidos emitidos por el wah-wah, marchan paralelamente para edificar una confortable musicalización cuasi Folk en “It Shines On You”. Una tenue percusión donde se aúnan delicadísimas líneas de cuerdas y teclados con la hermosa voz de Grados, se encargan de conmovernos con una de las canciones más bellas del disco, “So Far Away”, tema que por momentos nos lleva a la gloria del En Cielo Océano de Silvania.
Mezclado y masterizado en el Temple of Sound de México, Last Night I Dreamt About You resalta por su influencia Shoegaze, dream –pop y hasta neo-psicodélica, trayéndonos a la mente bandas como Cocteau Twins o The Sundays. Las finas guitarras de “Tremble” combinándose con el agradable canto de Verónica, es un golpe letal a nuestras emociones y sensibilidad, sobre el final unos teclados asemejándose a sonoridades de instrumentos de viento resultan por demás divinos. Casi sin soltarnos nuevamente unas melodiosas y cándidas cuerdas nos vuelven a cautivar los sentidos en “Hot Day”, donde la ensoñadora voz de su cantante no para de dibujarnos paisajes embargados por la nostalgia. Sonidos electrónicos abren paso a ensoñadoras sonoridades en “Trust”. Guitarras acústicas y sonidos emitidos por el wah-wah, marchan paralelamente para edificar una confortable musicalización cuasi Folk en “It Shines On You”. Una tenue percusión donde se aúnan delicadísimas líneas de cuerdas y teclados con la hermosa voz de Grados, se encargan de conmovernos con una de las canciones más bellas del disco, “So Far Away”, tema que por momentos nos lleva a la gloria del En Cielo Océano de Silvania.
Luis Rodríguez en plena performance. |
La
sonoridad instrumental y atmosférica de “A Thousand Miles Away” nos traslada a
sosegados parajes costeros, mientras que la emotiva “Beneath A Sky Of Star” nos
trae al presente aquellas heridas del alma que creíamos cicatrizadas, ¡qué tema
para más bello! donde la voz de artista invitada, la cantante Anna Bouchard de la banda shoegaze Drowner, puebla el espacio sobre la base de
ligereas capas de distorsión. “Who’s To Blame?” es un tema que guarda deudas con la etapa Resplandor del Pleamar, aunque con guitarras más
aceleradas y cromáticas, que proseguirán con la entusiasta “Unkissed Girl”,
finalmente en “Waterfall”, la banda se sale de los linderos sonoros propuestos
en el resto de la obra, experimentando con otras texturas sónicas, ciertos
toques electrónicos y efectos de ecos en las voces, para luego desvanecerse
ante sonidos más ásperos que solo sirven para deleitarnos con un psicodélico bis
de la esplendida “Tremble”, como para caer
rendidos ante la tentación de escuchar nuevamente todo disco.
The Spiracles nos ofrece un sorprendente álbum de pop ensoñador, dulce y apacible, elaborado con gran esmero y pulcritud, lográndonos sumergir con su música a una serie de impresiones que quizás disten del mensaje de sus líricas, pero que resulta efectiva en el viaje hacia nuestros paraísos perdidos, tan arraigados en la nostalgia como en la ilusión.
The Spiracles nos ofrece un sorprendente álbum de pop ensoñador, dulce y apacible, elaborado con gran esmero y pulcritud, lográndonos sumergir con su música a una serie de impresiones que quizás disten del mensaje de sus líricas, pero que resulta efectiva en el viaje hacia nuestros paraísos perdidos, tan arraigados en la nostalgia como en la ilusión.
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